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CADA PAÍS, SU CAMPAÑA

Estados Unidos, las campañas electorales más costosas

La carrera para la Casa Blanca comienza cada vez antes y es muy cara El aspirante a la presidencia tiene que contar con mucho dinero

Yolanda Monge
Barack Obama, junto expresidente de EE UU, Bill Clinton, en Orlando (Florida), durante un mitin de la campaña para las presidenciales de 2008.
Barack Obama, junto expresidente de EE UU, Bill Clinton, en Orlando (Florida), durante un mitin de la campaña para las presidenciales de 2008.EFE

Hace dos días se supo que durante la campaña presidencial del año que viene en Estados Unidos habrá cuatro debates. ¡Solo cuatro! Tres serán entre los aspirantes a la presidencia y uno entre los designados para ser el número dos del presidente. Todos serán en octubre, en la recta final de las elecciones. Visto lo visto, cuatro parece un número más que razonable. Cuando falta más de un año para las próximas elecciones a la Casa Blanca, los contendientes republicanos que aspiran a ganar las primarias de su partido ya han efectuado a fecha de hoy ocho debates –el noveno está programado para la semana que viene– y habrá media docena más antes de que acabe el año y se abra la veda de las primarias y caucus en enero.

Las campañas electorales en Estados Unidos comienzan cada vez antes y son más costosas. La que llevó en 2008 a la presidencia a Barack Obama fue la más cara de la historia, con una cifra récord de casi 1.000 millones. Gran parte de esa ingente cantidad de dinero se logró recaudar en las filas del Partido Demócrata y gracias a la ayuda de Internet, ya que por primera vez en la historia se usaron las redes sociales de forma masiva para llegar a los electores, en su mayoría jóvenes, que con aportaciones en algunos casos de solo cinco dólares crearon una poderosa máquina de ganar dinero para su candidato.

Las elecciones de 2008 también tuvieron otra peculiaridad, fueron las primeras en 80 años en las que el vicepresidente saliente no luchaba por el cargo. Todos los contendientes eran nuevos en la liza aunque John McCain hubiera intentado la nominación en 2000 frente a George W. Bush, pero no había pasado por la Casa Blanca.

Si un hombre o una mujer aspira a residir en el 1600 de Pensilvania Avenue tendrá que dotarse de mucho dinero y hacerse con un potente equipo de campaña que le acompañe a lo largo del maratón que oficialmente se inicia con las primarias de Iowa. Todos los Estados celebran primarias, donde se eligen a los compromisarios que asistirán a la Convención. El año que viene, los candidatos republicanos –los demócratas no realizarán primarias ya que Obama es el candidato de facto, pero si alguien deseara aspirar al puesto podría hacerlo– se desplazarán el 3 de enero hasta Des Moines (Iowa) para dar comienzo al ritual de elección de compromisarios entre los campos nevados del medio oeste que elijan a la persona que compita por el poder frente a Obama. La siguiente cita será el día 10 en New Hampshire… y así hasta que el 26 de junio se cierre el proceso en Utah, ya con todos los compromisarios preparados para la Convención.

En las Convenciones se hace la elección final de candidato con todos los compromisarios reunidos. De nuevo, los demócratas no tienen dudas sobre su candidato y llegaran al día 3 de septiembre en Charlotte (Carolina del Norte) con la figura de Obama en el cartel –se da por hecho que también Joe Biden, actual vicepresidente estará en la lista de 2012, pero esto podría cambiar–. Días antes, el 27 de agosto, el Partido Republicano decidirá quién correrá –como se dice en el argot– por la Casa Blanca. A partir de entonces, se desatará una lucha frenética que concluirá el primer martes después del primer lunes de noviembre de 2012 o lo que es lo mismo, el día 6 de noviembre. Proceso largo, costoso y fatigoso. Pero apasionante.

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Sobre la firma

Yolanda Monge
Desde 1998, ha contado para EL PAÍS, desde la redacción de Internacional en Madrid o sobre el terreno como enviada especial, algunos de los acontecimientos que fueron primera plana en el mundo, ya fuera la guerra de los Balcanes o la invasión norteamericana de Irak, entre otros. En la actualidad, es corresponsal en Washington.

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