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"Hoy se ha impuesto, con rotundidad, el triunfo democrático"

Reproducimos la parte del discurso de Patxi López dedicada a ETA

La viñeta de El Roto.
La viñeta de El Roto.

De los 56 folios del discurso pronunciado hoy por Patxi López, el lehendakari ha dedicado 12 a ETA. Reproducimos la parte de su intervención sobre la banda terrorista.

UN COMPROMISO CON LA LIBERTAD Y LA CONVIVENCIA DEMOCRÁTICA

La violencia terrorista ha sido la losa que hemos soportado. Ha sido la niebla sucia que ha manchado y contaminado todo.

Hay una parte importante de la población vasca que no ha conocido otra cosa. Que ha vivido una democracia demediada, amputada, porque no ha habido libertad plena ni igualdad entre los ciudadanos.

Hay gente que nació en una dictadura y que ha visto truncado el sueño de una democracia libre y plena en Euskadi por la existencia del terrorismo.

En el acto de reconocimiento a las victimas celebrado el año 2009habló una mujer: la madre de un guardia civil asesinado hacía pocos meses en Mallorca. Al acercarse al micrófono lanzó un deseo, y en el momento de decirlo un halo de dignidad envolvió su figura, creando un muralla moral, infranqueable,entre los asesinos de su hijo y la madre del asesinado. Dijo: “Pido que mi hijo sea el último”.

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Y porque ha habido personas así en Euskadi y en el resto de España.Por frases así, por esa convicción moral de que la convivencia democrática es superior a los planteamientos totalitarios de quienes asesinan al que piensa diferente, por eso, hemos podido vencer al terrorismo. Por eso hemos logrado que, cada vez, la sociedad española y vasca sea más libre y democrática. Pero hemos pagado un alto precio.

Hoy día 29 de septiembre es el aniversario de 5 asesinatos; tres cometidos por ETA y dos por el Grapo. Mañana, día 6, es el aniversario de tres personas asesinadas por ETA.

Y ayer fue el de otros cuatro asesinatos: tres cometidos por ETA y uno por el Batallón Vasco Español.

Antes de ayer fue el aniversario de los últimos fusilamientos de la dictadura, pero también, el de una persona asesinada por el Grapo y de otra por ETA.

Casi todos los días de nuestro calendario están manchados de rojo por la sangre derramada.

La violencia ha tenido una presencia permanente entre nosotros: una violencia que queremos dar por terminada para siempre.

Verán, con el fin de la dictadura comenzó la transición en toda España. Pero no es algo que ocurrió de repente: España no se acostó siendo una dictadura y despertó al día siguiente siendo una democracia.

La transición española fue una doble transformación:

La transformación de un estado dictatorial y totalitario, en otro democrático, que respeta la libertad.

Y la transformación de la sociedad, hacia una sociedad plural, libre y tolerante, abandonando los comportamientos totalitarios y aceptando los valores, las reglas y las instituciones democráticas.

Y en este avance hay momentos que marcan hitos de no retorno: en el conjunto de España fue la aprobación, en el 78, de la Constitución, y en Euskadi se le sumó la aprobación, el año 79, del Estatuto de Gernika.

Pero en Euskadi hemos vivido una transición particular, específica.Una transición larga y dolorosa que hemos finalizado porque hemos iniciado ya un nuevo tiempo para cerrar definitivamente un pasado lastrado por la omnipresencia del terrorismo.

La transición vasca se convirtió en una larga marcha hacia la libertad que ha tenido que superar enormes obstáculos y problemas.

Porque quisiera recordar que la violencia terrorista en nuestro país ha sido profundamente antidemocrática, en el sentido de que ha sido siempre enemiga de la democracia: ETA ha matado sobre todo en democracia. El mayor poder intimidatorio de ETA lo ha adquirido atacando a las instituciones democráticas, con la pretensión política de negarlas: los dos grandes enemigos a batir de ETA han sido el sistema democrático y nuestro autogobierno.

Democratización del Estado de Derecho

Y esto, también, retrasó la democratización y la depuración del Estado y sus estructuras públicas, hasta convertirse en Estado de Derecho totalmente democratizado.

No disolvimos un Estado y construimos otro desde la nada. Nos marcamos el reto de modificar y democratizar el Estado Totalitario que habíamos heredado.Y nos costó tiempo. Elementos totalitarios y antidemocráticos permanecieron incrustados en el sistema más tiempo del que nos hubiera gustado.

