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Socialistas y PP se preparan para afrontar la ‘ola abertzale’

Los populares creen que les favorecerá la gestión del líder del PP, Mariano Rajoy

Javier Rivas

Tras 18 años, el fiel de la balanza política vasca en el eje nacionalistas-constitucionalistas ha vuelto a caer en unas elecciones generales del lado de los primeros. El hundimiento de un PSE que pierde más de 176.000 votos arrastrado por la crisis y el estancamiento del PP, que calca los resultados de hace tres años, se han sumado en una tormenta perfecta al empuje de Amaiur. A la coalición soberanista le basta con repetir casi las cifras de las municipales de mayo, cuando la izquierda abertzale volvió a las urnas —pese a sumar a Aralar apenas crece 8.000 papeletas—, para desequilibrar el fiel al lado nacionalista en los comicios inicialmente más favorables a sus rivales. Y ello a apenas año y medio de las autonómicas de 2013 y con los dos afectados (PSE y PP) como socios de Gobierno.

“No es el momento de hacer análisis precipitados, con el cadáver caliente. En las próximas semanas nos tenemos que ir decantando nosotros y los populares”, coinciden dos parlamentarios socialistas sobre las relaciones que desde ahora vayan a mantener y cómo afrontar un resurgir nacionalista que, como reconoce un dirigente popular, aboca a un panorama “muy complicado”.

Siete representantes de primera fila de ambas formaciones, miembros de sus ejecutivas coinciden en que, por ahora, no existe ningún motivo para no seguir manteniendo su pacto. “No está en el horizonte ni en la línea de pensamiento de la ejecutiva de Euskadi planificar una voladura controlada del acuerdo”, apunta un socialista. “Desestabilizar al Gobierno perjudicaría al interés general. Nuestra responsabilidad es seguir respaldando a López”, remarca un responsable popular.

Si el PNV opta por la moderación, estamos aquí”, dice un dirigente del PP

Así las cosas, la pregunta se plantea en cómo afrontar el crecimiento nacionalista. Ambos partidos reconocen que el escenario es complejo y han de hacer de la necesidad, virtud “no queda otra”. Aunque sigan trabajando juntos, y de inmediato se van a sentar a negociar sus terceros presupuestos vascos sin especiales problemas en el horizonte que impidan un acuerdo, en los dos lados se repite la importancia de ir marcando un perfil propio de cara a 2013. Ello, reconocen, puede suponer que ambas partes endurezcan sus planteamientos en determinadas materias.

“Hay quien puede pensar que es el momento de marcar más distancias con el PP y otros con argumentos igualmente válidos que lo que más nos interesa es gestionar con solvencia lo que queda de legislatura para intentar rentabilizar la gestión”. Este es uno de los puntos que los socialistas quieren hacer jugar a su favor. Otro es el hecho de que la muy previsible derrota del PSOE en las andaluzas de marzo va a dejar al lehendakari como único barón socialista. “Sin necesidad de entrar en ninguna pelea interna el ser el único referente del PSOE en su relación con el Gobierno de España probablemente facilitará mucho las cosas”, considera un miembro de la ejecutiva socialista vasca. “También al PP le interesa visualizar que tiene un interlocutor capaz de abrirse a otros y que actúa por consenso, por ejemplo en un reto tan importante como la situación en Euskadi. Probablemente, Rajoy nos trate con guante de seda”, añade.

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Los socialistas parten en peor situación que su socio. Aunque se mantienen como tercera fuerza y quedan por encima del PP, pese al efecto Rajoy, su caída es brutal y se enfrentan al proceso de “repensar el instrumento en su totalidad” en el trascendental congreso que el PSOE celebrará en febrero. Junto a ello, quieren hacer también una reflexión interna sobre el modelo de país y de discurso y cómo encarar la realidad vasca.

El PSE cree que jugará a su favor que López quede como único ‘barón’

López y su partido se disponen a aguantar unos meses de presión del PNV, “más que de Amaiur”, para forzar unas elecciones anticipadas. “En 2008, nosotros podíamos haberle exigido lo mismo a Ibarretxe con mayor solvencia [el 38% de los votos, frente al 27% del PNV anteayer] y no lo hicimos. Ahora no sé por qué ha que darle carta de naturaleza”, remarca un dirigente socialista. “No vamos a dar pábulo a quienes reclaman elecciones cuando aún no se han aclarado y tienen que decidire aún su candidato a lehendakari”, inciden en el PP en alusión a los peneuvistas.

Eso sí, la mayoría absoluta de Rajoy elimina el factor de presión sobre el lehendakari que el PNV usó en el tramo final de la pasada legislatura aporvechando la debilidad de Zapatero en el Congreso.

El PP tiene desde anteayer a su favor tanto con respecto a su socio como en su relación con el PNV el control del Gobierno de España y la mayoría absoluta del Congreso. “La gestión de Rajoy, sea la que sea, nos va a primar, porque nos ha primado cuando hemos tenido el Gobierno de España”, apunta un parlamentario del PP. Las dos mejores marcas jamás logradas por los populares en unas elecciones en Euskadi fueron las generales de 2000 y las autonómicas de 2001, después de cuatro años de Gobierno de Aznar.

No estamos peor para 2013 que antes”, defiende un parlamentario del PP

“No estamos en peores condiciones para afrontar las autonómicas que ayer. Incluso con un Gobierno fuerte en España creo que son mejores”, sugiere un miembros de la ejecutiva del PP.

Responsables populares vascos opinan que Rajoy va a “dar juego” al PNV tanto en materia económica como en el proceso abierto tras el cese definitivo de ETA, en el que los populares siempre han destacado la importancia de contar con los peneuvistas. Eso sí, destacan que esa relación será más compleja si el PNV acelera su perfil soberanista para competir con Amaiur. “El PNV sabe que si opta por la moderación estamos aquí, pero no vamos a subir al monte a bajarlo”, ironiza un alto responsable popular.

Junto a ello hay que considerar la buena sintonía que peneuvistas y PP mantienen en materia económica y fiscal, especialmente entre las dos Diputaciones que gobiernan. Tras el acuerdo global en materia tributaria cerrado ayer entre Bizkaia y Álava, los populares miran factible abstenerse para facilitar la aprobación de los presupuestos vizcaínos y esperan reciprocidad con sus cuentas en Álava. Uno de los puntos claves en este juego a tres va a ser la actitud del Gobierno, el PNV y las Diputaciones ante las reformas que va a empezar a plantear el Ejecutivo central.

Los constitucionalistas consideran que tanto en sus filas como entre las del PNV debe abrirse una reflexión sobre el hecho de que Amaiur aglutine casi en exclusiva a los nuevos votantes.

Tanto en el PSE como en el PP no se ocultan reflexiones críticas sobre el otro por el papel jugado en los comicios y el ascenso nacionalista. “Es poco comprensible que con un discurso inteligente y más abierto, el PP no haya sido capaz de aprovechar la ola”, asevera un socialista. Del otro lado, hay mayor acidez: “Tanto el PNV como el PSE han engordado la legitimación del mundo radical. Los primeros se han embarcado en una batalla más nacionalista y el PSE muestra debilidad y está actuando con muchos complejos”.

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Sobre la firma

Javier Rivas
Forma parte del equipo de Opinión, tras ser Redactor Jefe de la Unidad de Edición y responsable de Cierre. Ha desarrollado toda su carrera profesional en EL PAÍS, donde ha trabajado en las secciones de Nacional y Mesa de Cierre y en las delegaciones de Andalucía y País Vasco.

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