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Reportaje:VAMOS A ... BENIDORM

Evasión invernal

Pinchos en Aurrera, 'chill out' en Ku Lounge Cafe y noches rockeras en Heart Break. Todas las miradas confluyen en Benidorm, donde la animación dura todo el año

We are open" (estamos abiertos), señalan los carteles. La actividad turística no se detiene en Benidorm ni en pleno invierno. Mientras el resto de la Península tirita, el sol brilla en la costa alicantina y la temperatura suele alcanzar los 20 grados. Pues Benidorm es un descubrimiento más allá de lugares comunes como el lolailo y Manolo Escobar. Y entre las novedades, destaca una: el flamante paseo de la playa de Poniente, de un impecable ritmo visual nunca visto hasta la fecha en el litoral español, un proyecto de los arquitectos Carlos Ferrater y Xavier Martí.

Pero hay más: el nuevo hotel Villa Venecia, literalmente colgado en la punta de Canfali. O los jardines aterrazados del hotel Asia Gardens, cerca de Terra Mítica. Se ha elevado también el nivel gastronómico con los restaurantes asociados a BChefs, y el tapeo y los locales nocturnos completan la variadísima oferta.

Bernidorm ha sabido superar la estacionalidad gracias a los visitantes de mayor edad. Y se respira animación en la capital turística de la Comunidad Valenciana (el 80% de sus 40.000 plazas hoteleras están funcionando en febrero). De sus tarifas imbatibles pueden beneficiarse todos los viajeros, trocando la pensión completa o el todo incluido por el coche de alquiler y una variada lista de excursiones. Su tranquilidad, sus cambios de luz invitan a la despreocupación contemplativa.

Lo más playero

Con el casco histórico en el centro a modo de separación, los dos playones de Benidorm son destinos que ansía todo paseante invernal. Gozan de ambientes bien diferenciados. La circunstancia de que Sierra Helada esté emplazada sobre una gigantesca duna petrificada garantiza los aportes arenosos.

Si hubiera que buscar un laboratorio o desarrollar un estudio en España sobre la playa turística por excelencia, los dos kilómetros de la playa de Levante serían los elegidos. Un arenal de culto masivo que en febrero se torna apacible balneario. Su paseo es una secuencia de asfalto, adoquín, granito y tarima de madera, sin bordillos traicioneros. Todo un logro debido a la remodelación del arquitecto Oriol Bohigas.

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La zona guiri se extiende desde el Rincón de Loix al hotel Cimbel. A mediados de febrero, aireada ya su arena, abrirá la magnífica biblioplaya -es decir, una biblioteca en la playa- diseñada por Alejandro Guijarro de manera que su entoldado piramidal evite la acción perpendicular del sol. Los mástiles de encuentro fueron copiados de la playa de Ostende (en Bélgica) y tampoco falta un escultor vigilando día y noche sus caballos de arena. Es precisamente al oscurecer cuando cientos de puntos de luz se sostienen sobre una interminable guirnalda.

La playa de Poniente siempre fue la nacional por su carácter residencial. La isla de Benidorm no puede faltar en ninguna panorámica desde el nuevo paseo. En la cafetería Yago bien merece tomar un café o conectarse a Internet entre gente joven; la misma que luego va a tomarse una copa a la terraza Massai (abrirá por San Valentín).

En el capítulo de calas nudistas hay que mencionar la tranquila por pedregosa caleta del Tío Ximo, acostada bajo los escarpes de Sierra Helada. Pero es en la cala del Racó del Conill (Rincón del Conejo), en Villajoyosa, donde se quintaesencia el paraíso mediterráneo. Tomando el desvío antes del casino se baja a un dúo de preciosas caletas de piedrecillas que, en un entorno natural, ha sobrevivido milagrosamente a la especulación. Es, por descontado, naturista (curiosamente, estar en conill significa estar desnudo en valenciano). Antes de tomar la pendiente, un cartel impide el paso a las caravanas. En este punto arranca el encantador sendero que pasando por un viejo cuartel de carabineros nos eleva a la rehabilitada torre del Aguiló, desde donde, esta vez sí, se dominan los rascacielos. Calcular unos 20 minutos de caminata.

Cualquier pretexto es bueno para ir a la playa del Albir (L'Alfàs del Pi). Cuando el mar se agita, el yodo inunda su rompiente pedregosa. Compruébese desde la terraza Buddha.

Una isla y dos miradores

Con su forma triangular, la isla de Benidorm es pura geografía simbólica. Como un pedazo del Puig Campana que se hubiera echado a navegar 3,5 kilómetros mar adentro. Al menos eso refiere la leyenda. Tras las últimas lluvias este l'illot (islote) vive su particular primavera con un verdor inusitado. En este santuario de paíño común englobado dentro del parque natural de Sierra Helada se siente como en ninguna parte la visión hipnótica del mar. En 20 minutos se alcanza la cima-mirador.

