_
_
_
_
_
EL ACENTO
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Roldán puso el listón muy alto

Cambios continuos en la biografía académica del secretario de Estado de la Seguridad Social

MARCOS BLAFAGÓN

Desde que Luis Roldán se hizo pasar por “ingeniero, economista y máster  en economía”, creíamos que los cargos públicos serían cuidadosos a la hora de manejar sus datos biográficos.Pero si el ex director general de la Guardia Civil dejó muy alto el listón de la bellaquería —también en ese aspecto—, está visto que no tuvo el impacto suficiente. Tras las elecciones de 1993, el diputado popular Tomás Burgos declaró al Congreso que era “licenciado en Medicina”. En 1996 añadió a este título el de “diplomado en Dirección de Instituciones Sanitarias”, y mantuvo los dos al ser reelegido en 2000. A partir de 2004 retiró el título de Medicina de su biografía parlamentaria y mantuvo el de diplomado en Dirección de Instituciones Sanitarias. Pero el 30 de diciembre pasado fue nombrado secretario de Estado de la Seguridad Social y recuperó el título de Medicina: la web de La Moncloa le presentó como “médico y experto en gestión sanitaria”. Más prudentemente, la web del Ministerio de Empleo y Seguridad Social le atribuye “formación universitaria en medicina” y, a última hora de ayer, la web de Moncloa fue corregida en ese mismo sentido. Versiones distintas para una sola persona verdadera.

El nivel educativo que deben tener los altos cargos es un debate recurrente. Pero esa cuestión es distinta de la veracidad exigible al declarante. Es discutible si todos los responsables públicos deben disponer de un sólido currículo académico; no lo es que quien diga alcanzado un alto grado de formación, en realidad carezca de él.

No es el mismo caso, pero recuerda otra falsedad sonada respecto a datos académicos. El barón Karl-Theodor zu Guttenberg era ministro de Defensa de la República Federal de Alemania cuando acudió al Bundestag, hace un año, para reconocer que había copiado pasajes de su tesis doctoral; unos “graves errores, que lamento”, según sus palabras. Hubo de renunciar al doctorado por la Universidad de Bayreuth y el 1 de marzo de 2011 dimitió como ministro. Alemania intenta ser un país serio. En los países serios, un cargo público no puede mentir y seguir en el puesto como si tal cosa.

Cuando un tema da mucho que hablar, lee todo lo que haya que decir.
Suscríbete aquí

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_