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Mas y Sánchez-Camacho aparcan sus diferencias en política lingüística

La líder del PP catalán está dispuesta a tratar el pacto fiscal con "lealtad recíproca" El presidente de la Generalitat dice que Rajoy subirá impuestos si gana las elecciones

La líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, momentos antes de su intervención en el debate.
La líder del PPC, Alicia Sánchez-Camacho, momentos antes de su intervención en el debate.EFE/TONI ALBIR

Una tímida referencia al conflicto lingüístico, y poco más. Así ha zanjado Alícia Sánchez-Camacho, líder del Partido Popular (PP) catalán, su enfrentamiento con el Gobierno de CiU. Ni la inmersión del catalán en la escuela, ni la prohibición de las corridas de toros, ni la sentencia del Estatuto, ni la ley del cine, ni las multas lingüísticas; ningún asunto espinoso de las relaciones entre ambas formaciones ha centrado el debate entre el presidente de la Generalitata, Artur Mas, y Sánchez-Camacho en el Parlament. La líder popular, incluso, se ha mostrado abierta a tratar el pacto fiscal con "lealtad y responsabilidad recíproca" al reconocer que el déficit de Cataluña es muy elevado.

Tras un curso en el que CiU y PP han ido de la mano en los momentos importantes, entre ellos los Presupuestos de 2010, Sánchez-Camacho ha optado por centrarse en el área donde ambas formaciones se entienden sin demasiado esfuerzo: la economía. La líder del PP se ha felicitado de los recortes, aunque ha pedido una mejor racionalización para que no afecte tanto al Departamento de Salud. Ha estado incisiva denunciando el tijeretazo sanitario y ha reclamado reducir el gasto en otras partidas. Como ejemplos, ha citado la eliminación de las embajadas catalanas en el extranjero, una mayor presencia de las empresas privadas en los servicios y la reducción de la administración en un 20%.

"No se puede gobernar dando palos de ciego, y menos en la sanidad. Mire los planes de ajuste que han hecho en Castilla-La Mancha, o Baleares [comunidades gobernadas por el PP]", ha considerado Sánchez-Camacho, quien ha reprochado a Mas no haber encontrado la vía para salir de la crisis. "Hoy estamos peor que hace un año". El presidente de la Generalitat le ha asegurado que, si el PP gana las elecciones, tampoco habrá solucionado el paro en nueve meses. "Sea prudente", le ha recomendado.

La líder popular, que se estrenaba en un debate de política general, ha lamentado que Mas "no ofrezca confianza" para impulsar el crecimiento de la economía. Ha criticado especialmente que CiU no apoyara la reforma de la Constitución, teniendo en cuenta que ayer el Ejecutivo aprobó una ley que fija el techo de gasto para Cataluña y ha acusado de no votar simplemente por  "electoralismo". "Ustedes habrían hecho lo mismo", ha replicado Mas, quien, relajado, ha ironizado: "Nosotros fijamos el límite de déficit para 2018, dos años antes que España. Podríamos decir incluso que Cataluña es más seria que España". Y ha añadido que está casi seguro de que el PP, en el caso de que gobierne, subirá algún impuesto.

Para argumentar que Mas no transmite confianza, la líder del PP catalán ha recordado la deriva "separatista" del Gobierno. Ha sido la única ocasión en la que se ha referido en las diferencias que separan a PP y CiU, exigiendo también que la Generalitat "cumpla las leyes", en referencia a la inclusión del castellano como lengua vehicular en la escuela. El debate ha sido escaso en ese ámbito. Artur Mas lo ha ladeado emplazándole a sumarse a la reivindicación por el pacto fiscal. Sánchez-Camacho se ha mostrado abierta a negociar una vez pasadas las elecciones generales, aunque ha pedido a Mas que no se esconda de sus tesis soberanistas para que sus electores sepan realmente qué quiere para Cataluña: "Sea coherente, sus votantes se lo agradecerán".

Al Igual que ha hecho dirigiéndose al socialista Nadal, Mas ha emplazado a Sánchez-Camacho a sumarse a un frente común catalán en defensa del pacto fiscal. "Si el PP de Euskadi está a favor del concierto económico, ¿por qué el PP de Cataluña no puede estar de acuerdo con el pacto fiscal catalán?", se ha preguntado. Reiterando la predisposición mostrada por el propio presidente del PP, Mariano Rajoy, Sánchez-Camacho no ha cerrado la puerta a estudiar la propuesta que defienda el Gobierno catalán.

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"Estamos dispuestos a analizarlo. Si el PP gobierna en España, estamos dispuestos a hablar con lealtad y responsabilidad recíproca", ha señalado. Sánchez-Camacho ha reconocido que el déficit fiscal de Cataluña "es muy elevado" y es necesario "un mejor sistema de financiación", pero ha advertido de que no puede presentarse el pacto fiscal como "solución" a todo, entre otras cosas porque ahora solo "serviría para repartir pobreza".

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