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Bono también se ocupa de los retratos que cuelgan de las paredes del Congreso

Las últimas imágenes, de Niceto Alcalá Zamora y Alejandro Lerroux, se pusieron en 1934 El presidente del Congreso trata de imponer al expresidente de la Cámara, Manuel Marín, que su retrato sea una pintura y no una foto

Manuel Azaña pronunciando un discurso. © REPRODUCCIÓN DEL LIBRO 'AZAÑA. MEMORIA GRÁFICA. 1880- 1940', Editado por la Fundación Colegio del Rey.
Manuel Azaña pronunciando un discurso. © REPRODUCCIÓN DEL LIBRO 'AZAÑA. MEMORIA GRÁFICA. 1880- 1940', Editado por la Fundación Colegio del Rey.

El presidente del Congreso, José Bono, ha invitado al jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), y a las familias de Manuel Azaña y de Adolfo Suárez a acudir a la Cámara el 20 de septiembre para colgar los retratos de los dos expresidentes en un lugar de honor del Palacio de las Cortes.

La Mesa del Congreso encargó los cuadros a propuesta de Bono, que hoy ha recordado, en declaraciones a los periodistas, que los últimos retratos circulares del salón de Isabel II se colocaron en 1934 y fueron los de Niceto Alcalá Zamora y Alejandro Lerroux. A su juicio, reiniciar la tradición era "de justicia".

Además de a Zapatero y a las familias de Azaña y Suárez, Bono ha invitado también al acto a los ministros del Gobierno de Suárez, a los portavoces parlamentarios y a numerosos diputados.

Adolfo Suárez, durante la campaña electoral de 1986.
Adolfo Suárez, durante la campaña electoral de 1986.

En el salón de Isabel II, el vestíbulo por el cual se accede al Palacio de las Cortes desde la escalinata principal, pueden contemplarse óleos de dieciocho destacados políticos de los siglos XIX y XX.

A partir de la próxima semana se unirán a esa galería Azaña, presidente de la II República entre 1936 y 1939, y Suárez, el primer presidente del Gobierno de la democracia.

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Bono trata de forzar a Manuel Marín a ser pintado

Manuel Marín quiere que su retrato para la galería de expresidentes del Congreso sea una fotografía de Cristina García Rodero, pero el actual presidente, Bono, le ha pedido que lo reconsidere y ha avanzado que, si opta por la foto en vez de una pintura, él no la colgará en el pasillo correspondiente.

"Si finalmente [Marín] creyera que debe enviarnos una fotografía en vez de un cuadro, como se ha hecho desde 1810, lo dejaría colocado en mi despacho para que la siguiente Mesa (del Congreso) decida qué hacen con la fotografía", ha señalado Bono en los pasillos de la Cámara. La razón de su negativa, según ha explicado, es que a él se le hace "duro" romper la tradición de los cuadros, un "sentimiento" que trasladará a Marín y que, asegura, es también el de la Mesa del Congreso.

Bono ha insistido en dejar claro que su intención no es despreciar el arte de la fotografía, "sobre todo cuando la fotógrafa que se postula para hacer el retrato de Marín es Cristina García Rodero", pero ha hecho hincapié en que la galería del Congreso es "una pinacoteca, probablemente la pinacoteca de retratos políticos más importante de España".

Los retratos de los expresidentes del Congreso cuelgan en uno de los pasillos de la primera planta del Palacio de las Cortes y es cada protagonista el que decide quién es el artista encargado de inmortalizar su imagen.

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