El candidato de Córdoba intenta evitar que el edil imputado en el 'caso Malaya' le dé el bastón de mando

La imagen imputado en el caso Malaya y multado con 24,6 millones de euros por el Ayuntamiento de Córdoba pasando el bastón de mando de ese mismo organismo al nuevo alcalde, no es una foto fácil de enmarcar. Pero es lo que puede pasar el día 11 en Córdoba si, como dicta la normativa, el edil de mayor edad, Rafael Gómez, Sandokán, es el encargado de entregar lo trastos a quien ganó las elecciones el 22 de mayo, José Antonio Nieto, del PP.

El propio candidato popular está intentando esquivar esa imagen y ha pedido al alcalde en funciones, Andrés Ocaña (IU) que sea él quien le dé el bastón. Ocaña ya ha anunciado que ni siquiera va a tomar el acta de concejal, por lo que no formará parte del pleno.

Nieto argumenta su petición en el antecedente de 1995, cuando IU perdió por primera vez las elecciones municipales. Ese año, Manuel Pérez, anterior alcalde, pero que no era concejal electo, fue el encargado de investir como primer edil a Rafael Merino. Si bien es cierto que no fue Merino quien, cuatro años después, hiciese lo propio con Rosa Aguilar, cuando ésta alcanzó la alcaldía con IU.

Esta mañana, Andrés Ocaña ha afirmado a este periódico que no tiene decidido qué va a hacer el sábado. En el PP siguen oficialmente en ascuas, sin tener información formal de nadie. Ni del entorno de Ocaña ni del de Sandokán. Pero la semana pasada, Rafael Gómez ya avanzó que si el PP está buscando alternativas a su figura –es decir, que no desea esa foto con él- no entregaría el bastón a Nieto.