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Tres ministros de Rajoy dan en un día tres cifras distintas de déficit

El ministro justifica la subida del IRPF en que Bruselas la habría acabado imponiendo Defiende que los avales de 100.000 millones a la banca ayudarán a reactivar el crédito El ministro del Interior precisa que finalmente será del 8,2%

Tres ministros del recién estrenado Gobierno de Mariano Rajoy han hablado hoy y cada uno de ellos ha dado un dato diferente sobre cuál será finalmente la cifra del déficit público español de 2011. El titular de Economía, Luis de Guindos, dijo por la mañana en la Cadena SER que era "posible" que se superase el 8% del PIB, aunque esperaba que no fuese mucho. Le corrigió poco después el responsable de Hacienda, Cristóbal Montoro, quien subrayó que se mantendría "en torno" al 8%, la cifra con la cual se justificaron las duras medidas de recortes y subidas de impuestos del pasado Consejo de Ministros. Y por la tarde, el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, ha puesto el dato preciso sobre la mesa: el 8,2% del PIB, lo que supondrá un recorte de 38.000 millones. Tres ministros, tres cifras: dos aproximadas y una exacta.

"Ha sido un ejercicio de responsabilidad". Con estas palabras, que ha repetido varias veces, el ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha justificado esta mañana en la cadena SER la subida de impuestos y las medidas de ajuste aprobadas por el Gobierno el pasado viernes. Según ha argumentado, el Ejecutivo no podía permitirse anunciar una desviación de dos puntos del déficit hasta el 8% sin adoptar una subida de los impuestos, pese a que el presidente, Mariano Rajoy, la había rechazado durante la campaña. "Si no, nos la hubieran impuesto otros", ha argumentado en referencia a Bruselas antes de revelar que el déficit puede irse incluso sobre los niveles anunciados. "Es posible que se pase del 8%, pero espero que no sea mucho", ha subrayado el ministro.

A la espera de confirmar este desfase presupuestario, el nuevo ministro ha afirmado que, de no haberse hecho el ajuste, se hubiera llegado a "una situación extremadamente difícil para la economía nacional". "No ha sido un plato de gusto", ha apostillado Guindos.

El ministro ha defendido también que en estos momentos "es necesario hacer sacrificios". Así, ha advertido de que todos los españoles van a hacerlo, aunque ha señalado que serán los que más tengan quienes más contribuyan. "De esta se sale", ha asegurado antes de añadir, en este sentido, que espera que se empiece a ver la luz al final del túnel en un futuro próximo tras estrenarse en el cargo reconociendo que España ha entrado en recesión.

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Sobre si habrá que volver a tocar los impuestos en marzo, cuando se elaborarán los Presupuestos de 2012, no ha descartado ninguna posibilidad. "Espero que no suba el IVA", se ha limitado a reconocer al tiempo que ha tratado de vincular esta medida a lo que se decida en Europa. "Habrá que hablar con nuestros socios europeos ya que tenemos que ser conscientes de que si solo apretamos las tuercas en términos de ajuste de gasto nos metemos en un lío", ha indicado en referencia a un eventual agravamiento de la recesión. "Esa percepción empieza a estar ahí (en la UE)", ha añadido el ministro.

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Guindos ha explicado que la reforma financiera será "importantísima". "Debemos acabar con un sector financiero que sea capaz de dar crédito en el futuro", ha argumentado al tiempo que ha adelantado que en las próximas semanas tendrán "un esquema de actuación claro y transparente". En todo caso, ha añadido que su intención es minimizar el impacto del saneamiento del sector bancario en los contribuyentes.

En este punto, el jefe del departamento que debe supervisar la reforma financiera ha justificado la decisión de otorgar avales de 100.000 millones de euros a la banca para este año. Según ha añadido, estos avales se utilizarán para que las entidades acudan a las subastas de liquidez del Banco Central Europeo (BCE), dado que la banca española tiene "enormes dificultades de financiación en los mercados de capitales". El fin último es, ha defendido Guindos, que también ha destacado que las entidades "pagan una cantidad importante" por ellos, reactivar el crédito a familias y empresas.

El ministro ha defendido que no se haya tocado el impuesto de sociedades sobre la base de que en España "se recauda poco". "El Gobierno tiene una agenda reformista muy agresiva en los próximos meses", ha agregado. En este punto, Guindos también ha avanzado que la próxima reforma laboral que los agentes sociales deben dejar cerrada en unos días si no quieren que sea el Ejecutivo quien tome las decisiones, tiene un objetivo claro: "Debe evitar que el ajuste se haga solo echando a los temporales".

Por este motivo, el ministro ha abogado por dar más flexibilidad a las empresas para adaptarse a las circunstancias y ha hecho una referencia directa a Alemania. "He oído con envidia el dato de que Alemania ha salido de la crisis con más empleo del que entró" gracias a que antes habían reformado los convenios.

Además, Guindos ha justificado que a las grandes fortunas y a las sicav ya se les han subido los impuestos, pese a que no se ha tocado su fiscalidad. "Ha habido un recargo que afecta a los grupos más pudientes", ha asegurado.

El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, ha cifrado este jueves en el 8,2% del PIB español el déficit con el que cerrará España el 2011, por lo que ha pronosticado que deberá acometer un recorte de 38.000 millones de euros para cumplir con el objetivo de reducir hasta el 4,4% el déficit en 2012.

Durante su intervención en la toma de posesión de la nueva delegada del Gobierno en Cataluña, Llanos de Luna, ha recordado que cada punto de déficit equivale aproximadamente a 10.000 millones de euros, por lo que ha calculado que el ajuste que deberá llevar a cabo el Ejecutivo central será de 38.000 millones de euros.

De esta forma, el ministro de Interior aviva el debate abierto este lunes entre los titulares de Economía y de Hacienda, Luis de Guindos y Cristóbal Montoro, sobre la previsión del déficit con el que se cerrará 2011. De Guindos ha reconocido que el déficit definitivo podría superar el 8% del PIB, y posteriormente Montoro ha insistido en que el Gobierno mantiene la previsión de un déficit "en el entorno del 8%" al cierre de 2011.

Sin embargo, pese a la mayor desviación del déficit --la previsión era cerrar el ejercicio con un 6%--, Jorge Fernández ha asegurado que el Gobierno mantiene el compromiso de cerrar el 2012 con un déficit del 4,4%, tal y como demanda la UE.

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