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La Audiencia Nacional condena a Otegi a 10 años de cárcel como dirigente de ETA

La sentencia también inhabilita al líder 'abertzale' y Usabiaga 10 años para ocupar cualquier cargo Los condenados pueden recurrir la sentencia ante el Tribunal Supremo

La Audiencia Nacional ha desmontado las tesis pacifistas del líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, y ha decidido condenarlo a 10 años de prisión por el caso Bateragune, la reconstrucción de la estructura de la ilegalizada Batasuna "siguiendo instrucciones de ETA", por pertenencia a organización terrorista en grado de dirigente. La sección cuarta de la Sala de lo Penal, presidida por la juez Ángela Murillo, considera que Otegi encabezó la estrategia de ETA para reconstruir Batasuna.

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No han sido los únicos condenados. El tribunal ha decidido imponer también 10 años de prisión al exdirigente del sindicato LAB, Rafael Diez Usabiaga, por el mismo delito. Otegi y Usabiaga han sido condenados, además, a 10 años de inhabilitación, por lo que durante ese período de tiempo no podrán formar parte de ninguna organización política o concurrir como candidatos a las elecciones. La sentencia condena a ocho años a Miren Zabaleta, hija del líder de Aralar, Patxi Zabaleta, a Arkaitz Rodríguez y a Sonia Jacinto, extesorera de ANV, por pertenencia a banda armada. Los otros tres acusados, Amaia Esnal, Txelui Moreno y José Manuel Serra, han sido absueltos.

La Audiencia considera acreditado que los condenados formaban parte de un grupo escogido de las filas de la izquierda abertzale que, "en plena connivencia y siguiendo las superiores directrices de ETA, en la que se hallan integrados, diseñaban una estrategia de acumulación de fuerzas soberanistas". La sentencia establece que Otegi y Usabiaga desempeñaban tareas de impulsión, responsabilidad y coordinación y ejercían evidente influencia y predominancia respecto de los otros tres acusados.En este sentido, el tribunal se refiere al dirigente de Batasuna como "portavoz autorizado del grupo extraído de la izquierda abertzale encargado de elaborar una nueva estrategia de ETA diseñada en diciembre de 2008, donde se hacía primar la faceta política sobre la militar, sin abandonar esta última".

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El tribunal considera igualmente que desde 2007 en el seno de ETA hubo un proceso de reflexión sobre cómo volver a utilizar a la izquierda abertzale como su brazo político y sobre cómo impartirle órdenes para que actuaran. La banda terrorista, sostienen los magistrados, encomendó a los condenados la creación de una comisión de coordinación (Bateragune) que planificara y gestionara esta nueva línea estratégica de acumulación de fuerzas soberanistas.

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Respecto de los condenados, el tribunal estima que se convirtieron en "receptores de las órdenes de ETA en cuya organización están integrados". Entre los indicios sobre su pertenencia a la banda terrorista, el tribunal detalla, en primer lugar, las reuniones reservadas que mantuvieron en la sede del sindicato LAB, sus desplazamientos a Francia para entrevistarse reservadamente con distintas personas del entorno de ETA, los documentos de la organización terrorista en los que se ordenaba a la izquierda abertzale dirigir la nueva estrategia bajo el "amparo de su prepotencia armada", la idéntica terminología usada por ETA y la izquierda abertzale, la documentación incautada y los comunicados y, finalmente, la ausencia de un distanciamiento verdadero y real de las tesis violentas de ETA por parte de los condenados. El escrito estipula, respecto de Otegi que "no se observa que el acusado en algún momento haya condenado, o al menos reprochado, a dicha organización terrorista su criminal proceder, sino simplemente evita su mención por motivos tácticos".

La sentencia establece que Otegi y Usabiaga desempeñaban tareas de impulsión, responsabilidad y coordinación y ejercían evidente influencia y predominancia respecto de los otros tres acusados.

