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Un plan de 250.000 millones en revisión

Fomento tiene que adecuar las actuaciones proyectadas a la realidad económica actual

Un plan de 250.000 millones de euros para, entre otras cosas, conectar todas las capitales de provincia por AVE y autovía en 2020. José Luis Rodríguez Zapatero lanzó al año de llegar al poder el ambicioso Plan Estratégico de Infraestructuras y Transporte (PEIT), que está previsto revisar este año para adecuar las actuaciones proyectadas a la realidad económica actual y al cambio de rumbo en la política de infraestructuras. Desde entonces se han ejecutado o comprometido unos 75.000 millones de euros en obras públicas. El cambio de rumbo se refiere sobre todo a las inversiones en alta velocidad por su enorme cuantía.

Hace seis años se incluía, por ejemplo, el AVE transcantábrico (Bilbao-A Coruña), que ahora se considera prácticamente inviable. Tampoco está claro el futuro del tramo del AVE asturiano entre Pola de Lena y Gijón, si bien la variante de Pajares, que enlaza el Principado con la Meseta, está muy avanzado.

En el replanteamiento de la política de infraestructuras, Fomento busca un equilibrio entre la necesidad de rematar lo ya empezado para no tirar el dinero dejando tramos aislados, pero también con la evaluación del beneficio socioeconómico real de la inversión. Por ejemplo, la variante de Pajares (en servicio en 2012, con un coste de 3.000 millones para apenas 50 kilómetros) acortará el tiempo de viaje sustancialmente entre Gijón y Madrid con la utilización de trenes híbridos (cambian de ancho y de tensión eléctrica), de modo que el ahorro de tiempo con el tramo asturiano en cuestión puede no ser tan rentable.

Plan público-privado

Otros proyectos, como el Palencia-Santander y el tramo del AVE Madrid-Lisboa (el Gobierno portugués canceló la semana pasada su parte del proyecto) entre Pantoja y Navalmoral de la Mata (3.800 millones), se han incluido en el plan especial de colaboración público-privada, y ya se ha anunciado formalmente su licitación, aunque existen dudas sobre su viabilidad en el futuro inmediato. En el caso del AVE extremeño, el Gobierno catalán ha pedido directamente su cancelación.

En ese plan público-privado también se ha incluido la superestructura (señalización electrificación, control, y telecomunicaciones) del tramo Albacete-Alicante (450 millones) y el AVE a Galicia (unos 6.000 millones).

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Además, están pendientes las autovías A-66 entre Benavente y Zamora y la A-8 entre Solares y Torrelavega.

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