Un congreso con material "reciclado"

Domina el rojo, pero salpicado a veces con blanco, a veces con gris. El decorado del 38 congreso del PSOE, del que saldrá el próximo líder de este partido, ya esta listo. El secretario de Organización de los socialistas, Marcelino Iglesias, y José Antonio Griñán, presidente de Andalucía y anfitrión de la cita, le han dado esta mañana el último visto bueno al montaje, más austero que en otros congresos. Entre la tarde de este jueves y la mañana del viernes comenzarán a llegar a Sevilla los más de 3.000 asistentes a la cita, entre delegados, cargos orgánicos, invitados, observadores, medios de comunicación y técnicos. Pero solo en las manos de 956 personas, los delegados con derecho a voto, está el futuro del PSOE.

Los socialistas, con la vista puesta en las elecciones andaluzas del 25 de marzo, han elegido Sevilla para celebrar el congreso. “Por primera vez en muchos años, se hace fuera de Madrid”, ha recordado Iglesias. El responsable de Organización ha asegurado que se trata de un “congreso austero” y que parte del material empleado es “reciclado” de otros actos, principalmente, de la conferencia política que los socialistas celebraron en septiembre en Madrid.

El congreso se celebra en un hotel ubicado en la zona de la Cartuja. Pero se han tenido que realizar reservas en unos diez establecimientos de la capital andaluza. Porque las 295 plazas del hotel donde se celebra el congreso no son suficientes. Respecto al coste de la cita, la oficina de prensa del PSOE ha señalado que no dispone aún de los datos cerrados. La ejecutiva federal costea el 50% de los gastos de alojamiento y manutención de los 987 delegados. Del otro 50% y del transporte se hace cargo cada delegado o, en otros casos, su federación. Los invitados se tienen que pagar la asistencia.

En este mismo hotel sevillano el PP celebró hace un año su convención nacional, en la que participaron unos 3.000 miembros de este partido. Tras el congreso, los populares aseguraron que la cita les supuso un gasto de “en torno a los 190.000 euros”. Aunque, según la versión del PP, “la creatividad, escenografía y organización del montaje” se realizó “con medios propios, es decir, por personas pertenecientes a la organización” lo que repercutió en el abaratamiento del coste.