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CAIXA PENEDÈS

La comisión ejecutiva de Caixa Penedès avaló las pensiones millonarias en 2010

Logotipo de la entidad bancaria Caixa Penedés en una sucursal de la calle López de Hoyos de Madrid. EFE/J. Benet
Logotipo de la entidad bancaria Caixa Penedés en una sucursal de la calle López de Hoyos de Madrid. EFE/J. BenetEFE

Según han informado fuentes judiciales, Troyano ha declarado esta mañana en calidad de denunciado, asistido por un letrado, ante el fiscal Anticorrupción Emilio Sánchez-Ulled, que investiga los planes de pensiones millonarios asignados a varios exdirectivos de Caixa Penedès, entre ellos el propio Troyano.

Los planes de pensiones investigados suman cerca de 20 millones de euros, de los que unos 11 estaban asignados a su expresidente Ricard Pagès que declaró el pasado lunes ante el fiscal, mientras que el resto correspondía a Manuel Troyano, el exdirector general Joan Caellas y Jaume Jorba exdirector de Recursos Humanos.

Tanto Pagès como Troyano dimitieron el pasado mes de noviembre, a petición del Consejo de Administración de la entidad por la "falta de transparencia y desproporción de los paquetes de carácter remuneratorio y de previsión social" de los cuatro exdirectivos.

Como mantuviera Pagès en su declaración ante el Fiscal del pasado lunes, Troyano ha defendido hoy que el plan de pensiones millonario que tenía adjudicado, y que de momento no ha podido cobrar, deriva de un contrato de alta dirección que firmó en el año 1996 y que fue avalado por los sucesivos consejos de administración de la entidad.

El exdirectivo ha admitido, sin embargo, que el cobro de los planes de pensiones millonarios fue acordado por la comisión ejecutiva del consejo de administración de Caixa Penedès en 2010, año en que recibió dinero procedente del FROB tras su integración en el grupo BMN, del que también forman parte las cajas de Granada, Murcia y Sa Nostra.

Según fuentes judiciales, las actas de los consejos de administración que desde su aprobación avalaron los planes de pensiones para exdirectivos no especificaban las cantidades que éstos cobrarían tras su jubilación, aunque la defensa alega que cualquiera de sus miembros podría haber tenido acceso a las mismas de haberlo solicitado.

Troyano entró a formar parte del consejo de administración en el año 2007, cuando accedió al cargo de director general, por lo que su defensa considera que no puede ser considerado responsable de la aprobación de un plan de pensiones que data de una década antes y tampoco beneficiario a título lucrativo, dado que no ha cobrado ni un euro de esa remuneración.

De acuerdo con la versión esgrimida por Troyano, empleado de Caixa Penedès durante 43 años, el contrato de alta dirección que firmó en el año 1995, cuando fue nombrado subdirector de la entidad financiera, le da derecho a cobrar el millonario plan de pensiones, que equivaldría al cien por cien de su salario hasta su fallecimiento.

El exdirectivo ha insistido en que, a diferencia de Pagès, no ha cobrado ni un euro del plan de pensiones que tenía adjudicado porque todavía no ha llegado a la edad de jubilación.

El plan de pensiones adjudicado a los exdirectivos de Caixa Penedès establecía que la remuneración podía ser cobrada incluso en caso de despido.

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