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La división diluye el Día de Euskadi

El PNV se desmarca de una fiesta impulsada por PSE y PP que Bildu ni celebra

l PP presentó ayer en Bilbao a sus candidatos para el Congreso y el Senado de cara a las generales del 20 de noviembre. / fernando domingo-aldama
l PP presentó ayer en Bilbao a sus candidatos para el Congreso y el Senado de cara a las generales del 20 de noviembre. / fernando domingo-aldama

Euskadi disfruta hoy de su día, una fiesta que es oficial por primera vez, pero que no se celebra con el consenso de los partidos. Más bien al contrario. La unidad que las grandes fuerzas han evidenciado en la lucha contra el terrorismo y el entendimiento al que aboca el nuevo escenario político derivado del cese definitivo de ETA no han podido evitar la diferencia de criterio que las principales siglas mantienen sobre el Estatuto vasco, cuyo aniversario se cumple hoy y justifica que el 25 de octubre esté marcado en rojo en el caleNdario. La división diluirá, en consecuencia, una conmemoración en la que Bildu ni siquiera tomará parte.

Tras dos años en los que la celebración de la efeméride se había reducido a un acto institucional, debido a que el calendario festivo estaba ya establecido de antemano, el Gobierno socialista ha conseguido trasladar al fin a la sociedad la importancia de una fecha que considera clave en la historia del País Vasco. Pese a las ambiciones del nacionalismo y a reconocer que aún no se ha completado la transferencia de las competencias en él recogidas, el PSE ha protagonizado, desde su acceso al Ejecutivo, una enardecida defensa del Estatuto como el “punto de unión entre los vascos”.

La celebración del denominado Día de Euskadi fue uno de los símbolos del cambio sobre el que quiso apoyarse el nuevo Gobierno vasco tras las pretensiones de un nuevo estatuto político que abanderó el anterior lehendakari Juan José Ibarretxe. De hecho, la propuesta inicial partió de su socio preferente, el PP, coincidente con los socialistas al defender el grado de autogobierno y autonomía que el actual marco ha propiciado y al reivindicar la unidad en torno a su defensa. La iniciativa, sin embargo, solo cuenta con el apoyo añadido de UPyD, pese a las reiteradas llamadas a la unidad en esta materia.

Los demás partidos seguirán su propio camino. El PNV se ha decantado por celebrar en la Casa de Juntas de Gernika un acto alternativo con el que marcar su propio discurso. Acostumbrados a denunciar el incumplimiento del Estatuto y tras facilitar su desarrollo durante la presente legislatura en el Congreso, los nacionalistas han vuelto a esgrimir el proyecto de un “nuevo estatus político” para Euskadi como reto. Una reivindicación que plantean como gancho alternativo a las propuestas más rupturistas de Bildu, coalición con la que se apresta a disputar la hegemonía entre el electorado nacionalista.

La distancia de posturas la agrandará incluso Bildu, que ha renunciado a celebrar una fiesta que considera ajena y contra la que ni siquiera pudo votar en contra en el Parlamento, al carecer de representación por la ilegalización de la izquierda abertzale. El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, anunció ayer que no acudirá a los actos de conmemoración y que su Gobierno trabajará hoy “con normalidad”. Entre la coalición, la posición más compleja la asumirá EA, que no festejará el Estatuto, pero sí asistirá al acto oficial en el que se entregará la Cruz del Árbol de Gernika al exlehendakari Carlos Garaikoetxea.

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