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Testigos del accidente: “De repente, el túnel estaba ahí. Ha sido horrible”

Varios estudiantes cuentan el momento en el que el autobús se estrella contra el gálibo Los jóvenes en peor estado se encontraban en la parte de atrás del autocar

Algunos de los estudiantes, atendidos por los psicólogos.
Algunos de los estudiantes, atendidos por los psicólogos.Baziz Chibane (EFE)

El accidente de esta madrugada en Lille en el que un autobús se ha empotrado contra el gálibo de un túnel y en el que han resultado heridos de gravedad seis jóvenes españoles pilló a todos por sorpresa. "La mayoría dormían. No comprendíamos qué pasaba" cuenta Carlota, una de las estudiantes que iba a bordo del autobús. "De repente, el túnel estaba ahí. Ha sido horrible", añade Ana. Según el testimonio de estas chicas, los heridos más graves estaban sentados en la parte de atrás, hacia donde han sido proyectados los restos del techo. 

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"Nos hemos despertado brutalmente", relatan Iskander y Erlantz, otros dos jóvenes acogidos en el polideportivo Romarin de La Madeleine al diario La Voix du Nord. Los dos se encontraban en la parte de delante y sólo tienen algunos arañazos. "Hemos tenido mucha suerte", concluyen. "Había sangre por todas partes y muchos gritos de pánico. El autobús estaba en el túnel y el techo salió volando, muchos tenían heridas en la cara", continúan otros compañeros.

"Hemos pasado mucho miedo, al final ha sido un susto muy gordo, hemos pasado muchísimo miedo, la verdad', ha dicho a Efe el bilbaíno Beñat Chomón, de 19 años, uno de los viajeros, que ha resultado prácticamente ileso. "Yo estaba dormido como mucha gente en el autobús, estábamos en las últimas filas. De pronto nos hemos despertado; yo estaba tumbado en la fila de atrás y no me ha pasado nada, pero compañeros que estaban delante y al lado, tenían la cara rajada, la barbilla rajada', ha explicado. Aunque el joven cree que el accidente "podría haber sido mucho peor". "De hecho yo estaba tumbado atrás, si me hubiera sentado bien... (Al incorporarse) tenía una barra de metal a diez o veinte centímetros de mi cara", ha explicado.

El último parte médico del centro donde están ingresados los heridos señala que su situación se ha estabilizado y que ya no hay ninguna persona en estado crítico. Uno de los heridos de gravedad es un chico con traumatismo craneal, mientras que la otra es una joven con traumatismo abdominal. El resto, "están descansando en un centro municipal antes de poder reunirse con sus familias" asegura François Ducrocq uno de los psiquiatras que les atiende.

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