Resistencias a no abandonar las prácticas heredadas del Estado totalitario que buscaban su justificación ilegítima en el ataque terrorista.Los abusos de poder policial y, sobre todo, esa lacra de todo estado totalitario que son las torturas, perduraron un tiempo en las estructuras del Estado que estábamos transformando.

Y también ha habido prácticas, que abandonando el Estado de Derecho,buscaron poner fin al terrorismo de ETA con otros terrorismos, como el BatallónVasco-Español o el Gal que pertenecen al pasado, pero que se hacen presentes en el recuerdo de sus víctimas.

Las actuaciones ilegales y antidemocráticas que ejecutaron funcionarios públicos, han tenido una especial perversidad porque actuaban en nombre del Estado de Derecho y debilitaban los argumentos de los defensores dela democracia.

Y yo quiero volver a reconocer la verdad de lo acontecido y volver a repudiar aquellos hechos, para legitimar nuestro sistema democrático actual que, hace ya tiempo, supo superar y erradicar las lacras del pasado.

Y quiero reivindicar, con orgullo, que tenemos uno de los sistemas democráticos más modernos, y que garantiza mayores libertades a la ciudadanía.

No hemos tenido un kilómetro cero entre el Estado heredado de la dictadura y el Estado de derecho plenamente democrático que hoy disfrutamos.Hemos tenido un largo camino hacia la libertad que nos ha costado mucho sufrimiento y esfuerzo, pero ha sido también la mayor victoria de nuestra transición particular.

Democratización de la sociedad vasca

Antes he comentado que las víctimas, los asesinados, son la expresión más clara y brutal de la acción terrorista. Pero el terrorismo no es sólo eso.Si fuera así, ETA sólo sería un grupo de vulgares criminales despreciado por todos. El terrorismo es peor, busca otros objetivos que los de matar: busca acallar la voz libre de las personas y someterlas a su proyecto político totalitario y excluyente.

El terrorismo tiene unas consecuencias desoladoras en el conjunto dela sociedad: genera miedo y amputa la libertad de la ciudadanía. Crea un permanente estado de desigualdad para las personas que tienen planteamientos políticos diferentes a los de los terroristas. Crea una moral colectiva mermada por la amenaza y el miedo.

El terrorismo ha creado desigualdad política en la sociedad vasca porque la violencia terrorista no ha sido una violencia aleatoria; los asesinatos cometidos, las bombas que han estallado han tenido objetivos concretos.

El terrorismo se ha alzado con el poder sobre la vida y la muerte dela ciudadanía. Se ha adjudicado a sí mismo el poder de determinar quién vive y cómo muere un ciudadano, uniendo al asesinato el oprobio a la vida del asesinado.

Y durante demasiado tiempo la ciudadanía vasca ha habitado en una convivencia malsana, viciada y trufada de connivencias y silencios cómplices.

Por eso nuestro mayor problema, el problema más importante de la ciudadanía vasca no sólo ha sido (con ser gravísimo), que unas personas totalitarias matasen a los ciudadanos que pensaban diferente, sino también que había personas, colectivos, que estaban de acuerdo en asesinar para imponer un proyecto político. Y que ha habido, también, demasiadas personas que han mirado hacía otro lado, pensando que la amenaza no iba con ellos.

Y en esta resistencia, en este negarse a aceptar la amenaza terrorista, las victimas de ETA han tenido un papel relevante. Silenciadas largos años, menospreciadas y marginadas en ocasiones, han tenido el valor de no renunciar. Y han sido un elemento clave para extender la deslegitimación social del terrorismo. Y en este esfuerzo de recuperar la dignidad moral, ha habido también organizaciones como Gesto por La Paz y otras que, durante años,han recordado y denunciado la violencia terrorista.

Por eso queremos convertir la memoria de la victimas del terrorismo en un principio moral constitutivo de un futuro libre de la amenaza del totalitarismo, de la violencia y de la vulneración de derechos.

Queremos recordar a todas la victimas del terrorismo sin excepción; alas victimas del terrorismo de ETA, a las víctimas del GAL, del Batallón Vasco Español y otras de grupos violentos. Sin equiparaciones y sin admitir justificaciones.

Situación actual

Me han oído, más de una vez, decir que hemos iniciado un nuevo tiempo.Un tiempo diferente, que yo considero lleno de esperanza y oportunidades.

