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El drama de las cuentas públicas

Montoro garantiza que no dejará que ninguna comunidad suspenda pagos

Frente al dramático problema de liquidez de algunas, les ofrece ayuda si recortan

Carlos E. Cué
La reunión de Montoro con los consejeros de Economía de su partido, el miércoles.
La reunión de Montoro con los consejeros de Economía de su partido, el miércoles.CLAUDIO ÁLVAREZ

Nadie habla públicamente de ello, y en las ruedas de prensa se evita el asunto porque casi da miedo nombrarlo, pero en los despachos políticos pocas cosas ocupan tanto espacio estos días como la posibilidad de que alguna comunidad no pueda hacer frente al pago de algún crédito perentorio y se declare en default (suspensión de pagos). Y ese miedo presidió la reunión que mantuvo Cristóbal Montoro con todos los consejeros de Economía del PP.

Después de exigirles que reduzcan el déficit, Montoro lanzó un mensaje final a todos los consejeros de su partido, según varios de ellos, con un contenido político muy claro: “El Gobierno no va a permitir que ninguna autonomía se vaya a default. Eso no va pasar. Un default de una comunidad es un default de España, y no vamos a dejar que pase. Buscaremos los mecanismos”, les vino a decir, según estas fuentes.

Es una decisión política trascendental. La obsesión del Gobierno del PP, como lo fue antes la del Ejecutivo del PSOE, son los mercados y la Unión Europea. Y a ellos les tiene que lanzar un mensaje doble. Por un lado, que tiene la fuerza política y la decisión de controlar el déficit de las autonomías. Por otro, no puede permitir que ninguna se vaya a default. Pero todo tiene riesgos. Si el Estado asume el respaldo de las autonomías, la prima de riesgo española puede subir. Por eso, en un momento delicadísimo, Montoro está jugando, al menos en privado, a varias bandas.

Varios consejeros le trasladaron sus graves problemas de liquidez, en especial el de la Comunidad Valenciana, José Manuel Vela, aunque hay otras con problemas serios como la murciana o la de Castilla-La Mancha, presidida por la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, que convocó la reunión. La Comunidad Valenciana, a la que ayer Moody´s rebajó la calificación de Ba1 a Ba3, casi bono basura, ya fue respaldada cuando tenía problemas para pagar un crédito de 123 millones de euros con el Deustche Bank en diciembre. Si hay más, dejó claro Montoro, habrá más apoyo.

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Pero antes, les dijo el ministro, hay que recortar. Y mucho. Les habló de la necesidad de eliminar más de 500 entes y empresas públicas autonómicas. Les recordó que no pueden renovar funcionarios salvo un 10% de manera excepcional en algunos sectores básicos. Les dijo que no pueden contratar interinos, aunque algunos alegaron que habrá excepciones inevitables —un médico de pueblo que se ponga de baja y deba ser sustituido—, y les recordó que habrá sanciones para el que no cumpla, al estilo de lo que está planteando la UE.

Ellos le pidieron varias cosas. Primero, que adelante algunos pagos del Estado para evitar esos problemas de liquidez. Y segundo, que les ayude con sus créditos.

El problema está en los bancos, que no dan dinero o lo hacen a precios desorbitados, dijeron.

Y la solución que proponen todas las del PP, y que Montoro ya había hablado con Andreu Mas Colell, el consejero catalán —que fue quien más impulsó el apoyo de CiU el miércoles a la subida de impuestos de Rajoy— pasa por buscar mecanismos para que el Estado respalde esas deudas. Así los precios son más bajos y es más fácil conseguir dinero. Montoro les dijo que están buscando mecanismos.

Las comunidades, en especial la valenciana, que ha fracasado ya en varios intentos de sacar bonos autonómicos al mercado, defiende los llamados hispanobonos, al estilo de los eurobonos que piden los países con problemas de la UE. Montoro ya no parece cerrado del todo.

También le pidieron que amplíe de 5 a 10 años el plazo para devolver los 24.000 millones que las autonomías deben al Estado porque les anticipó dinero de más. Montoro lo defendía en la oposición. Ahora en el Gobierno duda, aunque parece que acabará aceptándolo, lo que daría algo más de liquidez a las autonomías. Todo a cambio de que recorten.

Pese al dramatismo, nadie planteó que el Estado recupere competencias. De hecho, Montoro insistió en defender el estado autonómico: “No está escrito que los Estados más descentralizados tengan que tener más problemas de déficit. La prueba es Alemania”. Eso sí, las que no cumplan tendrán problemas y ahí sí podía llegar una especie de intervención con control previo de los gastos. Para las demás, las que cumplan, habrá apoyo y solo se fijará un techo de gasto. Cómo lograrlo será su responsabilidad.

Montoro, que hoy llevará al Consejo de Ministros todas estas cuestiones y un planteamiento para la nueva ley de estabilidad, trata así de dar un mensaje a los mercados. De momento, el Gobierno estaba muy satisfecho porque la emisión de ayer salió mucho mejor de lo esperado. Se colocaron 10.000 millones, el doble de lo previsto, y a un precio más bajo.

Pero lo más importante para Rajoy es también empezar su agenda internacional para reforzar esa credibilidad que busca, sobre todo en Europa. El lunes le visitará en La Moncloa Nicolás Sarkozy. El martes Herman Van Rompuy, presidente de la Comisión Europea. El miércoles hará su primer viaje oficial, a Marruecos, y el día 26 visitará Berlín para reunirse con la canciller Angela Merkel, a la que quiere acercarse a toda costa.

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