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A IU se le abre otro frente en el País Vasco

EB decidirá si apoya al PNV en Álava o abre paso al PP en la Diputación con un referéndum entre sus bases

Unos pocos centenares de militantes de Ezker Batua deciden hoy quién será el próximo diputado general en Álava. La permanente territorial de la formación de izquierdas, que vive unos días de euforia y descontrol por el sentido del voto de sus dos representantes en Juntas Generales, acordó anoche convocar hoy a sus afiliados para que zanjen en un referéndum el devenir de la provincia: estos decidirán si les parece suficiente la última propuesta planteada por el PNV, que necesita de su voto para que Xabier Agirre repita como diputado general, o si prefieren votar a su propia candidata, Nerea Gálvez, abriendo así las puertas al aspirante más votado, el popular Javier De Andrés.

El PNV se encuentra así ante un difícil dilema en unas negociaciones cada vez más cuesta arriba. Su última propuesta no incluye las dos exigencias principales de EB: un compromiso expreso para recuperar el impuesto de patrimonio —alude al mismo, pero de forma inconcreta— y reformar la ley electoral en Juntas Generales para facilitar la entrada de partidos minoritarios. Fuentes de EB no pudieron concretar si los peneuvistas tienen la opción de presentar una oferta más generosa hoy antes de las 10 de la mañana, hora a la que empezará el referéndum. Un sector de la formación era partidario de empezar la votación por la tarde, después de la rueda de prensa que el presidente del PNV alavés, Iñaki Gerenabarrena, tiene convocada a mediodía. Los militantes podrán votar en dos turnos: uno por la mañana, de 10.00 a 12.00, y otro por la tarde, de 18.00 a 21.00.

EB en Álava, controlada por el sector del excoordinador general Javier Madrazo, está tensando la cuerda hasta límites insospechados. La formación parece dispuesta a ir hasta el final para arrancar una victoria política a cambio de permitir la reelección de Agirre. Las negociaciones están “bloqueadas”, sentenció ayer la portavoz de la negociación, Kontxi Bilbao, horas antes en una comparecencia en la que ni se mencionó la posibilidad de un referéndum. “Lo natural [si el PNV no cambia su postura] sería que votaramos a nuestra candidata [Nerea Gálvez] el jueves. No vamos a tirar la toalla”, advirtió. Así las cosas, el PP sumaría mañana en la investidura 25 votos gracias al apoyo del PSE y el PNV, 24 con el respaldo de Bildu.

Bilbao reconoció que abrir paso al PP generaría malestar entre algunos sectores de su militancia y simpatizantes. “Contamos con que, hagamos lo que hagamos, habrá gente que nos va a penalizar. Y habrá gente que valorará el esfuerzo”, explicó. Pero parece pesar más el hecho de que su decisión en Álava será una de las que mayor visibilidad tenga ante la opinión pública. Tanto la reforma de la ley electoral como el impuesto del patrimonio forman parte de las exigencias del movimiento 15-M.

No parece importarle al sector de Madrazo que la llegada de De Andrés al gobierno foral ponga en un aprieto a la dirección federal de IU, que prometió en campaña no permitir “ni por acción ni por omisión” gobiernos del PP. “[Al secretario de organización de IU, Miguel] Reneses le puede gustar más el PNV, pero la decisión se tomará en Álava, en Euskadi, y no en Madrid”, zanjó Bilbao al ser preguntada.

IU ha respaldado al sector del coordinador general, Mikel Arana, en la batalla interna por el control de la organización, que a efectos prácticos funciona como dos partidos distintos, unidos solo por las siglas.

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