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CiU edulcora la imagen del PP para justificar sus pactos

Sánchez-Camacho se felicita por el cambio de actitud del Ejecutivo de Mas

Alicia Sánchez-Camacho, en un pleno del Parlamento catalán.
Alicia Sánchez-Camacho, en un pleno del Parlamento catalán.MARCEL·LÌ SÁENZ

Poco queda en el discurso oficial de Convergència i Unió de aquella suerte de bestia negra llamada Partido Popular que atizaba el “odio” contra Cataluña y obstruía sistemáticamente las demandas de autogobierno de esta comunidad. Los nacionalistas catalanes, conscientes de su debilidad parlamentaria en Cataluña, se han lanzado a una carrera para edulcorar, o como mínimo desdramatizar, la imagen del PP en esta comunidad. La abstención de este partido será hoy clave para que el presidente de la Generalitat, Artur Mas, pueda librarse de las cinco enmiendas a la totalidad presentadas a su primer proyecto de presupuestos.

Los nacionalistas saben que sus bases no han olvidado el recurso contra el Estatuto catalán presentado por el PP en el Tribunal Constitucional. Ni sus reiteradas demandas para acabar con la primacía del catalán en la escuela pública. De ahí que los dirigentes de CiU vayan con pies de plomo para justificar los pactos que están alcanzando para llevar adelante los presupuestos y para echar a los socialistas de Ayuntamientos tan importantes como el de Badalona.

Los populares auparán a CiU a la Diputación y a la alcaldía de Barcelona

El portavoz del Gobierno catalán, Francesc Homs, mano derecha de Artur Mas, dio este martes buena muestra de ello. Aunque niega que el PP se haya convertido en socio prioritario de CiU en Cataluña, defendió la “responsabilidad” de este partido por facilitar la tramitación de los presupuestos. “Quien menos responsabilidad directa tiene y actúa con más responsabilidad es el PP, que está en la oposición y que no contribuyó al acuerdo de financiación vigente, que permite al Gobierno del Estado español ser moroso con Cataluña”, dijo en referencia al impago del adelanto del fondo de competitividad por parte del Ejecutivo central.

Homs también negó que la masiva manifestación del pasado 10 de julio contra el recorte del Estatuto catalán se tratara de una protesta contra el recurso del PP. “El Defensor del Pueblo, con carné del PSOE, también recurrió el Estatuto”, recordó Homs a modo de desagravio del PP. Todas las críticas que dirigió a este partido las contrarrestó inmediatamente asegurando que el PSOE actúa de igual manera en relación con Cataluña.

El PP recogió el guante y se felicitó del “cambio de actitud del Gobierno” de Mas con los populares. “Ahora están más receptivos”, dijo Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, tras recordar que Mas fue investido presidente con la abstención de los diputados socialistas. Los populares consideran que ahora tienen “una posición clave” en la gobernabilidad de Cataluña, pues su apoyo es imprescindible para que CiU se haga con el Ayuntamiento y la Diputación de Barcelona. De la necesidad virtud, pues sin los votos del PP en el Parlamento catalán tampoco se aprobarían los Presupuestos de la Generalitat. Los populares reiteraron que “en ningún caso” votarán en contra, sino que se abstendrán y allanarán el camino para que Mas pueda gobernar.

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