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El Palma Arena no entra en campaña

La época Matas, a examen entre los electores del PP tras el veto a los imputados Ningún partido celebrará mítines en el velódromo símbolo de la corrupción en las islas

Jaume Matas pedalea en febrero de 2007 en la pista del velódromo Palma Arena.
Jaume Matas pedalea en febrero de 2007 en la pista del velódromo Palma Arena.

No habrá mítines en el Palma Arena. Es el símbolo y el túmulo de una época –la de Jaume Matas del PP en Baleares- y de su estilo de operaciones estelares y costosas. El complejo del velódromo que da nombre al caso Palma Arena está en obras, como casi siempre desde su apresurado estreno en la primavera de 2007. Es un icono y un lugar polémico por su pasado.

Mariano Rajoy estrenó el Palma Arena precisamente como escenario electoral. Fue el 18 de mayo de ese año y allí efectuó un montaje espectacular en apoyo de Matas. El juez José Castro indaga el pago con fondos públicos de dos facturas (2.076 euros) de gastos de seguridad de aquel mitin. Además, investiga el uso de dinero b (70.000 euros en tres entregas) por parte del gerente del PP (Fernando Areal, cuñado de Matas) para el pago de cuñas de publicidad de la anterior campaña electoral balear.

En febrero de 2008, José Luis Rodríguez Zapatero también acudió al Palma Arena. Para estos comicios del 22-M el PSOE celebró su acto central en Baleares el viernes pasado con la presencia del presidente del Gobierno en Inca, en un polideportivo menor, mientras que Mariano Rajoy hablará hoy en un parque público de Palma, que precisamente impulsó Matas siendo ministro de Medio Ambiente (2000-2003).

El velódromo de Palma –con una pista de madera con esquirlas y rajas y que no está homologada para campeonatos- sigue en reparación. El edificio tuvo goteras y el aparcamiento, problemas estructurales. El complejo ha estado intermitentemente en obras desde que se acabó mal, en tiempo récord y con un coste que multiplicó más del doble los presupuestos, de 48 millones a 110. Se construyó, en principio, para albergar un campeonato mundial de ciclismo en pista.

Mariano Rajoy estrenó el Palma Arena  como escenario electoral

El proceso judicial del caso Palma Arena avanza en 25 piezas penales distintas por supuesta corrupción que pueden traducirse en 25 juicios. Este asunto atañe a la gestión del expresidente balear y exministro Jaume Matas, por la obra y adjudicación del velódromo y otras sospechas sobre su gestión y patrimonio. Con Matas hay una docena de ex altos cargos inculpados.

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El PP de Baleares marca distancias con su pasado y por ello ha bloqueado la entrada en sus listas de los imputados en este y otros 11 casos distintos abiertos en los juzgados de las islas en los que hay 40 cargos inculpados. Tres expolíticos del PP cumplen condena en prisión.

En las elecciones del 22 M para los Ayuntamientos, Consejos insulares y Parlamento  (en Baleares hay tres urnas distintas), la ciudadanía se pronunciará con conocimiento de causa sobre los escándalos de corrupción. El PP balear al limpiar sus candidaturas de inculpados sacrificó a hombres de confianza y amigos de Matas: exconsejeros y ex directores generales de su Gobierno entre 2003 y 2007.

El nuevo líder del PP en Baleares aplicó su protocolo de regeneración

Desapareció de la lista del PP, por ejemplo, el abogado Francisco Fiol, portavoz parlamentario balear, imputado por sus gestiones de consejero de Cultura de Matas en la causa de la Ópera de Calatrava, en el caso Palma Arena, por el pago de 1,2 millones al arquitecto Santiago Calatrava por la cesión de dos maqueta y un video. Tampoco figura en la parrilla electoral el diputado y abogado Juan Flaquer, exconsejero de Turismo, imputado en dos causas por su gestión. El diputado Antonio Serra, ex director general del Gobierno Matas, también ha caído por su imputación en el caso Palma Arena.

El nuevo líder balear después Matas, José Ramón Bauzá, aplicó su “protocolo” de regeneración para marginar al expresidente y ex cabecera electoral del PP de Ibiza, José Juan Cardona, exconsejero de Industria y Comercio con Matas. Bauzá forzó su baja del partido y Cardona se pasó con su escaño al grupo mixto del Parlamento balear y finalmente renunció. Se marchó a su casa, está bajo fianza y pendiente de juicio con una petición fiscal de 26 años de cárcel por seis delitos.

En Ibiza, otro hombre fuerte del PP, el letrado y consejero José Sala alcalde de San Antoni, imputado por la aprobación del plan territorial de Ibiza, quiso ser número uno por Ibiza. Sala amagó con crear un partido nuevo al ser vetado por Bauzá pero este le repescó como gerente e ideólogo de la campaña en Ibiza. El exalcalde de Andratx Jaume Porsell, otro imputado, también cayó de las listas de la misma manera que fue marginada la secretaria general del PP de Menorca y diputada Antònia Gener, imputada en el último escándalo de malversación en Ciutadella, el caso Xoriguer.

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