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Griñán presume de haber aguantado el vendaval del PP en Andalucía

El PP augura que obtendrá la mayoría absoluta en las elecciones autonómicas

El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.
El presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán.GARCÍA CORDERO

El PSOE de Andalucía casi presumió ayer de haber sacado los resultados menos malos de toda España, que son, por otra parte, los peores de su historia. Se ha propuesto convencer a los suyos de que no hay que dar la batalla por perdida con vistas a las autonómicas de marzo, de que pueden ganar las elecciones y que en estos cuatro meses es posible remontar. Ese es el estado de ánimo que quieren trasladar a sus militantes y, sobre todo, a sus cuadros orgánicos para que no bajen los brazos cuando en la próxima primavera se jueguen el ser o no ser.

Arenas: “Bajo ningún concepto las elecciones están ganadas”

La lectura que hizo ayer el secretario general del PSOE andaluz, José Antonio Griñán, de los datos obtenidos por los socialistas de Andalucía en las generales del pasado domingo es que hay una "base sólida para afrontar con éxito las elecciones andaluzas", pese a no tener "unos buenos resultados". El dato objetivo es que el PSOE ha perdido 751.000 votos y 11 diputados, ha perdido también en siete de las ocho provincias y que la distancia que le saca el PP es de nueve puntos, dos más que en las elecciones municipales del 22 de mayo.

Una extrapolación de estos resultados a las autonómicas daría la mayoría absoluta al PP con 58 escaños (ver cuadro), aunque este análisis no se hizo ayer durante la reunión de la ejecutiva.

Estos datos son un desastre para el PSOE andaluz, pero en comparación con los obtenidos en el resto de España, donde los socialistas han perdido por casi 16 puntos, y con lo que vaticinaban las encuestas, lo son menos, vino a decir Griñán.

El PSOE andaluz ve en Rubalcaba la solución para pilotar la transición
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"Somos los que hemos aguantado mejor con diferencia", afirmó ayer. Todo el mensaje del socialista andaluz estuvo dirigido a intentar convencer de que la distancia lograda por el PP es "perfectamente absorbible y superable". El otro mensaje fue el de que la única esperanza de recuperación del voto socialista "está en marzo y en Andalucía".

Griñán se mostró cauteloso a la hora de pronunciarse sobre el congreso del PSOE. No dijo que apoyaría a Alfredo Pérez Rubalcaba como secretario general, aunque cree que sí debe llevar el peso del debate de investidura y liderar el grupo parlamentario. Lo que busca es la unidad y como líder de la federación más numerosa evitar una desbandada y también tener un papel determinante en la conformación de la próxima ejecutiva, para lo que esgrimirá su peso en el congreso (alrededor del 25%). La mayoría de los secretarios generales provinciales, con los que Griñán se reunió ayer, ven a Rubalcaba como la solución más fiable para pilotar la transición del PSOE que deberá recomponerse, partiendo casi de cero. En congreso pactado.

Los socialistas han perdido en Andalucía 751.000 votos y 11 diputados

No se puede decir que el PP autonómico esté sorprendido. Aunque los números no han sido tan espectaculares como sugerían los sondeos —entre 15 y 17 puntos de diferencia—, a Javier Arenas le ha salido casi todo bien. Únicamente le ha faltado Sevilla, que aparece como una mácula roja en el inédito mapa azul que luce ahora Andalucía. Por eso, al contrario que en el PSOE, el PP trabaja con la idea de seguir la senda que llevaba. Esto es: perseverar en la estrategia y no desviarse del rumbo. La organización está pendiente de que Griñán se decida ya por una de las fechas que baraja para convocar a las urnas (los domingos 18 y 25 de marzo) para diseñar el calendario.

Mientras, Arenas se ve ya en el Palacio de San Telmo. No lo dijo él (que se reservó un perfil institucional y mesurado), sino su segundo, Antonio Sanz, quien reivindicó que la extrapolación de los datos de las elecciones generales en el ámbito autonómico se traducen de manera inequívoca en mayoría absoluta.

En una comparecencia ante los medios, el secretario general se mostró incluso molesto con la interpretación generalizada de que la traslación de los resultados indica que ronda esta marca, pero no la asegura, toda vez que es difícil garantizar con tan escaso margen un reparto que, a la postre, va a depender en buena parte de la participación, la concentración del voto y los restos de las provincias.

Solo Sevilla aparece como una mácula roja en el mapa azul de la comunidad

Sanz arremetió contra Griñán por "mentir deliberadamente" al no hablar de mayoría absoluta del PP en el Parlamento andaluz. La distribución que facilitó es la siguiente: PP, 58; PSOE, 44; IU, 6; y UPyD, uno.

Antonio Sanz sostuvo que habría que sumar "variantes importantes" que refuerzan esta mayoría, tales como que el deseo de cambio está más instalado en Andalucía que en otras comunidades, después de 30 años de Gobiernos socialistas; que su partido suele sacar siempre mejores resultados en las elecciones autonómicas que en las generales, o que la crisis y el paro arrecian en Andalucía como en ninguna otra parte. Luego encadenó una ristra de expresiones hechas para describir el avance de su partido: "Vuelco sin precedentes"; "hemos roto todos los techos"; "el crecimiento del PP andaluz es imparable".

Arenas rebajó la euforia por la tarde, antes de participar en el Comité Ejecutivo Nacional, y dijo que "bajo ningún concepto" las elecciones andaluzas están ganadas.

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