El nuevo escándalo eclipsa la ofensiva electoral de los socialistas andaluces

El caso del fraude en la concesión de ayudas públicas de la Junta de Andalucía para pagar a prejubilados y empresas en crisis trastocó la agenda de los socialistas andaluces en las dos últimas convocatorias electorales —las municipales de mayo de 2011 y las generales de noviembre—, y aún volverá a incidir en una tercera: las autonómicas de marzo de 2012, donde el PSOE, no solo andaluz, se juega su ser o no ser.

La declaración policial del chófer de Francisco Javier Guerrero cogió ayer desprevenidos a los socialistas, que abordaron en una ejecutiva regional la agenda de trabajo de aquí hasta las elecciones autonómicas de marzo, probablemente, el día 25. “Indignados” y “horrorizados” se mostraron varios dirigentes socialistas al leer en los diarios Abc y El Mundo la declaración del conductor del exdirector general de Empleo de la Junta de que destinó dinero de las ayudas a trabajadores y empresas en crisis a comprar cocaína, a fiestas y a copas para su jefe y para él.

El Gobierno andaluz, que preside José Antonio Griñán, cree haber hecho todo lo que está en su mano para combatir este caso de corrupción como es el haberlo denunciado ante la juez instructora, a la que le aportó los datos de la investigación interna abierta por la Junta desde que el caso de los ERE cobró dimensión regional en febrero del pasado año.

Fuentes del Gobierno andaluz indicaron ayer que no tiene mucho margen jurídico para plantear nuevas actuaciones, mientras que desde el PSOE de Andalucía se apremió a “que la justicia actúe cuanto antes para que se aclaren los hechos y paguen los culpables”, aseguró la secretaria de Organización, Susana Díaz, quien consideró “gravísimo” el hecho conocido ayer si se confirmase.

En esta investigación, el PP de Javier Arenas aparece muy bien informado. El sábado pasado, Arenas ya anunció que “lo peor del caso de los ERE está por conocerse”, aviso que recogieron dos días después dos diarios. Los populares andaluces pidieron ayer la comparecencia en el Parlamento de José Antonio Griñán para “depurar responsabilidades políticas de manera inmediata, porque esto no espera más”. El secretario general del PP, Antonio Sanz, subrayó el “descontrol” de los fondos de ayudas a empresas en crisis por el procedimiento administrativo seguido para dar las subvenciones.