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Margallo cree que con la austeridad “no basta” para crecer y pide estímulos

“[Los españoles somos] tan austeros como los alemanes", afirma el ministro de Exteriores

Miguel González
Margallo, ministro de Exteriores.
Margallo, ministro de Exteriores. EFE

Las medidas de austeridad eran absolutamente necesarias, pues “no había otra opción” para recuperar la credibilidad, y el Gobierno español ha sido el primero en aplicarlas, pero “la estabilidad presupuestaria no basta”; hace falta también “poner en marcha instrumentos comunitarios para crecer y evitar la recesión”.

El ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, aprovechó ayer la toma de posesión de altos cargos de su departamento para lanzar este mensaje, que repetirá el día 17 cuando se reúna en Bruselas con los máximos responsables de la UE. García-Margallo, que ha sido eurodiputado casi 17 años, se mostró muy crítico con las instituciones europeas, de las que dijo que han reaccionado “tarde, mal y de forma escasa” ante la crisis.

Por eso, se felicitó de que en la cumbre europea del 30 de enero se vaya a hablar, “ya era hora”, de “crecimiento y competitividad” y no solo de recortes. Aunque no concretó las medidas de estímulo, el ministro apostó por un mayor uso del Banco Europeo de Inversiones (BEI) para financiar infraestructuras como el corredor mediterráneo.

El Gobierno del PP está aún definiendo su posición en el debate europeo, pero Margallo la esbozó ayer: “[Los españoles somos] tan austeros como los alemanes, tan partidarios de la gobernanza económica como los franceses y de los instrumentos de [estímulo al] crecimiento como los italianos”. Además, España tiene un Gobierno con mayoría absoluta “y el respaldo de un pueblo que apoya las políticas de cambio cuando se le explican”, apostilló.

Quizá porque no quiere homologarse al primer ministro italiano Mario Monti, que no salió de las urnas y carece de una sólida mayoría parlamentaria, Rajoy ha descartado pedir estar en la cumbre que el día 20 reunirá en Roma a los mandatarios de Italia, Francia y Alemania.

Como alternativa, Rajoy busca sus propios canales de interlocución. El lunes recibirá en Madrid a Sarkozy y ya se negocia una visita a España de la primera ministra danesa y presidenta de turno de la UE, Helle Thorning-Schmidt, y un viaje a Berlín, antes del día 30. Para “tejer complicidades”, en palabras de Margallo, y hacer valer la posición española; que no es igual a la de Francia, Alemania o Roma. Aunque tenga algo de las tres.

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Sobre la firma

Miguel González
Responsable de la información sobre diplomacia y política de defensa, Casa del Rey y Vox en EL PAÍS. Licenciado en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) en 1982. Trabajó también en El Noticiero Universal, La Vanguardia y El Periódico de Cataluña. Experto en aprender.

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