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Brasil planifica sus infraestructuras a largo plazo

El Gobierno de Rouseff asegura que cumplirá con los compromisos de los Juegos y la Copa del Mundo pero que su objetivo es la modernización del país. Telefónica e Iberdrola reafirman su compromiso inversor con el país

R. M.
Un momento del panel dedicado a las infraestructuras y energía. De izda a dcha, Santiago Fernández Valbuena (Telefónica Latinoamérica), Bernardo Figueiredo (Pte. da Empresa de Planejamento e Logística), Javier Moreno (director de EL PAÍS), Mauricio Tolmasquim (Pte. da Empresa de Pesquisa Energética) y José Ignacio Sánchez Galán (Pte de Iberdrola).
Un momento del panel dedicado a las infraestructuras y energía. De izda a dcha, Santiago Fernández Valbuena (Telefónica Latinoamérica), Bernardo Figueiredo (Pte. da Empresa de Planejamento e Logística), Javier Moreno (director de EL PAÍS), Mauricio Tolmasquim (Pte. da Empresa de Pesquisa Energética) y José Ignacio Sánchez Galán (Pte de Iberdrola).GORKA LEJARCEGI

Brasil es una oportunidad de negocio como demuestra el flujo constante de inversiones. Pero para asegurar que esas inversiones no se estrangulan es estrictamente necesario un desarrollo de dos sectores claves en el país: las infraestructuras y la energía. Así se ha puesto de manifiesto en el segundo panel del foro Brasil en la senda del crecimiento, evento organizado por EL PAÍS y el diario brasileño Valor Económico.

Fernando Bernardo Figueiredo, presidente de Empresa de Planejamento e Logística (EPL), responsable de todo el nuevo plan ferroviario, dejó claro que el Gobierno “no trabaja para los Juegos Olímpicos o la Copa del Mundo sino para el país”, y que su política de infraestructuras es a largo plazo, aunque llegará a tiempo para cumplir con esos dos grandes acontecimientos.

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Figueiredo enfatizó que después de 30 años de “inercia” en las inversiones en infraestructuras el Gobierno de Dilma Rousseff ha intentado romper ese bloqueo con un megaplan dotado con 133.000 millones de reales, más de 53.000 millones de euros, que se desarrollará en un plazo de 25 años, aunque gran parte de esas inversiones se llevará a cabo en los próximos cinco años, coincidiendo con la celebración del Mundial de Fútbol de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016. El programa contempla la construcción y modernización de 7.500 kilómetros de carreteras y de 10.000 kilómetros de vías férreas. “En 2007 multiplicamos por 20 las inversiones de 2001, y por primera vez, el ferrocarril está por encima de la carretera”.

Santiago Fernández Valbuena, presidente de Telefónica Latinoamérica, ha señalado que “Brasil se ha consolidado como el indiscutible líder político y económico en América Latina”, y será ”el motor del grupo Telefónica”. El directivo contó la anécdota de que ha trasladado su despacho de Madrid a Sao Paulo, “un simbolismo que prueba donde debemos estar”. “Jugando con el nombre de los patrocinadores podemos decir que el país está aquí pero el valor está allí”.

El presidente de la filial de la operadora indicó que desde 1996 Telefónica ha invertido en Brasil 48.000 millones de euros y que el compromiso de inversión de la multinacional española de 2011 a 2014 asciende a 9.300 millones de euros. “Estamos invirtiendo la mitad de nuestro resultado operativo”. Gran parte de esa inversión se dedicará a la nueva red de banda ancha móvil y al sector empresarial.

Mauricio Tolmasquim, presidente da Empresa de Pesquisa Energética, que supervisa las inversiones en el sector, valoró el modelo energético propio de Brasil, que ha permitido que el 44% del suministro provenga de energías renovables frente al 13% de la media en el mundo. El responsable político destacó el potencial que tiene el país en el desarrollo hidroeléctrico, del que solo usa un tercio de su capacidad, siendo incluso así el tercer productor mundial después de Rusia y China.

Nuevo modelo energético

Tolmasquim recordó que Brasil ha aprendido de sus errores pasados y, en particular, de los que cometieron los Gobiernos anteriores a Lula da Silva, que copió el modelo británico de liberalización absoluta, sin intervención del Estado, lo que provocó cortes de suministro en 2001. “En 2003, formulamos un nuevo modelo, que encargó Lula a Dilma Rouseff como ministra de energía, en el que se compaginaba la planificación del Estado con las inversiones privadas” .

Dentro de ese modelo, el Gobierno negocia con las eléctricas el aumento de las concesiones por otros 30 años, a cambio de un compromiso de inversión y garantizando un beneficio del 10%. También prevén incrementar la producción de etanol, procedente de la caña de azúcar, desde los 25.000 millones de litros anuales a los 63.000 en diez años. Respecto al petróleo, pasarán de 2,4 a 5,4 millones de barriles en diez años, aunque pretenden exportar el 40% de la producción.

José Ignacio Sánchez Galán, presidente de Iberdrola, destacó que el modelo brasileño energético basa su éxito en una serie de premisas como la reducción de la fiscalidad (recientemente se aprobó una importante bajada de impuestos), la elección de las energías más eficientes y con menos coste y la predecibilidad en la legislación.

Galán ha señalado que, fruto de esta apuesta a largo plazo, el Grupo Iberdrola prevé acumular una inversión en Brasil junto a sus socios de alrededor de 4.000 millones de euros entre este año y 2014. De esta cifra, la mitad irá a parar a proyectos de redes de transmisión de energía eléctrica y el otro 50% a la construcción de nuevas centrales de generación, sobre todo hidroeléctricas.

El presidente de Iberdrola puso como prueba de ese buen funcionamiento el hecho de que la eléctrica española lleve trabajando 15 años en el país en una sociedad conjunta con dos empresas públicas brasileñas, en las que todas las decisiones se adoptan por unanimidad sin que haya habido ningún problema.

Ignacio Galán ha hablado también de la faceta social de la compañía en Brasil, destacando su implicación en programas como Luz para Todos, gracias al cual se ha podido extender el servicio eléctrico a 600.000 hogares del nordeste del país, o Nova Geladeira, mediante el que se han sustituido 200.000 neveras por otras más eficientes, lo que ha propiciado un ahorro de energía eléctrica equivalente al consumo de 112.000 hogares.

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Sobre la firma

R. M.
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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