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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Reforma laboral y empleo

Ignacio Fernández Toxo

Se acercan las elecciones generales y los partidos políticos ultiman con deliberada ambigüedad sus programas electorales. Unos para no decir algo de lo que más tarde puedan arrepentirse; otros para prometer ahora lo que no hicieron antes. Sea como fuere, un tema vuelve a ser recurrente en el debate electoral: la reforma del mercado de trabajo.

Desde que el Gobierno giró bruscamente su política en la primavera de 2010 y puso en marcha un paquete de medidas de marcado carácter antisocial, entre las que destacaba una reforma laboral que abarataba el despido, simplificaba en clave empresarial la contratación, consolidaba la dualidad del mercado de trabajo y apuntaba fuertes desequilibrios en el desarrollo de la negociación colectiva, no ha cesado el debate sobre la eficacia de una medida como la citada para la creación de empleo. Si la experiencia sirve para algo, deberíamos convenir que la reforma laboral 16 meses después ha dado la razón al movimiento sindical: más del 21% de paro, el 45% de paro juvenil, cinco millones de personas en el desempleo, una tasa de temporalidad muy por encima de la media europea y un mercado de trabajo golpeado por la precariedad. La ecuación es simple: reforma laboral más reducción del gasto igual a menos crecimiento y más desempleo.

Lo dijimos entonces y lo repetimos ahora: la economía española creará empleo cuando recupere la senda del crecimiento y los poderes públicos asuman su responsabilidad en el impulso de los estímulos fiscales y la inversión. Solo así será posible contagiar a la iniciativa privada y avanzar hacia un esfuerzo conjunto de reactivación económica y creación de puestos de trabajo. Por eso, CC OO propuso hace dos años, y lo vuelve a proponer ahora, un pacto por el empleo, con participación de todos los actores (Gobierno, sindicatos, organizaciones empresariales, partidos y comunidades autónomas, que aborde la política de rentas, los precios, la vivienda, la fiscalidad, el sistema financiero y el empleo joven.

CC OO se dirige, en este sentido, a los partidos políticos para que no pasen de puntillas sobre el problema más grave de la economía española y causa directa de dramas personales y familiares: el desempleo. Hay que comprometerse. No basta la retórica publicitaria. Hacen falta medidas para la reactivación económica y el empleo. De la crisis hemos de salir preservando los pilares básicos del Estado de bienestar: sanidad, educación, sistema público de pensiones, protección por desempleo y atención a la dependencia.

Ignacio Fernández Toxo es secretario general de CC OO.

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