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El 20-N en 10 claves y algunas peculiaridades

Las elecciones generales son la cita definitiva para la culminación del cambio político en España

Si el 20-N se repitieran los resultados de las últimas elecciones municipales, el PSOE perdería 53 escaños en 22 ciudades.
Si el 20-N se repitieran los resultados de las últimas elecciones municipales, el PSOE perdería 53 escaños en 22 ciudades.MARIANO ZAFRA

El próximo 20 de noviembre se eligen 350 diputados y 208 senadores en una cita que todos los expertos consideran definitiva para la culminación del cambio político en España que se inició el pasado mes de mayo con la victoria aplastante del PP en los comicios locales y autonómicos. Hay 35.701.969 ciudadanos con derecho a voto (700.000 más que en la última convocatoria de este tipo celebrada en marzo de 2008) que podrán depositar sus papeletas en 221.179 urnas. Tras 30 años largos de democracia y diez elecciones generales celebradas, la cita del 20-N tiene algunas peculiaridades:

Más desempleo que nunca

Nunca hubo tantos parados (4.833.700, según la última Encuesta de Población Activa); nunca se perdieron tantos trabajos en un solo mandato; nunca hubo tanta protección social como ahora. Si todos los desempleados con derecho a voto creasen un partido y se votasen a sí mismos serían la tercera fuerza política en el Congreso y, sin su apoyo, ningún partido tendría mayoría absoluta.

Son las elecciones generales con menos amenaza terrorista de la historia y con ETA más debilitada que nunca

El regreso de Batasuna

Vuelve la izquierda abertzale que más simpatiza con ETA a unas elecciones generales (la última vez que se presentó fue en 1996, obtuvo dos escaños con 181.304 votos). Ahora lo hará en una coalición donde se juntan Bildu y Aralar, que en las últimas elecciones municipales del pasado mes de mayo obtuvieron más de 345.000 votos. Si repiten esos resultados el 20-N, pueden lograr grupo parlamentario propio en el Congreso con cinco diputados.

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Si los sondeos no fallan, puede ser el parlamento más fragmentado de la democracia con más de una decena de partidos representados.

Vicepresidente contra vicepresidente

Por primera vez, se enfrentan por el Gobierno de España dos candidatos que han sido antes vicepresidentes y ministros del Interior (Rajoy y Rubalcaba).

Como en 1996

El partido en el Gobierno parte en las encuestas con una desventaja similar a la que registraban los sondeos en las elecciones de 1996. Entonces, otorgaban al PP de José María Aznar algo más del 42% de voto con lo que rozaba la mayoría absoluta (176 diputados) y al PSOE de Felipe González, el 33% con 120 escaños. Al final, en las urnas el PP solo aventajó al PSOE por menos de 300.000 votos y un 1,16% de diferencia porcentual. En escaños, el PP obtuvo 156 y el PSOE, 141.

Si el PP gana las próximas elecciones generales y forma Gobierno, nunca habrá habido en la historia de la democracia española un partido con tanto poder institucional

Sin ETA

Son las primeras elecciones generales de la democracia sin amenaza terrorista. ETA ha anunciado el "cese definitivo" de la violencia (hacía más de dos años que no cometía atentados mortales en España y apenas contaba con 50 efectivos por la presión de las Fuerzas de Seguridad del Estado), pero la respuesta a este compromiso unilateral no se producirá hasta la formación del nuevo Gobierno.

Con muchos recortes

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Si el PP vence, Mariano Rajoy tiene una receta que repite en cada mitin: Confianza

Otras claves

Además de estas peculiaridades de las úndecimas elecciones generales en la historia de España, hay otras claves para entender lo que está en juego el próximo 20 de noviembre en España.

1.- El mayor giro a la derecha en democracia. Si el PP gana las próximas elecciones generales y forma Gobierno, nunca habrá habido en la historia de la democracia española un partido con tanto poder institucional ni un primer partido de la oposición con tan poco. Tras el éxito en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, el partido de Mariano Rajoy (que intenta el asalto a La Moncloa por tercera vez en su carrera política) gobernará en la administración central, en la mitad de los 8.116 ayuntamientos y en 11 de las 17 comunidades autónomas. De sus feudos tradicionales, al PSOE ya solo le queda Andalucía, que celebra elecciones en seis meses.

2.- El descalabro del PSOE en tiempo récord. El PSOE de Felipe González se mantuvo 14 años en el poder y su deterioro fue muy lento, hasta el punto de que ganó en 1993 acorralado por los casos de corrupción y la diferencia con el PP en las elecciones generales que desbancaron a los socialistas del poder en 1996 fue inferior a 300.000 votos. Muchos socialistas confían en ese precedente y en el “sentido común” de los ciudadanos para no entregar todo el poder político e institucional de España al PP. El PSOE, golpeado por la peor crisis económica de la historia y por un paro inigualable en toda la Unión Europea, ha perdido en muy pocos años el inmenso poder institucional logrado desde la llegada de Zapatero al liderazgo del partido. Ahora, el presidente del Gobierno es una sombra de la que huyen los estrategas electorales del PSOE. Es uno de los finales más tristes de un presidente en la actual etapa democracia.

Si el PSOE sigue en el poder promete nuevos impuestos, entre ellos una reformulación del actual tributo que grava los patrimonios más altos y otro sobre la banca

3.- Más impuestos para los que más tienen o “depende”. Si el PP vence, Mariano Rajoy tiene una receta que repite en cada mitin. Confianza para recuperar la actividad económica para crear empleo para que coticen más trabajadores para recaudar más dinero para garantizar el estado del bienestar social. En la cúspide de su fórmula mágica, una palabra: confianza. De subir impuestos no hay noticias en el PP, que tan sólo admite mantener hasta 2013 el recién instaurado Impuesto sobre el Patrimonio.

