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¿Sueño al volante? Lady Gaga y dos cafés

Claves para afrontar con seguridad un largo viaje en coche. Próxima parada: vacaciones

Hoy millones de coches se echan a las carreteras. El motivo es fabuloso: comienzan las vacaciones. Pero toca ser precavido (mucho) para evitar accidentes. 2015 ya arrancó como un año negro. No permitamos que el verano siga la misma tendencia. ¿Cuáles son los factores de riesgo durante la conducción? El humano es el principal, según el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia (Intras) y, más concretamente, la fatiga y la somnolencia están directa o indirectamente relacionadas en el 30% de la siniestralidad. Según la DGT, la fatiga y la somnolencia representan en torno al 20% del total de los accidentes mortales. Y de los aproximadamente 30 millones de conductores que existen en España, un tercio asegura que en más de una ocasión le ha invadido el sueño al volante.

Proponemos nueve claves para disfrutar de un buen viaje en coche (y el más seguro):

1. Café y siesta de 20 minutos. Son las mejores estrategias para combatir el cansancio y la sensación de sueño, según la Nacional Highway Traffic Safety Administration de EE UU. Las conclusiones de un reciente estudio de la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial) y el Instituto Universitario de Tráfico y Seguridad Vial (Intras), con la colaboración de la Federación Española del Café y la aprobación de la DGT, son similares: “El consumo de café y una siesta de unos 20 minutos mejora el rendimiento de los conductores fatigados o somnolientos, ya que reduce un 36,3% el número de pisadas de las líneas de la calzada, un 7,7% el tiempo de reacción y un 25% el grado de somnolencia”, afirma Luis Montoro, director del estudio (el primero de estas características en España) y catedrático de Seguridad Vial de la Universidad de Valencia. Pero, sobre todo, influye la bebida. “El efecto no sucedía en los otros dos grupos, que también dormían siesta, pero tomaban descafeinado o placebo”. Así pues, en los viajes largos hay que hacer paradas cada dos horas y media, con descanso de unos 30 minutos y tomar una o dos tazas de café.

La fatiga y la somnolencia están relacionadas en el 30% de los siniestros, según el Instituto de Tráfico y Seguridad Vial de la Universidad de Valencia

2. Para las embarazadas, más pausas y más agua. Como todos, las futuras madres deben llevar siempre el cinturón de seguridad (salvo por prescripción médica y que se indique otra medida sustitutiva, que deberá probarse con el correspondiente justificante médico). A medida que avanza la gestación y se aproxima a término (38-42 semanas), la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (Sego) suele recomendar que la embarazada no conduzca y vaya en un asiento lo más lejano del salpicadero y con el airbag desconectado. Si se trata de viajes largos, es conveniente hacer paradas de 30 minutos cada dos horas para descansar del trayecto y que camine para favorecer en las piernas el retorno venoso y prevenir edemas o hinchazón, incluso riesgo de tromboflebitis. También es importante, según los ginecólogos, que el coche esté a una temperatura agradable (para la consultora AutoScout24, la temperatura más aconsejable es de 22 ºC; además, por debajo de los 20º se incrementa el consumo de carburante) y que la fémina se mantenga hidratada, por lo que conviene llevar una botella de agua.

3. Sillas para bebés y niños pequeños. Para menores de tres años, existen unas sillas con cinturones de seguridad y otros sistemas de retención propios. Siempre tienen que ir en los asientos traseros y con los airbags desactivados. Y hasta los 12 años, existen otros tipos de sillas y asientos elevadores con dispositivos de retención. Todos los modelos deben ir perfectamente acoplados en los asientos del coche para evitar el menor desplazamiento. Según la OMS, la instalación correcta de los asientos infantiles, de acuerdo con los sistemas homologados (en Europa es Isofix), es la mejor forma de proteger a los niños y ayuda a prevenir entre el 50% y el 80% del conjunto de las lesiones pediátricas.

