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Rajoy y Rubalcaba empatan en la valoración de los usuarios de Twitter

Un programa analiza en tiempo real los contenidos de los 'tuits' sobre los dos candidatos

Rubalcaba y Rajoy van empatados en Twitter. Aunque la valoración va oscilando en función del día, los usuarios de esta red social lanzan el mismo porcentaje de mensajes positivos en toda la red de Rubalcaba y Rajoy, los dos principales candidatos a presidente para las elecciones del 20-N. Rajoy genera muchos mensajes y están empatados en valoración. Y aunque en Twitter se habla más de Rajoy, se reenvían muchos más mensajes de Rubalcaba. La mayoría de los comentarios que se hacen sobre ellos son negativos y apenas se hacen comentarios neutros.

Dos politólogos españoles, Pablo Barberá y Gonzalo Rivero, que realizan el doctorado en la Universidad de Nueva York, han ideado un programa estadístico que, utilizando el “lenguaje natural”, mide la valoración a tiempo real que hacen los tuiteros en sus mensajes de toda la red sobre Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy. El programa se conecta con Twitter y descarga todos los tuits que mencionan a los dos candidatos. Con esto obtienen el número de comentarios, pero lo novedoso es el paso siguiente, el análisis de su contenido. Para hacerlo, pasan todos los tuits por un diccionario que cuenta con cerca de 5.000 palabras relacionadas con las opiniones o con el lenguaje de los partidos, según explica Barberá. Contiene palabras o expresiones positivas y negativas como, por ejemplo, “me gusta”, “no me gusta”, “criticar” y todos sus sinónimos o comunes a la hora de hacer comentarios sobre la política, como “censura” o “vergüenza”.

Estos politólogos vuelcan los resultados en la página web de este proyecto (tuitometro.es) y actualizan los resultados que aparecen en cada gráfico cada día a medianoche. También relacionan los comentarios con los que ha ocurrido ese día en la vida de cada candidato. La última Sesión de Control al Gobierno en el Congreso de los Diputados disparó las menciones a Rajoy en Twitter, aunque la mayoría fueron negativas. Y el pasado viernes, por ejemplo, fue “muy intenso” para @conRubalcaba”, que logró más de 800 retweets (es decir reenvíos de tuits en los que se mencionaba a este candidato), aunque Rajoy seguía ganando en número de menciones. El objetivo de Rivero y Barberá, para perfeccionar esta relación con los hechos ocurridos cada día, es realizar gráficos sobre los comentarios hora por hora.

“Hasta ahora había seguimiento solo cuantitativo de los tuits, pero nadie tenía un programa que leyera el tuit y midiera su carga afectiva, como hacemos nosotros, es decir, que lo clasificara de positivo, negativo o neutro sobre el líder correspondiente”, destaca Barberá. Se trata de un mecanismo para ver de una forma de ver más o menos en caliente el tono de lo que circula por Twitter, que puede ser representativo de lo que circula en internet, durante la campaña. “Aunque los usuarios de esta red (tres millones en España a principios de año) no son representativos de la población, como se ha visto en algunos estudios (por su perfil, con una renta media más alta, más jóvenes que la media de la población y con un mayor interés por la política o por la información que la mayoría), sí tienen una relación su opinión con la de la ciudadanía en general. Además, este colectivo es como la vanguardia de la opinión pública, porque tienen más información que la media y capacidad de influir en la gente de su entorno, comentándoles lo que han visto o comentado en esta red”, añade Barberá.

Los resultados permiten a estos investigadores saber cómo difunden los partidos los mensajes a la opinión pública a través de Twitter y hasta qué punto la información política que reciben los tuiteros les llega directamente de los partidos o candidatos o a través de los retweet, es decir, medir la fuerza de los partidos para difundir los mensajes. Tanto Rajoy como Rubalcaba lanzan a través de sus cuentas de Twitter dos tipos de mensajes, unos sin firmar y otros firmados con las iniciales MR y RBCB, como ya empezó a hacer en esta red social Barack Obama (B.O.). Aún les queda por analizar a estos expertos hasta qué punto tienen más influencia los tuits firmados.

En las últimas elecciones federales alemanas de 2009 ya se hizo algo similar. “Pero entonces había menos usuarios de Twitter y además los investigadores tenían que traducir los tuits al inglés, lo que dificultaba mucho el análisis”, cuenta Gonzalo Rivero. “Pero, aun así, se vio que la valoración de los partidos que se había hecho en Twitter estaba correlacionada con el resultado posterior de las elecciones”.

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El sistema de análisis que han ideado tiene dos virtudes. Por un lado, permite pulsar cada día, hasta el de las elecciones, qué opinan los usuarios de Twitter, qué les va pareciendo diariamente, por ejemplo, una medida que anuncie un candidato, las opiniones que vierta o los gestos que tenga en un acto público con determinado colectivo. Por otro lado, este mecanismo da una idea bastante certera del tono que circula por esta red social sobre los dos aspirantes a presidente, que puede ser representativo del que circula en Internet en general, sobre los candidatos durante la campaña.

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