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El fiscal se opone a un permiso carcelario de Sito Miñanco por riesgo de fuga

El ministerio público insiste, como cuando se planteó el anterior permiso, que existe riesgo de fuga

La Fiscalía Antidroga de la Audiencia Nacional se opondrá de nuevo a que el narco José Ramón Prado Bugallo, Sito Miñanco, obtenga otro permiso carcelario, el segundo tras los tres días que disfrutó en mayo. Fuentes de la fiscalía adelantaron que su informe se redactará en los mismos términos que el anterior y alegará el riesgo de fuga de Miñanco, sus antecedentes como preso reincidente y el hecho de que su condena no acaba hasta 2018.

El historial de Miñanco y la gravedad de sus dos condenas pesan en los argumentos del fiscal, así como el hecho de que su segundo delito —dirigir una operación de 3,7 toneladas de cocaína— lo haya cometido cuando se encontraba en libertad condicional de su primera sentencia. Las fuentes consultadas confirman que el juez central de Vigilancia Penitenciaria volverá a pronunciarse en contra de la solicitud.

Si el narco recurre el auto del juez, la última palabra la tendrá la Sección Primera de la Audiencia Nacional, el tribunal sentenciador que le concedió el primer permiso. Pero ahora el escenario podría ser otro si se confirma la oposición de la Junta de Tratamiento de la prisión de Algeciras, donde está ahora.

Tras permanecer 10 años en prisión, el informe favorable de la Junta de Tratamiento de la prisión de Huelva causó un enorme malestar en medios judiciales. El educador de Miñanco vetó la excarcelación alegando “la conducta utilitarista del interno y el mal uso que en su día hizo de la libertad condicional”. Su argumento no fue tenido en cuenta.

La sala resolvió solo por el informe favorable de la cárcel y esgrimió que Prado Bugallo había cumplido buena parte de la pena, su buen comportamiento como preso, y su arraigo y apoyo familiar. “Cabe empezar a prepararle para la vida en libertad”, señala el auto de la Audiencia Nacional. “Es cierto que existe un cierto riesgo de mal uso del permiso, un 50%, que cometió el último delito cuando se encontraba en libertad condicional y que faltan siete años hasta la extinción de la condena. Pero no puede dejarse de valorar el importante tiempo de condena que ya ha cumplido”.

ELISA LOIS, Vilagarcía

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