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“Un país desde el Ebro hasta el Adour”

Urkullu insiste en que su meta es lograr “una única Euskadi y lanza al PNV a la reconquista de Ajuria Enea para acabar con la “impostura e indolencia” de los socialista vascos

Mikel Ormazabal
Iñigo Urkullu, durante la asamblea del PNV celebrada ayer en Barakaldo (Bizkaia), en la que fue reelegido presidente.
Iñigo Urkullu, durante la asamblea del PNV celebrada ayer en Barakaldo (Bizkaia), en la que fue reelegido presidente.JESÚS URIARTE

Iñigo Urkullu dejó ayer muy claras cuáles son sus intenciones en el corto tiempo. En el discurso que pronunció tras resultar reelegido por unanimidad presidente del PNV para los próximos cuatro años, el líder nacionalista prometió desalojar a los socialistas del Gobierno vasco y recuperar así “el tiempo perdido”. La reconquista de Ajuria Enea es el empeño más urgente para Urkullu y al mismo tiempo la máxima aspiración para los militantes de su partido, conscientes como son de la pujante realidad electoral de la izquierda abertzale, para quienes no olvidó las críticas por su dependencia de ETA.

Los cerca de 4.000 afiliados, según datos de la organización, que asistieron en el BEC de Barakaldo al cierre de la sexta asamblea general del PNV le premiaron con la mayor salva de aplausos cuando Urkullu, elevando el tono de sus palabras, dijo: “Euskadi necesita otro Gobierno, un Gobierno vasco de verdad, un Gobierno del PNV”.

Ante un auditorio entregado, Urkullu no olvidó el tono nacionalista, propio de ocasiones como el Alderdi Eguna (Día del Partido). Es por ello que recuperó un mensaje patriótico, aunque sin exaltaciones, más en la línea moderada a la que acostumbra en su argumentario habitual. Eso sí, el presidente del PNV aseguró que “nada ni nadie” va a variar el compromiso de su partido en favor de la independencia de Euskadi, y en ese objetivo abogó por “institucionalizar y constitucionalizar una única Euskadi”, “un único país desde el Ebro hasta el Adour [río que atraviesa el suroeste de Francia]”, cita que siempre reaviva el espíritu abertzale. “Euskadi es nuestra meta, nuestra única meta. Alcanzarla será volver a nacer”, remachó.

Una nación en Europa

  • "Ayer Irlanda, hoy Escocia, mañana Euskadi. Mantenemos el compromiso de institucionalizar una única Euskadi. Un único país desde el Ebro hasta el Adour, sustentado por la voluntad democrática de la ciudadanía. Queremos un nuevo estatus político para que Euskadi sea una nación en Europa. Nada ni nadie va a variar ese compromiso".
  • "Euskadi necesita recuperar el tiempo perdido, recuperar la solvencia y el compromiso frente a la impostura y la indolencia. Un nuevo Gobierno para una nueva Euskadi. Un Gobierno capaz y comprometido, abertzale, vasco de verdad, del PNV".
  • "Hay que consolidar la paz. El PNV puso toda la carne en el asador al margen de cálculos políticos. Dialogamos, intermediamos, presionamos, dimos cobertura a unos y otros para que el bien supremo de la paz aterrizara y se instalara en este país. Y estamos ganando. Ganamos todos. Pero no somos inocentes para creer que todo está hecho. Aún queda mucho para consolidar una paz duradera".
  • Urkullu también reclamó ayer el fin de "una política penitenciaria vengativa", "el fin de la Audiencia Nacional" y el fin de la presencia de "cuerpos ajenos" en Euskadi.

A falta de más de un año para agotarse la legislatura, si el lehendakari, Patxi López, no decide antes adelantar unas elecciones autonómicas previstas para 2013, el PNV ya ha puesto en marcha toda su maquinaria para recobrar el poder en Euskadi. Urkullu anunció que su objetivo es retomar el mando institucional para “recuperar la solvencia y el compromiso” en la gestión. Prometió luchar por volver a formar un Ejecutivo “capaz y comprometido”, diferente del caracterizado por “la impostura y la indolencia” del Gabinete del socialista Patxi López. Porque “Euskadi se merece otro Gobierno. Y lo tendrá”, proclamó.

Urkullu recordó a sus fieles que se puede soñar estando despiertos. Solo de este modo, “centrados y despiertos”, subrayó, se conseguirá el anhelo de una “paz duradera”, la creación de una Euskadi independiente, el retorno del PNV a Ajuria Enea o la salida de la crisis económica.

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El máximo dirigente peneuvista admitió que en esta tarea va a encontrarse como rivales al PSE-EE y a la izquierda abertzale, a los que acusó de pretender “aislar” al PNV aparcándole “en el desván de la historia”. En esta línea, criticó a los socialistas por aliarse con el PP para lograr la Lehendakaritza “utilizando actos forzosos y artimañas legales de puro interés”. Y advirtió, asimismo, de que en el seno de la antigua Batasuna están “obsesionados” por sustituir al PNV “en el liderazgo del ámbito sociológico abertzale” utilizando el “cálculo” en su decisión de “abrazar el camino democrático y emanciparse de la violencia y la tutela de ETA”.

Con los bríos renovados en una de las asambleas más pacíficas de los últimos años, según apuntaban militantes del partido, Urkullu afirmó que quienes pensaban que el PNV era un “fenómeno caduco” han conseguido el efecto contrario, esto es, despertar, unir y reforzar a esta formación, porque “somos el primer partido de Euskadi. Un partido vivo, despierto, fuerte, dando batalla”. De hecho, Urkullu se ha rodeado de un órgano ejecutivo del partido, el Euzkadi Buru Batzar (EBB), a su imagen y semejanza, donde ha conseguido reducir a la mitad la presencia de Gipuzkoa como muestra elocuente de su desagrado por la política soberanista de Joseba Egibar.

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Sobre la firma

Mikel Ormazabal
Corresponsal de EL PAÍS en el País Vasco, tarea que viene desempeñando durante los últimos 25 años. Se ocupa de la información sobre la actualidad política, económica y cultural vasca. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Navarra en 1988. Comenzó su carrera profesional en Radiocadena Española y el diario Deia. Vive en San Sebastián.

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