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Cascos congela la financiación de servicios sociales de 78 ayuntamientos

Los alcaldes amenazan con suspender prestaciones y despedir a funcionarios si no cobran

Joaquín Gil
El presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno
El presidente del Principado de Asturias, Francisco Álvarez-Cascos, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de GobiernoJ.L.Cereijido

El Principado de Asturias mantiene congeladas las transferencias de educación y políticas sociales de los 78 ayuntamientos de la región. El parón se produce desde el 15 de julio, coincidiendo con la investidura de Francisco Álvarez-Cascos (Foro Asturias), que gobierna en minoría con un programa basado en la “austeridad y la lucha contra el despilfarro”.

Las partidas congeladas representan hasta el 15% del presupuesto anual de los consistorios y sirven para financiar el mantenimiento de conservatorios, escuelas infantiles para niños de hasta tres años y programas de atención domiciliaria enmarcados en la ley de la dependencia, entre otras prestaciones sociales cuya continuidad queda ahora en el aire.

Los fondos, según ha podido saber EL PAÍS, corresponden a la compensación del Gobierno autónomo a los ayuntamientos por los servicios que asumen fuera de sus competencias.

La parálisis de las transferencias centrará la asamblea de la Federación Asturiana de Concejos (FACC) del próximo día 11. El futuro presidente de la institución, que agrupa a los 78 consistorios asturianos, el alcalde socialista de Pravia, Antonio de Luis Solar, califica de “muy preocupante” la situación y lanza un ultimátum: “Si el Principado no nos paga [a los ayuntamientos], suspenderemos los servicios e, incluso, podríamos despedir a trabajadores”. Solar acusa al Ejecutivo de Álvarez-Cascos de congelar transferencias autorizadas por su antecesor, el socialista Vicente Álvarez Areces.

EL PAÍS ha intentado sin éxito recabar la opinión del Principado desde ayer.

Tijeretazo de 156 millones

J. G.

El Gobierno de Asturias, que preside en minoría desde julio Francisco Álvarez-Cascos (Foro Asturias), ha tomado este martes su primera decisión de calado: un recorte del gasto de 156 millones de euros del presupuesto en curso. La reducción, que representa el 1% del PIB regional, pretende combatir el déficit (1,37% en el pasado primer semestre), según fuentes del Principado.

El recorte ahorrará a la administración el 3,65% de las cuentas públicas de este año. Cascos ha dicho que la tijera no afectará a las prestaciones sociales y sólo persigue cumplir con los objetivos de estabilidad presupuestaria. Los recortes afectarán a la “reprogramación de inversiones plurianuales” de la Consejería de Fomento, que concentra la mayor parte de las presupuestos, y también a cada pública Televisión del Principado (RTPA), cuya partida se reduce en 53,5 millones de los que 11,3 millones corresponden a las transferencias de capital previstas en 2011.

La Asociación de Empresarios Audiovisuales del Principado de Asturias ha remitido una carta al presidente de RTPA, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, donde denuncian una demora en los pagos que -según dicen- pone en riesgo la continuidad de 40 empresas del sector y los empleos de 500 trabajadores.

El acuerdo del Consejo de Gobierno establece como objetivos la ejecución de un plan para la reducción de 300 vehículos oficiales de los 691 turismos acreditados en el parque móvil del Principado así como la supresión de mil de las 2.311 líneas de teléfono móvil y la reducción del gasto en material de oficina y dietas.

Por otra parte, Alvarez-Cascos ha calificado de "falsedad metafísica" la afirmación de quienes dicen que el Gobierno que él preside está llevando a cabo una estrategia para retrasar pagos a proveedores y a empresas con el objetivo de asfixiarlas.

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Sobre la firma

Joaquín Gil
Periodista de la sección de Investigación. Licenciado en Periodismo por el CEU y máster de EL PAÍS por la Universidad Autónoma de Madrid. Tiene dos décadas de experiencia en prensa, radio y televisión. Escribe desde 2011 en EL PAÍS, donde pasó por la sección de España y ha participado en investigaciones internacionales.

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