4. Ni comidas copiosas ni alcohol. Antes de emprender un viaje conviene no hacer comidas copiosas, que hacen lenta la digestión y favorecen la somnolencia, según las pautas avaladas por la Fundación Española para la Seguridad Vial (Fesvial); tampoco ingiera alcohol ni tome estupefacientes; si consume algún medicamento, hay que asegurarse de que no interfiere en la conducción; si le entra cansancio y prefiere seguir, ponga la radio, ¡cante! (una encuesta de Seat UK desvela que los mejores temas para entonar mientras conduce pertenecen a Queen, Lady Gaga y Michael Jackson) o hable con algún compañero de viaje, pero sin perder la concentración. Porque si le cae un pesado al lado, también puede ser un peligro. Según un estudio que acaba de publicar el RACE, ocho de cada 10 conductores se distraen y/o se pone nervioso cuando el copiloto u otros ocupantes le corrigen y alertan constantemente sobre la dirección a tomar, los semáforos, los peatones... y otro tanto sucede con los que no paran de enredar en el salpicadero. El coche, además, debe mantenerse ventilado, pues un ambiente cargado precipita el sueño.

Un café y una siesta de 20 minutos mejoran el rendimiento de los conductores somnolientos

5. Olvídese del móvil. Está prohibido terminantemente usarlo mientras se conduce. La normativa solo permite hablar por teléfono si tiene un sistema de manos libres. Según un estudio publicado en la revista de la DGT, utilizar el móvil al volante aumenta entre cuatro y nueve veces el riesgo de accidente. Hablar y enviar mensajes, entre las principales causas. Recuerde el lema que la DGT hizo suyo: Hablar por el móvil puede ser cuestión de vida o muerte.

6. No se confíe en los últimos kilómetros. Aunque le queden pocos kilómetros para el destino, si toca descanso y café, mejor que lo haga, ya que las estadísticas demuestran que muchos de los accidentes de tráfico se producen poco antes de que tocaran a su fin: el cansancio acumulado y la prisa por la sensación de que quedan pocos kilómetros llevan a aumentar la velocidad. No dude en aplazar el viaje o en parar de inmediato si le invaden los siguientes síntomas: picor de ojos, pesadez, agotamiento, dolor de cabeza, sensación de brazos dormidos, embotamiento de cabeza, fatiga y somnolencia. Son consejos de Fesvial. 

7. Por la noche, extreme la precaución. En las vacaciones de verano hay quien prefiere conducir durante la noche, pues en esta etapa disminuye el tráfico un 60%, según la DGT. Pero cuidado: los accidentes aumentan un 42% respecto a las horas de luz solar, ya que por la noche disminuyen la agudeza y el campo visual, en la oscuridad no se aprecian ni la velocidad ni el movimiento, aspectos que pueden ocultar peligros visibles con la luz solar, según el organismo de tráfico. Otro de los inconvenientes de la conducción nocturna, según la Fundación Comisariado Europeo del Automóvil (CEA), es que la capacidad de reacción se ve limitada al campo de iluminación de los faros y existe mayor riesgo de deslumbramiento por parte de los coches que vienen de frente. Y a todos estos factores se añade otro importante: a esas horas circulan muchos más conductores bajo los efectos del alcohol, las drogas y el agotamiento, y realizan maniobras antirreglamentarias. Según la DGT, en el 20% de los accidentes mortales, el perfil-tipo es un conductor de entre 18 y 29 años, que va solo, conduce a altas velocidades y a última hora de la noche, primera de la mañana o media tarde.

8. Elija bien su momento. Antes de salir, es fundamental que se encuentre descansado, relajado y mentalizado para un viaje que puede durar de varias horas. Y cuando decida partir es conveniente informarse en la Guardia Civil de Tráfico o la DGT sobre la afluencia de vehículos en la carretera con el fin de evitar aglomeraciones y atascos.

9. Revise el coche. Para asegurarse un viaje sin incidencias mecánicas, la Dirección General de Tráfico aconseja llevar antes el vehículo al taller para una puesta a punto. Hay que hacer especial hincapié en comprobar en frío el estado de los neumáticos y que su banda de rodadura tenga un relieve de, al menos, 1,6 milímetros, y que esté bien visible para asegurar la adecuada adherencia a la carretera en situaciones de frenado o lluvia, así como que en los flancos no haya ningún golpe. También es necesario revisar los niveles de aceite, líquidos de dirección asistida, frenos, anticongelante y limpiaparabrisas. Y, por supuesto, revisar que las luces funcionen bien y llevar un juego de recambio de todas. No olvide el gato y la rueda de repuesto en buen estado, el chaleco o chalecos reflectantes, los triángulos de señalización de avería y, –fundamental–, el permiso de conducir y toda la documentación del coche en regla. Buen viaje.

 

 

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