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La ejecutiva del PSOE busca un pacto con Griñán que evite la quiebra en Andalucía

Las dos direcciones acuerdan una gestora en Sevilla presidida por un cargo neutral Los críticos con Griñán pedirán responsabilidades tras las elecciones autonómicas

Valenciano, Rubalcaba y Griñán, presiden la Ejecutiva del PSOE.
Valenciano, Rubalcaba y Griñán, presiden la Ejecutiva del PSOE.EFE

“Un hombre bueno” ha sido la solución de urgencia. Manuel Gracia, histórico del PSOE de Andalucía, vicepresidente del Parlamento andaluz, es desde anoche el presidente de la gestora del PSOE de Sevilla, después de la dimisión del secretario general, José Antonio Viera, por desacuerdo con la confección de las listas electorales.

La vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, y la secretaria de Organización del PSOE de Andalucía, Susana Díaz, muy identificada con José Antonio Griñán y principal apoyo de la candidatura de Carme Chacón en el congreso federal frente a Rubalcaba, alcanzaron el acuerdo sobre los nombres para la comisión gestora al filo de las ocho de la tarde. Sin embargo, la crisis sigue abierta. La composición de las listas en las distintas provincias para las elecciones autonómicas, con exclusión de los sectores en minoría, tanto en Sevilla como en Cádiz, abona la tesis de que la bronca sigue abierta a 40 días de la cita con las urnas.

Fuentes del PSOE andaluz sostienen que Susana Díaz hubiera preferido como presidente de la gestora a Juan Espadas, portavoz socialista en el Ayuntamiento de Sevilla. Espadas empezó los días previos al congreso federal al lado de Alfredo Pérez Rubalcaba y la víspera del cónclave se pasó al de Carme Chacón.

La negociación empezó por la mañana en la sede federal del PSOE de Madrid, con el secretario de Organización federal, Oscar López, que estuvo casi hora y media fuera de la reunión de la ejecutiva para establecer las bases de acuerdo con Susana Díaz, en el afán de parar el conflicto del PSOE andaluz.

El elegido para presidir la comisión gestora, Manuel Gracia Navarro, lleva como parlamentario andaluz 30 años, desde la primera legislatura. Fue portavoz del grupo parlamentario en el anterior mandato, donde cobró un fuerte protagonismo al llevar el peso de los debates de la reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía. Se le considera un hombre ecuánime y prudente, alejado de las cíclicas peleas del PSOE de Sevilla. Gracia, militante del PSOE de Córdoba, figura en segundo lugar de esta lista por deseo expreso del presidente andaluz, José Antonio Griñán. Durante el 38º congreso federal se inclinó por la candidatura de Rubalcaba.

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Los otros dos miembros de la gestora están claramente identificados con los dos sectores en liza en el PSOE de Sevilla. Javier Fernández, alcalde de La Rinconada, es un hombre afín al dimitido José Antonio Viera y probablemente opte a la secretaría general cuando se celebre el congreso ordinario. Entró como vocal de la ejecutiva federal a propuesta del propio Viera, después de que este fuese vetado por la dirección regional para ocupar ese puesto. Fernández apoyó en el congreso federal a Rubalcaba.

María José Fernández es alcaldesa de Lebrija, alineada con el sector de la secretaria regional de Organización, Susana Díaz. En el cónclave federal Apoyó a Chacón.

Este acuerdo alivió en parte la tensión generada por la crisis abierta en Sevilla aunque en la sede federal del PSOE se mantenía la preocupación al ser conscientes de lo hondo del enfrentamiento. “La derrota del PSOE de Andalucía es la derrota de todo el partido y de la ejecutiva de Rubalcaba”, señalan fuentes del equipo del secretario general. Por eso, la número dos de los socialistas, Elena Valenciano, proclamó que “toda la ejecutiva del PSOE está detrás de José Antonio Griñán”.

El líder del PSOE quiso enterrar el hacha de guerra que dividió a todos los socialistas en general y a los andaluces en particular. Pero no será tan fácil por mucho que lo intenten desde Madrid ya que la lucha enconada entre los sectores enfrentados en Andalucía viene de lejos. La clave regional, provincial y local se superpone a todos los intentos de la dirección federal a sellar la paz. El secretario provincial sevillano dimitió después de denunciar “vetos, injerencias y deslealtades” para elaborar la candidatura de Sevilla. El acuerdo que intenta Madrid es difícil ya que los sectores opuestos a Griñán “no quieren ser corresponsables de la derrota” porque se les ha marginado. Y esperan al 26 de marzo, día después de las elecciones, para exigir responsabilidades y comenzar la lucha por el poder del PSOE de Andalucía, supuestamente ya en la oposición.

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