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"Tememos que nos desalojen en cualquier momento”

La patronal madrileña, que asegura que "la solución puede ser inminente" y que pone un plazo que se agota "el lunes o el martes", dispara las alarmas entre los acampados Las comisiones de Siria, Palestina y Sáhara anuncian que el domingo se van de Sol

Uno de los acampados camina entra las tiendas esta mañana en la Puerta del Sol.
Uno de los acampados camina entra las tiendas esta mañana en la Puerta del Sol.ANDREA COMAS (REUTERS)

El fin de la acampada de Sol parece inminente, aunque nadie se atreve ni siquiera a utilizar el término desalojo, mientras los acampados se enrocan en cómo ir levantando poco a poco el campamento en un bucle sin fin de asambleas, debates, bloqueos y falta de consenso. El presidente de la patronal madrileña (CEIM-CEOE), Arturo Fernández, soltó la bomba anoche, a su salida de la reunión con la delegada del Gobierno de Madrid, Dolores Carrión.

En declaraciones a este periódico esta mañana, Arturo Fernández ha reiterado que existe una "hoja de ruta", un "plan secreto" que marca cuándo y cómo se va a hacer la intervención y que la orden proviene directamente de Vicepresidencia del Gobierno, de acuerdo con el Ejecutivo regional y el Ayuntamiento de Madrid. Preguntado por si este plan es sinónimo de desalojo, ha contestado que entiende que sí. El presidente de la patronal ha precisado que la "fecha tope" para llegar a una "solución inmediata", que "podría ser el lunes o el martes", es la que baraja la patronal, no la hoja de ruta.

Ultimátum: o desalojo o demanda

De no solucionarse el conflicto antes del martes, la patronal interpondrá ante la fiscalía una demanda por daños y perjuicios. "Lo que esperamos es que ese día solo tengamos que aplaudir a la Delegación por su actuación en Sol y no tener que poner la demanda", ha subrayado Fernández. Sobre las razones de no haber actuado hasta ahora, Fernández ha detallado que Carrión les informó de que se están levantado varias acampadas por su propio pie en otros puntos del país, como la de Córdoba, y que en la de Madrid hay cada vez menos gente. "En Sol queda un núcleo de unas 180 o 200 personas", ha agregado. Según su versión, las autoridades confían en que el número se vaya reduciendo, lo que facilitaría la actuación.

Hilario Alfaro, presidente de la Confederación de Comercio de Madrid (Cocem), ha añadido a lo dicho por Fernández que la demanda que plantean sería contra el Gobierno. "Queremos recuperar el principio de autoridad que se ha perdido en Madrid", ha dicho Alfaro a este diario, para añadir que, a su juicio, "la Delegación está haciendo dejación de funciones". Los empresarios no quieren "el desastre de Barcelona", que a su juicio no ha tenido resultados, porque la acampada sigue ahí, pero sí muy mala imagen. Prefieren el "modelo Sarkozy, que fijó una hora y a esa hora los echaron". Preguntado esta mañana al respecto, un portavoz de la Delegación no ha querido responder a la pregunta de si existe dicha hoja de ruta, si es sinónimo de desalojo y por qué tanto secretismo. El portavoz se ha remitido a lo dicho ayer por Carrión tras su cita con los empresarios.

La delegada matizó las palabras de Fernández: "Evidentemente ellos no nos pueden poner una fecha. Lo que sí hay es una fecha para yo darles cumplida información de todo el trabajo que estamos desarrollando". "Hemos quedado que el lunes y el martes estoy abierta a recibirles de nuevo y ojalá ya esté solucionado para entonces", añadió. La delegada apeló "a la responsabilidad" de los acampados, por cuestiones que van desde la salud pública -"están teniendo que utilizar zotal para desinfectar"- al respeto a la convivencia y a los derechos de los demás ciudadanos.

