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Tráfico propone bajar la velocidad a 90 por hora en vías convencionales

El organismo intenta que la medida entre en vigor antes del fin de la legislatura Alternativas a la reducción: mejorar las carreteras

Patricia R. Blanco
Accidente de tráfico, ayer, a la altura de Santa María de la Alameda (Madrid).
Accidente de tráfico, ayer, a la altura de Santa María de la Alameda (Madrid).COMUNIDAD DE MADRID

La Dirección General de Tráfico (DGT) apura los últimos meses de legislatura para aprobar una nueva medida que ayude a reducir las víctimas mortales en la carretera. El director del organismo, Pere Navarro, propuso ayer disminuir la velocidad en todas las vías convencionales —las que tienen un carril por sentido—, a 90 kilómetros por hora, según adelantó Efe. Hasta el momento, en las calzadas con un arcén de más de metro y medio de ancho, como sucede en la mayoría de las nacionales, se puede circular a 100.

“Navarro lanzó la iniciativa porque quería someterla a debate público para que los sectores implicados den su parecer”, explicaron fuentes de Tráfico, que reconocen el “riesgo” de ponerla en marcha durante la precampaña electoral. Pero el objetivo de la DGT es que la medida entre en vigor antes de que se celebren las elecciones generales, el 20 de noviembre. “Se puede hacer como con la limitación a 110 por hora, mediante un real decreto que reforme el Reglamento de Circulación”, añadieron las mismas fuentes. Es decir, sin que sea necesario votarla en el Congreso.

Las carreteras convencionales están en el punto de mira del Plan Estratégico de Seguridad Vial 2011-2020, que pretende reducir en un 30% las víctimas mortales en este tipo de calzadas, donde ahora se produce el 75% de las muertes en carretera. En 2010, fallecieron 1.730 personas al volante, 1.331 en vías secundarias.

Según un estudio de ITRASA (Investigación Técnica y Reconstrucción de Accidentes) realizado para la Asociación Estatal de Víctimas de Accidentes de Tráfico, disminuir en 10 kilómetros por hora la velocidad en carreteras convencionales reduce la distancia de detención en 12,7 metros, con el pavimento seco, y en 21 metros, con el pavimento mojado.

La idea es hacer la norma “más sencilla y comprensible” para los conductores y armonizarla con los límites de la mayoría de los países europeos, aseguró Pere Navarro. Según el director de Tráfico, la medida tampoco será costosa, ya que únicamente habrá que retirar las señales de 100 kilómetros por hora, porque el nuevo límite será genérico.

Navarro quiso diferenciar ayer su propuesta de la limitación de la velocidad a 110 kilómetros por hora en autopista y autovía, que el Gobierno de Zapatero impuso entre marzo y junio. “Fue para ahorrar energía”, afirmó. Aunque reconoció que el restablecimiento de los 120 pudo tener alguna incidencia en la siniestralidad de julio, con 173 fallecidos, uno menos que en el mismo mes de 2010, descartó un retorno a los 110. “120 es la velocidad que en toda Europa se considera el equilibrio entre unas buenas infraestructuras, unos coches seguros y las necesidades de la velocidad vial”, zanjó.

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Alternativas a la reducción: mejorar

Mientras que las asociaciones de víctimas expresaron ayer en bloque su apoyo a la reducción de la velocidad a 90 kilómetros por hora en las carreteras de un carril por sentido, los clubes de automovilistas criticaron que los problemas de tráfico se aborden siempre con limitaciones. "Estamos cansados de que siempre recaiga sobre el conductor la responsabilidad de reducir los accidentes de tráfico", se quejaron ayer.

Según el Real Automóvil Club de España (RACE), las carreteras secundarias presentan características particulares que influyen en los accidentes. “Tienen un mal mantenimiento, carecen de sistemas de protección suficientes y las señales, en muchas ocasiones, no están a la vista y necesitan ser modificadas y auditadas”, asegura Antonio Lucas, coordinador de seguridad vial del RACE. Su consejo, invertir en “iluminación, en mantenimiento y en radares”.

Para el RACE, es necesario incluir el concepto de “velocidad variable”. Por ejemplo, si la velocidad máxima en una carretera es de 100 kilómetros por hora, la lluvia puede ser un factor que obligue a reducirla. Otro ejemplo es el de “las vías con canteras, donde la siniestralidad está asociada a la circulación de vehículos pesados”, explica Antonio Lucas.

La solución, según el experto en seguridad vial, es “intervenir” las carreteras secundarias. “La prueba la tenemos con la que llamaban carretera de la muerte en Madrid; intervino la Comunidad y se redujeron los siniestros”, apunta.

El Comisariado Europeo del Automóvil insiste en la importancia de la vigilancia. Según el director general de la Fundación, Eugenio Dobrynine, “es bueno armonizar la velocidad con Europa pero además hay que aumentar los controles”.

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Sobre la firma

Patricia R. Blanco
Periodista de EL PAÍS desde 2007, trabaja en la sección de Internacional. Está especializada en desinformación y en mundo árabe y musulmán. Es licenciada en Periodismo con Premio Extraordinario de Licenciatura y máster en Relaciones Internacionales por la Universidad Complutense de Madrid.

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