Y lo digo porque algo ha cambiado en Euskadi, aunque nos cueste aún ponerle nombre. Aunque nos sea difícil separar con raya clara el ayer y el hoy,la mayoría estamos convencidos de que esto; el hoy que estamos viviendo en Euskadi, es un nuevo tiempo.

Hay gente a la que le gustaría que los cambios fueran radicales: irse a dormir y despertarse en un mudo totalmente diferente. Un mundo en el que todo ha cambiado. Pero la realidad es otra cosa. La realizad es un navegar incierto,y las fronteras del cambio no siempre son visibles cuando se cruzan; sólo cuando hemos avanzado más, nos damos cuenta de que hay algo que hemos dejado atrás.

Y yo creo que hemos dejado atrás muchas cosas en Euskadi. Hemos dejado atrás el poder de condicionar la vida ciudadana que ETA ha tenido durante tantos años. Y hoy ETA es una organización, claramente, derrotada en ese sentido.

Además, la fortaleza del Estado de Derecho y nuestra firmeza en la defensa, y en la exigencia del cumplimiento de los principios democráticos, ha obligado (a quienes, hasta hace bien poco daban cobertura a la violencia de ETA) a moverse y a dar pasos para su incorporación a la democracia. Y eso también ha producido un cambio: El terrorismo, tal como lo hemos conocido en Euskadi, ha terminado para siempre: esa alianza cruel y terrible entre asesinos y grupos de ciudadanos que les servían de apoyo, ha desaparecido.

Hoy se ha impuesto, con rotundidad, el triunfo democrático. Hemos triunfado, hace tiempo sobre el estado totalitario y hemos triunfado, también,sobre las pretensiones totalitarias de ETA. Hoy no hay nadie que, en público,reivindique la violencia terrorista. Ya no hay ningún espacio público secuestrado por los violentos.

Los presos y sus familias, a los que ETA siempre ha impuesto, mediante el terror, un silencio clamoroso, han abierto una nueva grieta estos días y se han sumado al denominado “Acuerdo de Gernika”.

Y, aunque tenemos que seguir manteniendo todos los días la exigencia de la desaparición definitiva de ETA, es una buena noticia, porque puede ser un paso más hacia su final.

Por eso hago un llamamiento para que las personas que están en prisión recuperen su propia voz y den nuevos pasos para acelerar el final definitivo del terrorismo en Euskadi.

Y decía que el abertzalismo radical ha tenido que abandonar el apoyo a ETA, pero no les debemos nada. Al revés, nos deben 40 años de violencia y falta de libertad que ellos avalaron de manera connivente.

Han tenido que asumir que, para estar en las instituciones, es necesario cumplir la Ley. Han tenido que asumir que la ley hay que cumplirla todos los días, en cada actividad institucional, en cada acto de la política,…como hacemos todos.

Y cada vez que no lo hagan habrá un demócrata que les exija el cumplimiento de la ley, un policía que actúe y juez que les juzgue. Ellos lo saben y lo han tenido que aceptar.

Pero la legalidad no les redime de su pasado, eso se lo tienen que ganar.Pero es evidente que la democracia triunfa cuando, quienes hasta ahora la atacaban, se integran en ella, asumiendo sus principios y valores.

Y no son ni ETA, ni la izquierda abertzale, los que están asentando el fin de la violencia y construyendo la paz ciudadana. Lo estamos consiguiendo los demócratas con nuestra determinación. Y es un insulto hacia todos los que han dejado la vida defendiendo el sistema democrático, que nos digan que ellos son la garantía del fin de ETA, cuando han sido los que la mantenían con vida gracias a su respaldo.

Pero, como he dicho, los cambios no se dan de un día a otro, y yo creo que ya hemos cruzado la frontera que nos separa del pasado. Ahora tenemos que construir, entre todos, una convivencia plenamente libre entre todos los vascos.

Tenemos que aprender a vivir en libertad. Abandonando los miedos y asumiendo plenamente la igualdad de los diferentes.

Un futuro con memoria

Pero dejar atrás el pasado no quiere decir olvidarlo. Queremos construir un futuro con memoria. La memoria compartida y reconocida debe convertirse en Euskadi en un fuerte muro que imposibilite la vuelta atrás, a la violencia totalitaria, y que fortalezca la tolerancia.

