"El 15-M es una regeneración del sistema"

Juana de Aizpuru (Valladolid, 1933) acaba de celebrar 40 años como galerista. Cinco años antes de la muerte de Franco, abrió su primer espacio en Sevilla y después amplió el negocio a Madrid. Sus exposiciones (ahora representa a 32 artistas) han sido un desfile permanente de modernidad y jamás ha dado indicaciones a sus artistas para evitar escándalos, aunque algunos fueran sonados en años incómodos. Con la misma energía de siempre y un poquito más enfadada, la fundadora de ARCO habla de las próximas elecciones.

Pregunta. ¿A quién va a votar?

Respuesta. Todavía no lo tengo decidido porque la situación no está nada clara.

P. ¿Qué cree que necesita España?

R. Que todo el mundo se conciencie de que estamos atravesando por una etapa de tremenda crisis universal y que nos demos cuenta que solamente superaremos esta situación si cada uno de nosotros realizamos un tremendo esfuerzo en nuestros respectivos ambientes y trabajo. Sobre todo se necesita la responsabilidad y el talento de empresarios y directivos para que inventen nuevas estrategias con las cuales crear puestos de trabajo para que desaparezca esta terrible carga de cinco millones de personas en el paro, que nos asfixia. Es una gran tristeza comprobar que no hay nadie que dé el paso al frente y lidere el movimiento de transformación de la sociedad. En sus manos está el porvenir ya que los políticos poco pueden hacer ante esta problemática.

P. ¿Qué echa de menos en los mensajes de los candidatos?

R. Creo que sobra tanta palabrería manoseada y faltan contenidos. A mí me aburren.

P. ¿Qué primera medida le pide que tome al presidente del Gobierno?

R. Que nada más tomar las riendas se dedique a indagar profundamente para conocer los pormenores de la situación y que sea muy claro con los ciudadanos diciéndoles la verdad y lo que se exige de cada uno de ellos, motivándoles para hacer un frente común, aunando esfuerzos.

P. ¿Qué le parece el movimiento del 15-M?

R. Que ha tardado demasiado en surgir porque realmente se estaba esperando. Ellos son como una regeneración del sistema. Mi generación luchó por la democracia y consiguió traerla a nuestro país creyendo que con ella estaba la solución de todos los problemas y colmaba los anhelos de libertad. Pero la democracia hay que renovarla constantemente, en otro caso se anquilosa, que es lo que ha ocurrido ahora. Nosotros luchamos por la libertad pero ahora hay que luchar para combatir la pobreza y su hija inevitable, la ignorancia. Los indignados son como un síntoma de la necesidad inaplazable de un cambio que va mucho más allá que el mero cambio de Gobierno. No sabemos en qué ha de consistir este cambio, esto es lo malo.

P. ¿Qué problema le inquieta más?

R. Que la sociedad se preocupe solo por tener en lugar de preocuparse por ser. Que no seamos capaces de ver las dimensiones reales de esta crisis, que no es solamente económica, sino una crisis que afecta a los cimientos en los que se apoya la sociedad, sobre todo, durante estas últimas décadas. Evidentemente la creación de puestos de trabajo, pero no unos puestos de trabajo que se basen en las mismas estructuras en que se basaban los de final del siglo XX y principios del XXI porque, si fuera así, dentro de poco volvería a ocurrir lo mismo.

P. ¿Teme algo si gana el PP? ¿Y el PSOE?

R. Que no sean capaces de encontrar el camino para atajar los enormes problemas que tiene la sociedad actual. Entre ellos la pobreza, el calentamiento de la Tierra, el poder absoluto de los mercados, etc.