En relación a Bateragune, la sentencia concluye que evoca un organismo de dirección formado por militantes de Ekin y otros representantes de la izquierda abertzale, pero entiende que tras la investigación y el juicio no existe constancia de que ese nombre hiciera referencia al órgano o comisión de coordinación de la que formaban parte los condenado. Esto para el tribunal "en absoluto resta valor e importancia·a la actuación criminal que desarrollaron los acusados".

Tanto Otegi y Uusabiaga como el resto de condenados, dice el escrito, "han traspasado los límites de la libertad de expresión u opinión y del derecho a la participación política contribuyendo y consintiendo de forma imprescindible a que otros miembros de la misma estructura o de otras afines con los que comparten ideas, utilicen medios violentos e intimidatorios destinados a imponer sus tesis radicales y amparadoras de la lucha armada, mereciendo por ello el calificativo de grupo u organización terrorista, como es la organización terrorista ETA".

La prisión de Usabiaga

Todos los condenados, salvo Usabiaga, que se encuentra desde el 26 de abril de 2010 en libertad para cuidar de su madre, llevan en prisión por orden del juez Baltasar Garzón por esta causa desde el 13 de octubre de 2009. Otegi fue absuelto el 22 de julio de un delito de enaltecimiento del terrorismo por haber participado en 2005 en un homenaje al etarra José María Sagarduy. El dirigente abertzale tiene pendiente otra cita con los tribunales por la financiación de Batasuna a través de las herriko tabernas. El juicio, en el que el fiscal solicita para él 12 años de prisión, probablemente se celebre este otoño. El pasado 21 de abril, la Audiencia Nacional decretó su libertad bajo fianza de 50.000 euros por esta causa.

Todos los acusados han sido llamados a comparecer el lunes que viene en la Audiencia Nacional para notificarles la sentencia. Ese mismo día el tribunal podría decidir sobre el ingreso en prisión de Usabiaga ya que la acusación popular ejercida por Voces contra el Terrorismo ha anunciado que solicitará que este sea inmediato. Fuentes de la Fiscalía han señalado a Efe que decidirán su postura tras examinar la sentencia pero han recordado que el ministerio público siempre ha defendido la permanencia en prisión del exdirigente de LAB.

Durante el juicio Otegi manifestó en muchas ocasiones una tibia desvinculación con la banda terrorista. Llegó a afirmar: "Una bomba de ETA nos destroza"

Pese a que durante el juicio Otegi manifestó en muchas ocasiones una tibia desvinculación con la banda terrorista, -llegó a afirmar: "Una bomba de ETA nos destroza y nos deja sin credibilidad para generaciones" o "Si apostar por la paz y las vías políticas es delito, soy culpable"-, y su defensa insistió en presentar a Bateragune como un grupo de opinión que logró que la izquierda abertzale se desvinculara de los argumentos violentos de ETA y apostara por la formación de un polo soberanista, con la integración de EA, Aralar o independientes, -el germen de Bildu-, la Audiencia Nacional se ha decantado por los argumentos del fiscal Vicente González Mota.

Durante el juicio, Mota sostuvo que Otegi y Usabiaga eran auténticos dirigentes de ETA  encargados de adoctrinar a los jóvenes según las tesis de Bateragune. El fiscal también recordó que ninguno de los acusados había condenado explícitamente la violencia de la banda terrorista ni había roto con ella.

El lunes que viene los condenados acudirán a la Audiencia para recibir la sentencia en mano. A partir de entonces tendrán 15 días para recurrir la resolución ante el Tribunal Supremo.

Como era previsible, Bildu no comparte el contenido de la sentencia. Uno de sus portavocez, Oskar Matute, la ha tildado de "jarro de agua fría". En declaraciones a la cadena SER ha advertido de que llamará a la movilización social. Durante las jornadas que duró el juicio por el caso Bateragune, a finales de junio, ya se celebraron varias marchas en contra de su celebración. El Ayuntamiento de San Sebastián, gobernado por la coalición abertzale, exigió la liberación de Otegi.

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