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Las cuentas autonómicas

El Gobierno vasco propone la mayor subida de la recaudación en 15 años

Se trata del mayor incremento en 15 años. PSE y PP votan unidos pero exhiben sus discrepancias en materia fiscal

Pedro Gorospe
El líder del PP vasco, Antonio Basagoti, durante el debate de los presupuestos regionales.
El líder del PP vasco, Antonio Basagoti, durante el debate de los presupuestos regionales.L. RICO

La mayor caída de la recaudación de toda la historia de la autonomía fiscal de Euskadi sólo se puede levantar con la mayor subida de la presión tributaria de los últimos quince años. El consejero de Economía y Hacienda, Carlos Aguirre consideró ayer urgente la modificación del sistema impositivo para recuperar los cuatro puntos del PIB que ha caído en términos de recaudación entre 2007 y 2009 dejando a las administraciones públicas en una situación complicada para mantener el estado del bienestar después de cuatro años recortando el gasto.

Aprovechando el pleno parlamentario de las enmiendas a la totalidad de los presupuestos para 2012, propuso incrementar el ingreso a través de la recaudación fiscal 3,5 puntos, unos 3.000 millones de euros. Se trataría de la mayor subida desde que el Gobierno vasco y el de José María Aznar (PP) sellaron en 1996 el acuerdo que abrió la puerta al actual nivel de autonomía fiscal vasco en los impuestos directos.

Aguirre planteó en primer lugar, como ya hizo también el lehendakari, Patxi López, en el debate de política general, recuperar parte de esos ingresos a través de la lucha contra el fraude, que año tras año deja fuera de las arcas forales unos 2.500 millones. Después, en una segunda vuelta de tuerca, habría que subir la tributación del Impuesto de Sociedades y la de las rentas más altas del IRPF para llegar a esos ingresos.

Tras recordar que la presión fiscal en Euskadi es del entorno del 32% del PIB, frente al 39% de media en la eurozona, dijo que recuperar esos 3,5 puntos es una manera de adelantarnos al proceso de convergencia en materia fiscal que van a iniciar los Estados miembros. “Tenemos que reaccionar antes de que nos veamos forzados a ello”, dijo minutos antes de conocerse que el plan de ajuste aprobado por el nuevo Gobierno tecnócrata italiano de Mario Monti, compuesto en cerca dos tercios por nuevos impuestos, eleva la presión fiscal al 45% del PIB.

Un debate que, sin embargo no gusta a su socio preferente, el PP. Socialistas y populares unieron sus fuerzas para rechazar las cuatro enmiendas a la totalidad de Aralar, EA, EB y UPyD, —apenas si modificaban el gasto entre un 0,8% y un 2,4%— después de sellar por tercer año consecutivo una alianza presupuestaria para sacar adelante el presupuesto de 10.449 millones de euros, el 1% menos que el actual.

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Pero a partir de ahí todo son discrepancias en materia fiscal. El portavoz del PP, Leopoldo Barreda, que ayer se despidió del Parlamento de Vitoria después de 21 años en los escaños populares, —empezará la legislatura en el Congreso— justificó el voto negativo a las enmiendas a la totalidad precisamente porque esos grupos defienden “aumentar el ingreso por la vía de la presión fiscal, y nosotros no somos partidarios de esa vía”.

De hecho las diputaciones de Bizkaia (PNV) y la de Álava (PP) han pactado una minireforma para desactivar la que socialistas y Bildu han cerrado en la diputación de Gipuzkoa, y que va más allá en la tributación de las rentas altas. Es lo que la portavoz socialista, Joana Madrigal criticó ayer como la alianza fiscal que han sellado la “derecha nacional (PP) y la derecha nacionalista (PNV)” para evitar disponer de una mayor capacidad de ingreso. Aunque las tres diputaciones restauran el Impuesto de Patrimonio solo Bildu en Gipuzkoa, con el apoyo del PSE, va a gravar más la tributación de las rentas altas con dos nuevos tramos y mayores retenciones a la de los altos ejecutivos en las opciones sobre acciones.

Los 30 parlamentarios del PNV se abstuvieron en la votación de las enmiendas, aunque los 38 de PSE y PP eran suficientes para rechazar las enmiendas. Su portavoz Javier Carro explicó que “estos no son los presupuestos del PNV” y para eso han presentado 339 enmiendas que modifican el gasto en 186,3 millones de euros, además de 13 enmiendas al articulado. Su principal propuesta es un fondo para empresas de 250 millones.

Los enmendantes

  • Mikel Arana, EB. Pidió la devolución de las cuentas porque PSE y PP priorizan la reducción del déficit público y dejan en un segundo plano las medidas necesarias para reactivar la economía, crear empleo, garantizar los servicios sociales y proteger a los más desfavorecidos.
  • Mikel Basabe, Aralar. Defendió su enmienda de totalidad como un modo de censurar "un recorte inaceptable de las ayudas sociales mediante el endurecimiento de los requisitos de acceso y la reducción de las cuantías en un 7%.
  • Juanjo Agirrezabal, EA. Sostuvo durante el debate que se trata de un proyecto que, en lugar poner el dinero público al servicio de la reactivación económica y la creación de empleo, se dedica a cumplir objetivos de déficit aunque ello suponga "rebajas en educación y en sanidad".
  • Gorka Maneiro, UPyD. Rechazó las cuentas porque empeoran las condiciones laborales de profesores y profesionales sanitarios cuando se podría reducir de forma drástica el entramado de sociedades públicas, los cargos públicos o las delegaciones exteriores.

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Sobre la firma

Pedro Gorospe
Corresponsal en el País Vasco cubre la actualidad política, social y económica. Licenciado en Ciencias de la Información por la UPV-EHU, perteneció a las redacciones de la nueva Gaceta del Norte, Deia, Gaur Express y como productor la televisión pública vasca EITB antes de llegar a EL PAÍS. Es autor del libro El inconformismo de Koldo Saratxaga.

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