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Las previsiones del Gobierno, arruinadas

El sueño de una pronta recuperación en el mercado laboral se ha volatilizado

Alejandro Bolaños

El sueño de una pronta recuperación en el mercado laboral se ha volatilizado. Los datos recopilados en septiembre por los servicios públicos de empleo dan la puntilla a las previsiones del Gobierno, que confiaba en que el año se saldara, por primera vez desde 2007, con más puestos de trabajo que el anterior. Las cifras del mes pasado abren paso a otro repunte sostenido del paro, un escenario funesto después de tres años de crisis. “Vamos a una segunda oleada de destrucción de empleo”, advirtió el secretario general de UGT, Cándido Méndez.

El incremento del paro registrado en 95.817 personas respecto a agosto es el mayor aumento en un mes de septiembre en la serie manejada por el Ministerio de Trabajo, que comienza en 1996. Tampoco hay rastro de una subida así para este mes en la estadística del Ministerio de Economía, que se retrotrae a 1964.

La quiebra en la incipiente recuperación del mercado laboral se insinuó en el arranque del verano y ha acabado siendo flagrante al cierre de la temporada estival. “El aumento del paro en septiembre casi duplica el incremento del año pasado”, glosó la secretaria de Estado de Empleo, Mari Luz Rodríguez. No solo eso: septiembre es, desde enero, el primer mes en el que la cifra de paro registrado empeora a la de 2010. En esa comparación anual, la diferencia se había cerrado hasta marcar un aumento del 3% en mayo, tras 14 meses de paulatina moderación. En septiembre, la tasa interanual se ha ampliado hasta el 5,2%, lo que eleva el número total de parados registrados a 4,23 millones de personas.

“El final del año será peor de lo que esperábamos”, avisa Valeriano Gómez

Los servicios concentraron el 80% del aumento del paro, lo que Trabajo relacionó con el fin de la contratación por la temporada turística. Excepto en los mejores años del mercado laboral (el trienio 2005-2007), septiembre suele ser un mes en el que sube el paro registrado. Al fin de esos contratos estivales se suma la incorporación de personas que no tenían empleo, singularmente jóvenes que han acabado su formación. El colectivo sin empleo anterior aumentó esta vez en 18.986 personas, un alza mensual del 1,06%. El efecto de los ajustes completa un cuadro tenebroso.

La evolución del empleo, reflejada en los datos de afiliación a la Seguridad Social, no va mucho mejor. En septiembre, el número de afiliados bajó en 64.956 personas, una cifra también mayor que la de 2010, pero no tan abultada como la del paro registrado. La comparación anual refleja otra vez aquí una preocupante tendencia al alza en la destrucción de puestos de trabajo. Y la contratación estable no arranca, pese a la reforma laboral.

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“A la luz de estas cifras, tengo la impresión de que el último trimestre va a ser peor de lo que preveía el Gobierno”, asumió el ministro de Trabajo, Valeriano Gómez, en declaraciones a la Cadena SER. El Ejecutivo vaticinó que en 2011 se crearía empleo por primera vez desde la irrupción de la crisis, con cerca de 50.000 puestos de trabajo más que el año pasado. Pero en la primera mitad del año se destruyeron 100.000 empleos. Y no hay señal alguna de que vayan a recuperarse antes de fin de año.

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