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La Xunta abre la puerta a construir plantas de basura en zonas ecológicas

Las plantas de residuos podrán instalarse en toda la Red Natura

Un “compendio de arbitrariedades” es la definición que hace la asociación ecologista Adega de la propuesta de Plan Director de Rede Natura de la Xunta. Tanto, dicen, que las zonas de máxima protección podrían acoger plantas de tratamiento de residuos, desde cualquier pequeña instalación a una gran incineradora al estilo Sogama, si el Gobierno de turno así lo decidiese. El plan establece dentro las medidas de gestión referidas a ordenación del territorio y urbanismo como “usos y actividades autorizables” las infraestructuras “de gestión y tratamiento de residuos, en los municipios con más del 40% de su superficie clasificada como suelo rústico de especial protección de espacios naturales” dentro de la zona 1, la que alberga las áreas distinguidas por sus valores naturales o por albergar hábitats prioritarios o especies endémicas de Galicia. El único requisito que tendrán que cumplir es que estas plantas se ubiquen en municipios en los que más del 40% de la superficie esté clasificado como suelo rústico de especial protección, el tipo de terreno más restrictiva que establece la ley de ordenación urbanística y que corresponde a un espacio natural protegido.

Si en la zona de máxima protección se establece esta limitación del 40%, el requisito desaparece para las otras dos zonificaciones de la Red Natura en Galicia, que no lo exige ni en el área de conservación ni en la de uso general. “Las incineradoras son autorizables en las tres zonas”, resumió el secretario ejecutivo de Adega, Fins Eirexas. Entre los deberes inmediatos de la Consellería de Medio Ambiente está el de elegir una ubicación para la segunda planta incineradora de Galicia. Además de la nueva Sogama, que se planea situar en el sur de la Comunidad, el plan de residuos proyecta la construcción de seis plantas de compostaje y una nueva de selección de envases ligeros. Al igual que espacios para la gestión de residuos, en las zonas más sensibles se podrán autorizar también infraestructuras de abastecimiento, tratamiento, saneamiento y depuración de aguas.

Casi un mes después de que la Consellería de Medio Rural presentase su plan, han llegado las alegaciones de los ecologistas. A las quejas iniciales por la carta blanca para instalar plantas acuícolas en cualquier punto de la Red Natura, añaden ahora la arbitrariedad. Aseguran que las actividades autorizables “son discrecionales” y “quedan en manos del conselleiro”. Si la instalación de piscifactorías se permite en las zonas de máxima protección es gracias a la fórmula del interés público de primer orden que le aplicó la Xunta semanas antes de presentar el plan director, una salida que permite la directiva hábitat de la UE para casos excepcionales. “Mañana pueden declarar compatible cualquier cosa, como aquel decreto de [Manuel] Fraga que declaraba los parques eólicos compatibles con el paisaje gallego”, explica Eirexas. Para los ecologistas el plan director supone la “liquidación de los espacios protegidos”.

Desde Adega insisten en que no ven la Red Natura como una “reserva cerrada” en la que no se pueda autorizar ninguna actividad. “Puede ser un motor, pero en base a poner en valor sus cualidades naturales”. Los ecologistas avisan de que sus reclamaciones sobre el “sinsentido” del plan director llegarán a la UE. “Europa está con las orejas arriba a ver qué se hace en este rincón”. El plan director es un vieja reclamación de la UE y en diciembre acabaron las prórrogas de Europa para presentar las líneas de gestión de los espacios naturales. Ahora, con el plan director a la espera de alegaciones, falta la prometida ampliación de la Red Natura, que el conselleiro de Medio Rural, Samuel Juárez, estimó que estará lista a finales de año.

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