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La sobredosis de austeridad catalana

La Generalitat lleva ya cuatro planes en cuatro años para reducir el déficit

Lluís Pellicer

Con el anunciado hoy, la Generalitat lleva ya cuatro planes de austeridad en cuatro años; cinco si se cuenta el plan de privatizaciones que anunció en junio de este año a los inversores internacionales. El Gobierno tripartito ya trató de reducir, sin éxito, el déficit público combinando recortes en las inversiones en obra pública con subidas de impuestos. El Gobierno de CiU, hasta hoy, se centró en los recortes sociales después de eliminar el impuesto de sucesiones, que afectaba solo a los grandes patrimonios.

El Ejecutivo de Artur Mas, además, traspasó las líneas rojas que se impuso el tripartito: Estado del Bienestar, protección social e innovación. Tal es la sobredosis de austeridad que se ha inyectado a Cataluña desde 2009 que hoy los servicios de estudios de las principales entidades barajan seriamente que la comunidad se vea abocada a una segunda recesión en cuanto haya una recaída del sector exterior. Estos son los planes de austeridad que se han aplicado en Cataluña desde 2009:

2009. Recortes en obras públicas. 900 millones de euros

El primer plan de ajuste en Cataluña se planteó en junio de 2009. El entonces consejero de Economía, Antoni Castells, presentó un plan para reducir los gastos de la Generalitat en 900 millones de euros ante la caída de los ingresos y la subida del déficit de 2008 hasta los 4.862 millones de euros, el 2,38% del PIB catalán. En esa ocasión, se recortaron 50 millones de euros en los gastos de personal y se anunció que no se cubriría ninguna vacante de funcionario. El resto, 850 millones, se redujo del presupuesto del conjunto de los departamentos. La consejería que más notó el tijeretazo fue la de Política Territorial y Obras Públicas (284,6 millones), seguida de Salud (91,5 millones) y Educación (86,5 millones). La línea roja de ese plan fueron los conciertos, la innovación, la renta mínima de inserción, las transferencias a ayuntamientos y la financiación de universidades.

2010. Subidas de impuestos. 1.670 millones de euros

El segundo plan de austeridad coincidió con el que lanzó el Gobierno central y que contemplaba una rebaja del 5% del salario de todos los empleados públicos y de los conciertos educativos y sanitarios. Pero el Ejecutivo de José Montilla puso énfasis entonces en la subida del IRPF en el tramo autonómico, de forma progresiva y en dos niveles. A partir de los primeros 120.000 euros de renta, los contribuyentes pasaban a tributar del 21,5% al 23,5%. A partir de los 175.000 euros anuales, estos pasaban a tributar del 21,5% al 25,5%. La obra pública fue de nuevo la gran perjudicada, con una postergación de inversiones por 532 millones de euros.

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2011. El gran recorte del gasto social. 2.680 millones de euros

El déficit público catalán se disparó en 2010 hasta el 4,2% del PIB, casi el doble de los objetivos comprometidos con Madrid y Bruselas. El Gobierno catalán decidió entonces acometer un tijeretazo del 10% en los Presupuestos de la Generalitat. Ese recorte castigaba sobre todo las políticas de infraestructuras y medio ambiente, pero también suponían un recorte del 10% en políticas de bienestar, del 7,4% en educación y del 6,5% en salud respecto al presupuesto de 2010. La sanidad, sin embargo, se enfrentaba a un ajuste más duro, puesto que el gasto real en 2010 fue muy superior al previsto inicialmente y, de hecho, fue la principal explicación de que el déficit se disparara. Las consecuencias de los Presupuestos, entre otras, han sido la desaparición de multitud de políticas y prestaciones sociales, un aumento de las listas de espera en los hospitales y cierres de servicios de urgencias y ambulatorios.

Junio de 2011. La Generalitat responde a los mercados. 1.850 millones de euros

La agencia de calificación de riesgos Moody’s advirtió al Gobierno de Mas que Cataluña ponía en riesgo los objetivos fiscales del Estado. El Ejecutivo de CiU decidió enseguida calmarlos: reunió a los principales inversores internacionales y, a través de una videoconferencia, anunció un plan de privatizaciones para ingresar 1.850 millones de euros. El plan pasa por vender edificios para luego ocuparlos como inquilino, pero también vender empresas públicas.

Noviembre de 2011. Copago y rebaja de sueldos de los empleados públicos. 1.000 millones

Mas hoy ha anunciado un nuevo paquete de medidas que combina rebajas en las retribuciones de los funcionarios y subidas de las tasas y precios públicos, así como del impuesto sobre los hidrocarburos. Con ello, espera ahorrar 1.000 millones de euros más.

 

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Sobre la firma

Lluís Pellicer
Es jefe de sección de Economía de EL PAÍS, donde ha desarrollado la mayor parte de su carrera. Ha sido corresponsal en Bruselas entre 2018 y 2021 y redactor de Economía en Barcelona, donde cubrió la crisis inmobiliaria de 2008. Licenciado en Periodismo por la Universitat Autònoma de Barcelona, ha cursado el programa de desarrollo directivo de IESE.

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