No podemos simplemente pasar página y pensar que no ha ocurrido (como parece que pretenden hacer algunos), porque ha ocurrido. Nos ha ocurrido a nosotros, a la sociedad vasca. Hemos tenidos demasiados años de violencia terrorista, de connivencias malsanas, de grupos que han visto con buenos ojos que se asesinaran a ciudadanos que pensaban diferente.

Tenemos que mirar al futuro, pero asumiendo cada uno su pasado y sus responsabilidades. No podemos permitir (y desde luego, este Gobierno no va a permitir) que se intente reescribir la historia, convirtiendo en héroes a quienes fueron verdugos y asesinos.

Y vamos a organizar, el año que viene, el “Año internacional de la Paz, la Libertad y las Culturas” como ejercicio de memoria y también de construcción de la convivencia, desde el mundo del arte, la cultura y el pensamiento.

Queremos que Euskadi sea conocida por su esfuerzo por superar el terrorismo y por su compromiso por construir convivencia libre entre diferentes.

Y en este sentido queremos que la Capitalidad Cultural Europea,otorgada a San Sebastián, mantenga el objetivo de ser un instrumento al servicio de la conveniencia y la regeneración moral.

También les anuncio que seguiremos completando el mapa de la memoria y mantendremos el acto del día de la memoria como referencia y recuerdo a las victimas del terror.

Y quiero anunciarles, también, que mi gobierno impulsara la creación del Instituto de la Memoria y la Tolerancia, con el doble objetivo decoordinar los diferentes centros y acciones para recordar a las victimas, y para gestión en la memoria de forma inclusiva y sin equiparaciones, y fomentar el relato de lo ocurrido.

Porque sólo el reconocimiento de lo pasado nos permitirá construir una nueva sociedad más libre y tolerante. El olvidar el pasado significa que no ha ocurrido. El asesino dejará de serlo porque nadie recuerda el asesinato. Y eso nos hará construir una sociedad sin valores (algo que no nos podemos permitir).

Y vamos a plantear la creación de este instituto desde la pluralidad,desde el reconocimiento de las diferentes violencias sufridas, pero sin renunciar a la verdad de los hechos.

No se trata de construir un relato académico de nuestra historia reciente; eso corresponde al mundo académico y ya lo están haciendo y seguirán profundizando en ello en el futuro. Se trata de tener un consenso social mínimo que nos ayude a asumir nuestro pasado. A asumirlo para hacer posible la concordia ciudadana de una sociedad más democrática.

Alguno me dirá que siempre hay más de una versión sobre los hechos;puede ser, pero nunca podrá decirse que la víctima fue el asesino.

Y por eso, debemos ser capaces de construir un relato mínimo compartido sobre la verdad de los hechos. Y tenemos que ser capaces de separarla verdad de los hechos, de las experiencias vividas.

Las experiencias vividas son, por su propia naturaleza diversas y personales. La experiencia vivida por la ciudadanía vasca amenazada; la experiencia de los familiares de las personas asesinadas por ETA; la de una persona que fue torturada; o la de las personas que frente a la violencia ejercida contra los demás se refugiaron el silencio; son experiencias radicalmente diferentes.

Son experiencias múltiples, que tendremos que aprender a compartir, a asumirlas como elementos de nuestro pasado común.

Pero debe haber un relato común que dé coherencia a todas esa sexperiencias

Y la verdad de lo ocurrido se debe construir sobre tres ejes:

La existencia de un grupo terrorista y de sectores sociales que le han dado su apoyo.

El proceso de transformación del Estado heredado de la dictadura hasta convertirse en Estado de Derecho plenamente democrático.

Y el triunfo de la democracia sobre todas las violencias totalitarias.

Principios de convivencia

Y a partir de hay construir la convivencia, sabiendo que las personas somos capaces de convivir sin violencia, únicamente. si lo hacemos en libertad.

Convivir en libertad quiere decir aceptar y respetar las diferencias políticas y la diversidad de identidades; y esto tiene como consecuencia que las sociedades se convierten en plurales, con conflictos de intereses permanentes que no pueden tener una única solución definitiva. Libertad significa decir lo que quieres decir y oír lo que no quieres oír.

El derecho a ser diferente es una de las formas más rotundas de reivindicar la libertad.

El futuro compartido nunca se puede construir sobre los elementos que nos separan y diferencian, sino fortaleciendo las cosas que nos unen y regulándolas diferencias que tenemos.