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Las declaraciones de los empresarios han disparado las alarmas de los indignados, que temen que les “levanten el campamento en cualquier momento”, ha confesado a primera hora de la mañana Paco, miembro de la comisión de barrios. Llevan un mes preparados para “lo peor”. “La reunión de ayer no cambia nuestro protocolo. Preparamos unas octavillas que circulan desde las primeras manifestaciones en las que se informaba a la gente de cómo proceder en caso de carga policial, y luego hemos ido perfeccionando el sistema. Todo esta estudiado, no hay nada que temer”, agrega otro portavoz, Tomás Muñoz.

El plano de la reestructuración

El intento de recabar más opiniones sobre el terreno ha resultado en vano, porque portavoces del movimiento 15-M se niegan sistemáticamente a hacer declaraciones sobre la posible disolución de la primera plaza fuerte de la spanish revolution. La consigna dictada por la comisión de legal es no hablar de desalojo con los medios, sobre todo con las televisiones, para evitar que se les identifique. "No te puedo decir, pregunta a los hombre azules [los policías que vigilan la plaza], ellos sabrán", contestan. Eso sí, niegan el rumor de que el canal de comunicación con la Delegación esté roto. "El canal no es de negociación, es de información mutua", precisan. No negocian porque, para ellos, su derecho a estar en la calle es indiscutible.

Mientras legal y comunicación se blindan y se cierran en banda a hablar de una disolución por la fuerza, el resto del movimiento 15-M sigue a lo suyo, que es la reestructuración del campamento. Inés Rodríguez, arquitecta de la comisión de infraestructuras, presenta el plano del futuro campamento, con barracones de metro y medio de superficie hechos de palés ecológicos. Todos están colocado mirando hacia fuera porque han detectado que uno de los defectos de la actual acampada es que "está cerrada en sí misma". La comisión de alimentación publica la lista de la comida que les vendría bien, como si no pensaran moverse de Sol en la vida.

Pero empiezan a surgir las primeras disensiones, fundamentalmente a causa de la lentitud en la toma de decisiones que impone el sistema asambleario de consenso. Las comisiones de Siria, Palestina y Sáhara anuncian que el domingo levantan su ventanilla y se van de Sol. Opinan que hay "cosas más importantes por las que luchar que si se reestructura o no la acampada". Otros, en cambio, ignoran el consenso. Un grupo se niega a levantar las tiendas de día a partir del lunes, en contra de lo que decidió la asamblea ayer. Esa zona, según el nuevo diseño de la acampada, debe ser una diáfana para el tránsito. O no. 

Qué hacer en caso de desalojo

Las cuartillas sobre un eventual desalojo aconsejan que mantengan una estrategia de resistencia pacífica si actúan los antidisturbios. "Nos sentaremos en el suelo en silencio y nos agarraremos a los brazos de las personas que estén cercanas a nosotras. Es muy recomendable que aquellas personas con las que tengamos confianza", recoge el segundo punto. Recomiendan también que quienes tengan miedo de participar en la sentada se dirijan a uno de los puntos de encuentro, que se situarán en la plaza Jacinto Benavente , Callao y red de San Luis.

Además, la mayoría de los acampados tienen preparado en el móvil un mensaje sms listo para dar el aviso en caso de que se produzca el desalojo. “Cuando nos echaron la primera vez tiramos de las redes sociales. Yo estaba en casa recogiendo mantas cuando leí en Twitter 'han llegado las lecheras[en referencia a los furgones policiales] ' y me fui con la cámara de fotos para que la noticia corriera. Si vuelve a pasar, tenemos que hacer que todo el mundo lo sepa. El testimonio gráfico son nuestras pruebas”, cuenta Avril.

La Comisión Legal y la de megafonía han estipulado un grupo de guardia. La primera tiene un turno de abogados permanente para asesorar a quien lo necesite si se producen detenciones y la segunda se encargaría de dar la voz de alerta y dictar estas instrucciones a los acampados.

La última instrucción que se ha dado a los acampados es que no señalen a los portavoces en el momento de la disolución del campamento, puesto que piensan que no habrá consecuencias para los manifestantes, solo para los organizadores.

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