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Rajoy celebra hoy un Consejo de Ministros marcado por Escocia

Margallo decía que el sí sería “un dolor de cabeza” y Wert creía que ganaría el no

El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.
El ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo. JuanJo Martin (EFE)

De todos los gobiernos de Europa, después del británico, el español ha sido el que ha seguido más de cerca el resultado del referéndum escocés por sus inmediatas consecuencias sobre la política española. En La Moncloa llevaban semanas analizando diversos escenarios, según fuentes del Ejecutivo, y el equipo más cercano de Rajoy, sobre todo los especialistas en internacional y asuntos europeos, seguían este jueves en La Moncloa en alerta máxima los datos que llegaban desde Escocia. El Consejo de Ministros, convocado para este viernes a las 10.00 de la mañana, estará sin duda dominado por el no de Escocia a la independencia y la aprobación de la ley de consultas catalana, prevista para la tarde.

Públicamente el presidente no quiso decir nada este jueves en una comparecencia por la mañana en La Moncloa –había hablado el día anterior en el Congreso para decir que la escisión sería “un torpedo en la línea de flotación del espíritu europeo”- pero su ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García Margallo, sí dijo en LaSexta que una victoria del sí, más allá de animar a los independentistas catalanes, habría supuesto "un dolor de cabeza para toda la UE por no decir para toda la comunidad internacional" que, en conflictos como los vividos en Libia, Mali o Ucrania, está apelando al respeto del principio de la integridad territorial.

Mientras Margallo mostraba esta preocupación, que se extiendía en todo el Gobierno en las últimas semanas, uno de los sociólogos de cabecera de Rajoy en los últimos años, José Ignacio Wert, ministro de Educación, se mostró confiado en la victoria del no. En una entrevista en TVE aseguró que no le sorprendería que "la ventaja del no acabara siendo mayor que la que reflejan las encuestas". Wert aseguró que pese a que los resultados parecen "muy ajustados", tenía la impresión de que en Escocia es "posible" que las encuestas estuvieran reflejando una "propensión más vocal, más dispuesta a manifestarse de los partidarios del 'sí' que de los partidarios del 'no'". "Esto que no se tome como un pronóstico y sí como un deseo", ironizó.

Al Ejecutivo le preocupaba el referéndum por sus consecuencias en Cataluña, pero no solo. Miembros del Gobierno consultados creen que si hubiera salido el “sí” David Cameron muy probablemente habría tenido que dimitir y se habría entrado en un periodo de inestabilidad en la Unión Europea de consecuencias políticas y sobre todo económicas difíciles de calcular.

Todo el Gobierno y el PP confiaban pues en la victoria del no. Si no hubiera sido así habrían tratado de hacer de la necesidad virtud para empezar a explotar todas las dificultades que se hubieran abierto el día después de una victoria del sí. Rajoy había dejado claro que no facilitaría la entrada de Escocia en la UE, aunque no había hablado de veto, y el Gobierno y el PP tratarían de utilizar la salida de Escocia de la UE que habría forzado un sí para hacer ver a los catalanes que ellos seguirían la misma vía.

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