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Rajoy busca abrumar con cifras y un tono moderado

El candidato del PP prepara el debate con Rubalcaba con fichas por temas, como en un examen

Mariano Rajoy, candidato del PP a La Moncloa.
Mariano Rajoy, candidato del PP a La Moncloa.EFE

"¿A ustedes qué les parece? ¿Estamos mejor que hace cuatro años? Depende de a quién le hagamos la pregunta, si se la hacemos al señor Zapatero, nos dirá que estamos en el mejor de los mundos, pero si se la hacemos a la gente, algunos nos dirán que hay cosas bien, otras regular y que en los últimos tiempos hay cosas que están mal y otras que están muy mal".

Así empezó Mariano Rajoy su primer debate frente a José Luis Rodríguez Zapatero en 2008. Ahora, explican colaboradores del líder del PP, tendrá que empezar con una descripción mucho más negra de la realidad, haciendo lo posible por convertir el paro en el centro del debate de hoy y, en lo posible, transmitir un mensaje de esperanza en el futuro, ligado a la victoria del PP.

RODRIGO SILVA / EL PAÍS

Sobre esas coordenadas, el candidato del PP preparó ayer durante todo el día en su casa su tercer cara a cara electoral. En 2008 celebró dos contra Zapatero y hoy confrontará a Alfredo Pérez Rubalcaba.

Entonces era el aspirante y líder de la oposición y se enfrentaba al presidente del Gobierno, al que exigía cuentas de su gestión. Rajoy estaba entonces obligado a arriesgar para recuperar su desventaja y, según todas las encuestas posteriores, perdió.

Hoy sale al plató preparado por la Academia de Televisión en unas circunstancias muy especiales, porque los protagonistas tendrán, en parte, los papeles cambiados. Rubalcaba responde de la gestión del Gobierno y, al tiempo, debe arriesgar y atacar a Rajoy. Y éste, con los pronósticos en la mano, se puede permitir actuar como presidente, aunque sea el líder de la oposición, y eludir la confrontación.

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El objetivo de Rajoy, según esas fuentes, es que Rubalcaba sea identificado como uno de los principales responsables de la gestión del Gobierno socialista y, por tanto, de los cinco millones de parados.

Dirigentes del PP aseguran que esta vez, Rajoy no tiene ni que perder ni que ganar, porque el debate apenas moverá votos. Rubalcaba sí tiene mucho que ganar, es casi su último cartucho, pero el líder del PP solo puede aspirar a consolidar su enorme ventaja. En 2008, los estudios del PP demostraron que los dos debates apenas movieron votos y esta vez aún menos, porque la ventaja es grande y estable y porque la repetición de la liturgia resta trascendencia al trámite.

Pese a todo la cúpula del PP aplica dos criterios tópicos: El que sale a empatar puede perder y nunca ganar y los debates los carga el diablo. Sobre el primero explican que Rajoy está volcado con el debate y que, por eso, ayer renunció a un día de campaña y que su intención es ganarlo, utilizando el argumento fundamental de la crisis.

Y sobre el segundo recuerdan que Felipe González se confió en 1993 y José María Aznar, menos dotado para la comunicación, ganó el primer debate de la democracia.

En 2008, la mayor parte del debate se centró en ETA y en la política territorial, en un momento en el que se debatía sobre el fracaso del proceso de paz y la gestión del Estatuto de Cataluña. Ahora, es evidente que Rajoy quiere que la economía lo tape todo.

El PP admite que esas cifras son la fortaleza de Rajoy y el terreno abonado para el malestar ciudadano con el PSOE. Su debilidad es su menor telegenia o capacidad de comunicación, con sus característicos guiños, ante los vertiginosos e incesantes movimientos de manos de Rubalcaba.

En 2008, Rajoy acudió al debate con el sociólogo Pedro Arriola, que no ha perdido en este tiempo la capacidad de influencia en el líder de PP. A él se le atribuye la teoría de la oposición de perfil bajo, de no hacer nada para no equivocarse y en este caso, de no confrontar para ofrecer imagen de diálogo y moderación.

Rajoy ha preparado el debate estudiando fichas elaboradas por los responsables del Grupo Popular, Soraya Saenz de Santamaría y Luis Ayllón. Su sistema es el de estudiante de oposiciones temeroso de que "le caiga" un tema no estudiado, es decir, que salga un dato o un asunto que no haya preparado. Para eso estudia las fichas que incluyen referencias a recortes en comunidades gobernadas por el PP, asunto que seguro sacará Rubalcaba.

Nunca utiliza sparrings para preparar los debates y lo que único que lleva guionizado y preparado es el párrafo de arranque y de final. En 2008 arriesgó con la famosa niña de Rajoy y ahora no es previsible nada parecido. 

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