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Baltar hace a un senador del PSOE empleado de la Diputación de Ourense

El personal del grupo socialista es ahora indefinido

El presidente de la Diputación de Ourense, José Luis Baltar, aumenta el número de empleados de la institución. Esta vez con los socialistas. Baltar ha aceptado la reclamación de los empleados del grupo del PSOE en la institución para que se les reconozca como personal indefinido. El senador Miguel Fidalgo y el coordinador provincial del PSOE Eladio Osorio, tenían un contrato para trabajar en el grupo socialista. Pero no como personal de confianza, sino como personal laboral de la institución. Así consta en un decreto pactado en su día por José Luis Baltar y Pachi Vázquez —entonces portavoz del PSOE en la corporación provincial— firmado por el presidente el 28 de julio de 1997. Fue un acuerdo a dos en el que no entró el BNG. Sus trabajadores se mantienen como personal de confianza, sin plaza.

El acuerdo se mantuvo hasta el pasado 6 de julio. Ese día se comunicó el despido a Osorio —contratado como sustituto del senador— y a Fidalgo, en excedencia forzosa concedida por decreto de abril de 2008 por su condición de representante en la Cámara Alta. Baltar les anunció el despido al mismo tiempo que les conminó a que desistiran de sus reclamaciones. El presidente provincial rompía el pacto con Pachi Vázquez y devolvía a los contratados del grupo del PSOE a las condiciones laborales que rigen en el resto de las instituciones públicas para este tipo personal de confianza.

Un acuerdo aprobado en el pleno de julio pasado sentenciaba que si no se producía la extinción de los contratos de mandatos anteriores, no se podría nombrar nuevo personal. Además, aclaraba que si había reclamación administrativa o judicial, no se considerarían rematados los contratos. Y abundaba: si la justicia daba la razón a los trabajadores, la indemnización tendría que pagarla el propio grupo, detrayéndola de los 6.800 euros que recibe cada mes de las arcas de la institución.

“Es un chantaje e intenta amordazarnos” protestaron los socialistas. Fidalgo replicó el mes pasado que solo dejaría su vinculación laboral con la Diputación en el momento en que lo dijera su partido , “pero no porque lo decida Baltar”.

Los trabajadores contratados por el PSOE en la Diputación reclamaron por la vía administrativa. Consideraban que la decisión de Baltar era una represalia por sus denuncias a la política de contrataciones del PP en el ente provincial. Amenazaron con recurrir a la vía judicial a través de una querella criminal que, en su opinión, podría llegar a inhabilitar a Baltar.

Tras este anuncio, el presidente acabó reconociéndolos como personal laboral indefinido y aceptando reponer las mismas condiciones del pacto sellado hace catorce años con el actual líder del PSdeG. Finalmente, Baltar acepta que la institución les pague los atrasos: el salario de los meses que han permanecido en este limbo legal. Aunque también les avisa de que la plaza que les concede podrá salir a concurso público en cualquier momento, lo que ha encrespado a los socialistas afectados que temen perder estos puestos.

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El PSOE luchó por vincular laboralmente a sus contratados a la Diputación. Otra trabajadora del grupo socialista consiguió ya su puesto indefinido recurriendo a los tribunales, aunque la sentencia está recurrida en el Tribunal Superior de Justicia.

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