Si el PSOE sigue en el poder promete nuevos impuestos, entre ellos una reformulación del actual tributo que grava los patrimonios más altos y que el propio PSOE eliminó en 2008 para recuperarlo hace una semana en vísperas electorales. También aprobará un impuesto a los bancos para las transacciones financieras y otro para los que contaminan más. Los partidos que pueden ser decisivos para formar mayorías sólidas en el Congreso, son más partidarios de crear impuestos para los ricos con los que aumentar la recaudación que de mantenerla actual estructura fiscal en España.

4.- Vuelta a la vieja ley del aborto. El PP ha anunciado que derogará la actual normativa que despenaliza la interrupción voluntaria del embarazo para regresar a la ley que estuvo vigente en España entre 1985 y 2009. Respecto a la Ley del Matrimonio Homosexual, el PP aguardará a la decisión del Tribunal Constitucional, que tiene que resolver un recurso,antes de tomar una decisión. El PSOE pretende mantener estas leyes y si gobierna después del 20-N ha prometido una Ley de Muerte Digna que no de Eutanasia.

5.- Los fantasmas de Izquierda Unida. A pesar del giro a la derecha registrado en España por el último termómetro (las elecciones municipales y autonómicas de mayo), la dirección de IU cree que este es su momento para remontar. En aquellos comicios, IU subió por primera vez tras 15 años de caída. Ganó solo 200.000 votos del millón y medio que perdió el PSOE, pero subió. Ahora confían en arañar bastante más: del 15-M, de los descontentos del PSOE que quieren volver a tirar de él a la izquierda, delos desempleados a los que, asegura la dirección, llevan años dando voz… El fantasma del “voto útil” (electorado ‘propio’ que vota al PSOE por miedo al PP) parece esta vez más aplacado; pero hay fantasmas nuevos: la competencia de Equo, o la posibilidad de que UPyD desbanque a IU como tercera fuerza política nacional.

6.- La bisagra de CiU. Cataluña puede ser el laboratorio de una futura alianza de ida y vuelta. CiU se apoya en el PP para garantizarse la estabilidad parlamentaria que le permite gobernar con tranquilidad en Cataluña y, a cambio, podría prestarle los apoyos necesarios a Rajoy en caso de que no obtenga la mayoría absoluta. Aunque les separan cosas que en Cataluña se consideran sagradas, como el Estatuto o la política de inmersión lingüística que se aplica en las escuelas, la necesidad de gobernar sin sobresaltos puede hacer de esta una amistad muy duradera.

7.- Las proclamas de los indignados llegan a los programas del 20N. El candidato socialista Alfredo Pérez Rubalcaba ha amagado promesas que tienen un leve sonido a las proclamas de los indignados que se juntaron en el Movimiento 15-M, como la reforma del sistema electoral ola participación ciudadana en los plenos del Congreso. En IU reivindican que muchas de sus propuestas, ahora y antes, fueron recogidas en las concentraciones de la Puerta del Sol. Otros partidos, como el nuevo Equo, también reivindican mejoras que se incluían en las tablas reivindicativas delos indignados.

8.- UPyD busca la reválida. Con solo cuatro años de vida cumplidos en septiembre y apenas 6.700 afiliados, Unión Progreso y Democracia (UPyD), que nació con unas generales, se enfrenta a las segundas con la aspiración de alcanzar o incluso superar a IU. Sus cuatro convocatorias electorales han sido cuatro éxitos:generales de 2008 (306.000 votos –tantos como el PNV-, una diputada: Rosa Díez), autonómicas vascas de 2009 (un diputado), europeas de 2009(450.000 votos, un eurodiputado, tercera fuerza política en 32 de las 52capitales de provincia) y municipales de 2011 (465.000 votos, 152 concejales,ocho diputados regionales en Madrid).

9.- Los recortes en las autonomías. Nunca la gestión de las comunidades autónomas estuvo tan presente en una campaña electoral nacional. Pero la crisis ha golpeado con tanta fuerza las arcas regionales, que muchas autonomías carecen de liquidez para pagar sus facturas del próximo mes. Y algunos gobiernos autónomos han optado por prescindir de cientos de profesores interinos (Madrid, Castilla-La Mancha), recortar salarios (Baleares), o aplazar el pago a proveedores (Cataluña). En torno a ese modelo de gestión en tiempos de crisis se han desencadenado las principales reyertas electorales. Los socialistas intentan colar la idea de que los gobiernos del PP recortan por donde más duele a los más desfavorecidos (sanidad y educación) mientras ellos suben impuestos a los que más tienen para favorecer a los más pobres. Mientras, el PP recuerda que la situación agónica que sufren las autonomías es el mayor ejemplo de la ineficacia de las políticas del Gobierno socialista para salir de la crisis.

10.- Las consecuencias de una derrota para Rajoy y para Rubalcaba. A la tercera va la vencida de Mariano Rajoy. Si no es presidente del Gobierno después del 20M, su carrera política estará definitivamente acabada. Nadie ha tenido unas circunstancias tan favorables para arrasar en unas elecciones.

Del tamaño de la derrota electoral depende en parte el futuro liderazgo del PSOE. Si los socialistas mantienen el Gobierno, Rubalcaba será el nuevo líder incontestable del partido. Si pierde las elecciones y sus resultados quedan por debajo de 140 escaños, según algunos dirigentes de este partido, se abrirá la batalla por la sucesión del candidato.

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