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Un año de trabajo en los campamentos de Tinduf

Gonyalons decía que las revueltas árabes eran una esperanza para los saharauis

Enric Gonyalons.
Enric Gonyalons.

La noticia del secuestro de tres cooperantes en Tinduf cayó ayer como un jarro de agua fría en la sede central de Mundubat, la ONG vasca a la que está vinculado el joven Enric Gonyalons, de 26 años. Se trata de un mallorquín de origen, pero afincado en Bilbao desde que decidió convertirse en profesional de la cooperación internacional y realizó un curso de ayuda humanitaria en la Universidad de Deusto, en la capital vizcaína. Tras completar las preceptivas prácticas de seis meses en Colombia, se desplazó hasta los campamentos de refugiados saharauis de Tinduf, en Argelia, donde suma ya un año de trabajo.

Activo deportista y exjugador de fútbol en las categorías inferiores del Atlético Baleares, Gonyalons es el coordinador de los cuatro responsables de Mundubat que realizan labores en Tinduf. Su familia, residente en Marratxí, junto a Palma, siguió ayer con tensión las noticias llegadas desde los campamentos de refugiados. El pasado mes de abril, durante una entrevista en IB3 Radio, el cooperante reveló que las revueltas árabes que entonces se iniciaban suponían una esperanza para los saharauis, al abrir la puerta a cambios políticos, según informa Andreu Manresa.

Desde la sede central de Mundubat, en Bilbao, se mostraron conmocionados con una noticia que reavivó el recuerdo de un compañero de la organización asesinado hace una década en Colombia, a manos de grupos paramilitares. También hace años, otro cooperante fue secuestrado en Guatemala, aunque en aquella ocasión sin consecuencias. Por eso, el presidente de la ONG, Iñaki Markiegi, instó a “mantener la máxima prudencia”, antes de preparar los papeles para desplazarse en persona hasta Tinduf. El Gobierno vasco, por su parte, emitió un comunicado de urgencia en el que condenó lo sucedido y anunció la “activación del protocolo de seguridad”. La directora de la Agencia Vasca de Cooperación, Marta Ares, fue la encargada de ponerse en contacto con los familiares de Gonyalons. También el Ejecutivo balear expresó su preocupación por lo ocurrido y exigió la liberación de los secuestrados.

Gonyalons forma parte de una ONG que supera la decena de delegaciones entre España y América. Nació en 1988, como parte de la extensa red de organizaciones humanitarias asentadas en Euskadi, con el objetivo de defender los derechos de los pueblos más pobres y oprimidos. En la actualidad cuenta con 70 cooperantes repartidos por 12 países de Latinoamérica, África y Oriente Próximo: México, Cuba, Honduras, Guatemala, El Salvador, Nicaragua, Bolivia, Colombia, Brasil, Mozambique, Palestina y Sáhara Occidental. Solo en sus proyectos del pasado año, Mundubat invirtió casi 8,5 millones, financiados, en su mayor parte, por instituciones vascas como el Gobierno autónomo, las Diputaciones territoriales y varios Ayuntamientos. También colaboraron Administraciones de Navarra, Aragón o Cantabria.

El Sáhara Occidental supone el principal escenario de intervención para Mundubat. A los campamentos de refugiados saharuis dedicó en 2010 un tercio de la inversión humanitaria, 2,8 millones.

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