Hay muchas formas de ser vasco o vasca, todas diferentes, pero la igualdad ciudadana se sustenta en el respeto a los mismos derechos, a las mismas leyes y a las mismas reglas, para que cada ciudadano y ciudadana puedan vivir en libertad, su lengua, su confesión religiosa, su sentimiento de pertenencia y su interés económico distinto, particular.

Y el querer vivir juntos para construir un futuro compartido es lo que crea país, lo que nos hace participes de una misma sociedad.

Y sólo el sistema democrático es capaz de dar respuesta a todos estos problemas. Sólo en democracia se pueden fortalecer lo que nos une y gestionar de forma razonable las diferencias.

Por eso, con estos principios y desde el convencimiento de que la sociedad vasca está poniendo fin para siempre al ciclo terrorista, planteo un gran acuerdo para la concordia.

La concordia ciudadana no se puede construir por decreto, es el resultado de unir voluntades y de pactar las condiciones de la unidad social. La concordia es la voluntad de todos de poner fin al ciclo terrorista y de unir ala sociedad vasca, superando divisiones internas, y acordando las bases de una nueva convivencia.

La concordia no es el olvido del pasado, sino un pacto ciudadano para construir futuro.

Bases para la unidad, la concordia y la convivencia.

Y les propongo que se construya sobre las siguientes bases:

1.- Euskadi es una sociedad plural en los planteamientos políticos y diversa en las identidades de su ciudadanía. Por lo tanto, reconocemos, respetamos y garantizamos la libertad de las diferentes identidades, como un elemento constitutivo de la sociedad vasca.

2.- Queremos seguir viviendo juntos. No podemos construir el futuro unos contra otros: el “derecho a convivir” es la expresión de la voluntad de pertenecer a la misma comunidad. Sólo la tolerancia hacia las posiciones del“otro” hace posible compaginar el derecho a seguir juntos y el derecho de cada uno de reivindicar su propia identidad.

3- El relato es la dimensión pública de la memoria. Un relato veraz delo ocurrido crea una conciencia pública que asume lo ocurrido sin justificaciones y sin diluir responsabilidades. Miramos al futuro pero construimos el país sobre la memoria de la violencia padecida para que no vuelva a suceder.

4.- El sistema democrático es la única vía para la convivencia. Solo asumiendo sus principios, sus valores y sus reglas, podemos acordar la gestión de nuestras diferencias y los pactos para la convivencia futura.

5.- El final definitivo de ETA sigue siendo un objetivo irrenunciable.Y por ello todos exigimos a ETA, de forma pública y tajante, que deje todas las actividades terroristas y que se disuelva sin contrapartida ni condición.

6.- Pedimos a los presos condenados, o en espera de juicio, por delitos de terrorismo que rompan decididamente y de forma pública con ETA y asuman la legalidad penitenciara para que sea posible su reinserción social y recuperación para la vida democrática.

7.- Proponemos una orientación consensuada, dinámica y flexible de la política penitenciaria de la forma que mejor propicie la superación del ciclo terrorista. Dicho consenso, basado siempre en el objetivo de la reinserción,contemplará, entre otras cuestiones, el acercamiento progresivo de los penados,siempre y cuando favorezca esa reinserción.

8.-Todas las sensibilidades políticas que aceptan el sistema democrático y asumen el cumplimiento de la legalidad, deben tener un reconocimiento legal.

9.- Reafirmamos nuestra voluntad de construir un país de ciudadanos y ciudadanas libres, sustentado en valores democráticos y en los derechos humanos,como guía para una sociedad vasca que quiere vivir en paz y en libertad.

Termino. Señorías les he planteado cuatro compromisos básicos para construir el futuro y hacer frente a los restos más urgentes que tiene la sociedad vasca.

Hay momentos en la historia de las sociedades en los que es necesario mirar por el bien colectivo aparcando las diferencias, por muy grandes que parezcan.

Mucho es lo que nos une a los vascos; nuestro pasado compartido,nuestra voluntad de construir juntos el futuro. Hoy es el momento de hacer un esfuerzo por la unidad, por la concordia y la solidaridad interna.

Tenemos que ser conscientes de la importancia de los retos, pero también la las capacidades y la fuerza creadora de la sociedad vasca.

Yo estoy seguro que podemos conquistar los objetivos que nos proponemos.

Y espero también los acuerdos necesarios, entre todos los grupos políticos y agentes sociales, para que estos cuatro compromisos se conviertan en objetivos colectivos de todos.

Muchas gracias.

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