_
_
_
_
_

"Esto acaba en la libertad"

El Tribunal Supremo estima la refundición "parcial" de las condenas de Miguel Montes Neiro El abogado afirma que aplicándole las preventivas debieron haberle dejado en libertad hace un año Miguel Montes entró en la cárcel con 26 años y ahora tiene 61

Con corbata y chaqueta negra, Francisco Miguel Montes Neiro el día que el Tribunal Supremo examinaba su causa en abril de 2011.
Con corbata y chaqueta negra, Francisco Miguel Montes Neiro el día que el Tribunal Supremo examinaba su causa en abril de 2011.LUIS GASPAR

“¿Tú que entiendes de la sentencia? ¿Es buena, no?”, pregunta Encarna, una de las hermanas de Miguel Montes Neiro. Se refiere a la sentencia del Tribunal Supremo hecha pública hoy, que estima “parcialmente” la solicitud de refundición de las condenas de Montes Neiro, que entró en la cárcel con 26 años y ahora tiene 61. La humildad de la pregunta de Encarna pasa por ingenuidad, pero no es sino precaución: teme ilusionarse con creer libre a su hermano antes de tiempo.

La familia todavía no ha recibido una notificación oficial. Su abogado, Félix Ángel Martín, ha hablado con el procurador que estima poder enviarle una copia de la sentencia entre hoy y mañana. Han sido los periodistas quienes han sorprendido a Encarna con la noticia de la sentencia. Su móvil está desconectado desde las once de la mañana, cuando ha entrado al centro penitenciario de Albolote para visitar a Miguel. La acompañaba Estrella, la hija menor de su hermano, que ha podido pasar dos horas con su padre. Sin cristales por medio, sin teléfonos, sin pantallas. Era un vis a vis extra que Miguel logró como premio por ganar el campeonato de ajedrez de la prisión hace unos meses. Ahora están contentas: con suerte, no tendrá que jugar al ajedrez para verlas.

El caso de Miguel adquirió notoriedad cuando, en mayo de este año, la Defensora del Pueblo en funciones en funciones, María Luisa Cava de Llano y Carrió, pidió el indulto: la primera vez que la institución lo ha hecho motu propio en democracia. Sin delitos de sangre, pero con más de una veintena de causas acumuladas, el caso de Montes Neiro se conoce en los medios por ser el “preso más antiguo de España”. Una portavoz de Instituciones penitenciarias corrige: “No es cierto que haya estado 36 años sin pisar la calle, lo ha hecho, en fugas y permisos y siempre ha vuelto a delinquir”. Miguel ha ido sumando causas esparcidas en el tiempo hasta ahogar su vida en prisión: lleva más años en la cárcel que fuera de ella. “No pedimos que se le libere porque sea inocente, sino porque ya ha pagado de sobras por sus crímenes”, argumentaba su hermano Manolo hace un mes.

“Dicen que saldré de la cárcel en 2021. Entonces tendré 71 años. Yo no viviré 10 años más... Ni quiero vivirlos aquí dentro", confesaba Miguel a EL PAÍS en la entrevista que concedió en exclusiva desde la cárcel. Hasta que llame mañana a su familia, Miguel no conocerá el resultado de la sentencia, que trae de la mano la posibilidad de convertirlo en un hombre libre.

Pero la libertad es todavía solo una posibilidad. El Supremo ha aceptado una “refundición parcial” de la pena. Lo que implica que pasa la pelota a la Audiencia de Granada, que será la que deba realizar una liquidación de condena en la que se le computen, de acuerdo con el Tribunal Constitucional, los periodos que ha cumplido de prisión preventiva. Félix Ángel Martín, el abogado de Montes, está satisfecho. Al otro lado del teléfono suena la voz de un hombre triunfante: “Era casi imposible, que le refundieran las condenas que le faltan por cumplir: estaban demasiado espaciadas en el tiempo como para que se le pudiera aplicar este supuesto. El Supremo era la puerta judicial que necesitábamos mantener abierta para que alguien viera la injusticia que se está cometiendo con él”.

El abogado está convencido de que aplicarle las preventivas es lo mismo que verlo en su casa. “Es más, reconociéndoselas podría haber salido en octubre del año pasado”, afirma Martín basándose en sus cálculos. Son varios los miembros de la familia que le han llamado hoy para que les interpretara la sentencia. A Mari Carmen, una de las hermanas de Miguel, los nervios que le impedían retener las explicaciones del abogado. “Bueno, Félix, ¿al final esto en qué termina?”, le ha interrumpido al final, impaciente. Entre risas, Félix Martín le ha respondido: “En la libertad”.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_