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José Bono considera que la Ley Electoral es una norma "disparatada"

El todavía presidente del Congreso aboga por "reducir el poder de las cúpulas de los partidos"

José Bono en un mitin.
José Bono en un mitin.EFE

"La Ley Electoral es disparatada", ha afirmado José Bono, todavía presidente del Congreso, en una entrevista en RNE esta mañana. La norma vigente, como ha explicado, "se estableció con un decreto ley a la muerte de Franco, y se quiso fortalecer a los partidos, pero ahora tienen tanta fuerza que habría que reducir el poder de sus cúpulas", ha reflexionado, aunque ha reconocido que cuando se tiene poder, "es difícil" renunciar a él.

"Lo que hace falta es que no nos callemos los que lo creemos", ha pedido el también expresidente de Castilla-La Mancha, que cree que "hay que acercar la política a la ciudadanía". La reforma de esta norma ha sido una de las reivindicaciones más repetidas por el Movimiento 15-M.

Bono se ha unido así a las reivindicaciones de los partidos que se sienten damnificados por la Ley Orgánica del Régimen Electoral General (LOREG), porque el número de votos que obtienen no les otorga la cantidad de escaños a los que consideran que tendrían derecho. 

La semana pasada, tres partidos -Equo, Por un Mundo más Justo y Escaños en Blanco- que no lograron entrar en el Congreso tras las elecciones del pasado 20 de noviembre publicaron un manifiesto en el que reclaman una ley más justa. Entre los elementos que más les perjudican destacaron, además del reparto de escaños que establece el sistema D'Hont, las normas que resultaron de la reforma de la ley en enero. Se referían sobre todo a la obligación de recoger avales para los partidos que se presentan a las elecciones por primera vez o el acceso y distribución de espacios publicitarios gratuitos en campaña en los medios de comunicación públicos y privados. La modificación "coarta el pluralismo político y limita la democracia", opinan.

Otros partidos que sí han conseguido entrar en el Congreso, como IU, UPyD, consideran que la norma les quita escaños que les corresponden para dárselos a los dos grandes partidos y a los nacionalistas. En sus programas electorales incluían alternativas al método D'Hont, como el sistema Hare y un Congreso con más diputados.

Otras formaciones, como la coalición nacionalista-verde Compromís y el BNG apostaban en su programa por suprimir la circunscripción provincial para hacerla autonómica. Con cualquiera de estas propuestas, la configuración de las Cortes habría sido muy diferente tras el 20-N y el PP no habría obtenido mayoría absoluta.

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