Los créditos oficiales para garantizar liquidez satisfacen las demandas de CiU
Para la Generalitat es un paso hacia su reclamación de que el Tesoro avale emisiones de deuda
El consejero de Economía y Conocimiento de la Generalitat, Andreu Mas-Colell, no pudo ocultar ayer su satisfacción con la propuesta de la creación de una línea de crédito del Instituto de Crédito Oficial para garantizar la liquidez de las comunidades. Mas-Colell consideró esa medida como un primer paso hacia la reclamación que planteó en el Consejo de Política Fiscal y Financiera de julio de 2011, que pasaba por que el Tesoro avalara las emisiones de deuda de las comunidades a través de un mecanismo que el consejero denominó hispabonos.
El año pasado fue especialmente duro para las finanzas autonómicas. La deuda soberana no solo encareció la deuda de las comunidades, cuyo diferencial respecto a los bonos del Estado se agrandó hasta más de dos puntos, sino que los mercados se cerraron a cal y canto en algunos periodos del año a comprar deuda autonómica, de forma que las comunidades tuvieron que recurrir con frecuencia a la colocación entre inversores particulares e incluso se hallaron con el agua al cuello en diciembre. Cataluña, por ejemplo, tuvo que aplazar los pagos a proveedores, mientras que el Gobierno central socorría a la Comunidad Valenciana.
Esta cesión del Gobierno apuntala la renovada luna de miel que viven el Partido Popular y Convergència i Unió, que en los últimos días se han apoyado mutuamente en el Congreso y en el Parlamento catalán. Antes de a la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, Cristóbal Montoro y Andreu Mas-Colell se reunieron y acordaron darse más tiempo para solucionar el conflicto de los 759 millones que el Gobierno adeuda a la Generalitat como de infraestructuras no realizadas. Eso significa que por ahora la Generalitat no denunciará al Gobierno, como amenazó. El nuevo clima de entendimiento entre CiU y PP se reflejará en la reunión que mantendrán el 1 de febrero Mariano Rajoy y Artur Mas. El presidente catalán ya ha dejado claro que dejará en un segundo plano el asunto del pacto fiscal que tanto incomoda al PP.