Ya desembarcados, por la calle del Infiesto, se sube a la ermita de la Virgen del Mar y a la cima del Tossal de La Cala, atalaya desde la que ser testigos de la salida del sol por el mar a una hora tan civilizada como son las ocho de la mañana. Cuando mil rojos intensos que enrojecen el Puig Campana y el azul del Mediterráneo arropan este observatorio que domina la Marina Baixa y explica las razones de su microclima: las sierras protectoras de Bernia, Helada y Aitana. Pero de poco sirve inaugurar un paseo marítimo fashion si luego el comercial rascacielos Intempo (en construcción), que chirriaría incluso en Las Vegas, promete estropear el paisaje de 2012.

Dicen que las visiones de lejos ganan. El aserto se cumple en La Cruz, el mirador más impactante del Benidorm vertical. Cuando el sol declina por el mar, este descomunal skyline se antoja metafísico. Impone. Eso sí, tiene en las 42 plantas de la torre Lugano (2008) su elemento disonante.

Arquitectura y espíritu pop

Hay veces en que el bosque de grandes edificios y rascacielos no deja apreciar construcciones a las que el paso del tiempo ha otorgado un inconfundible aroma poppy. Hablamos de una arquitectura que enraizaba con la cultura popular y que, a veces a modo de pastiche, hablaba un lenguaje fácilmente comprensible con elementos como la balaustrada o el dosel. O un mural exterior, con delfines en el caso del Gran Hotel Delfín, que se mantiene tal cual fue inaugurado en 1963. Cine de barrio en estado puro. Su vestíbulo será visitable a partir del 24 de abril.

Los balcones hexagonales del hotel y de la torre de apartamentos Belroy (1970), en la confluencia de las avenidas del Mediterráneo y Europa, fueron oscurecidos para resaltar en una época de arquitectura blanca. Al otro lado de la plaza se anuncia el edificio Playmon Bacana (1970), cuya fachada trasera tiene de yeyé la celosía y las ventanas metálicas ovaladas. Al otro lado, la torre Benidorm (1971). La forma de colmena sorprende en el edificio Coblanca 5 (1972), que se fotografía a placer desde el hotel Los Dálmatas.

Diversiones mayores

Los jubilados son los reyes del mambo en Benidorm. La unanimidad en su grado de satisfacción es encomiástica. Aparte de los hoteles especializados en animación diaria, existen tablas de mantenimiento que organiza el Ayuntamiento a eso de las 10.30 en el parque de Elche, donde también hay modernos aparatos gimnásticos.

Si algún día se erige una escultura en este parque de palomas blancas será muy posiblemente en honor de Juan Mari Salamanca. Aparecerá broncíneo con los brazos abiertos, campanudo. Y es que desde hace cinco años este navarro entusiasta de lo coral -acompañado en primera fila por su mujer Regina-, dirige a cuantos quieren acompañarle, de 11.30 a 13.00, entonando canciones de toda la vida. "Es la mejor terapia contra la tristeza y la depresión", nos comenta. Y lo hace desgranando un talante familiar y por amor al arte canoro.

Al lado permanece abierto uno de los puntos de Playas Accesibles para Minusválidos donde el personal acompaña en el baño a ciegos o personas impedidas valiéndose de muletas y sillas anfibias. Todo gratuito.

Si hay una palabra que va y viene entre los risueños grupos de mayores es "ligar". Al mediodía y por la tarde se montan bailes en terrazas-bares con músicos en directo. "Alguna pareja sí que sale", nos comenta un camarero del Román. También están el Nuria y el Arenas. De más nivel es el baile nocturno en el hotel Don Pancho. En el Pepe's Bar, a las tres de la madrugada, todo recuerda el ligoteo de cuando Concha Velasco y Toni Leblanc.

Afán culinario

La asociación de cocineros reunidos bajo la marca BChefs (http://bchefs.blogspot.com) ha decidido emplearse a fondo para elevar el nivel gastronómico. Que los visitantes releguen la pizza ratonera y el burger y aprendan a diferenciar las texturas del salmón y de la melva. Ello por no hablar de los estupendos caldos de las Bodegas Enrique Mendoza, cuyas instalaciones son visitables en L'Alfàs del Pi, lindante con Benidorm (catar el tinto Santa Rosa de 2004 y el blanco Chardonnay de 2008).

Tanto salitre abre el apetito, para lo cual se impone entrar en esa Babel gastronómica de pinchos y tapas, en constante bullicio, que es el casco antiguo. Aurrera tiene una barra de pintxos que parece teletransportada desde San Sebastián. No faltan los jagüitos (pan tostado con jamón y tomate rallado). Parte de su expositor da al callejón de Santo Domingo para sorpresa de cuantos lo pasean. Frente al bar, la misma propiedad abre una sidrería. Al lado se halla desde hace tres décadas La Cava Aragonesa. Cuenta con 700 referencias de vino y 80 tapas a la vista. Priman las yescas, suerte de rebanadas de pan cubiertas con un amplio surtido de viandas. De los ibéricos se encarga el dicharachero Satur en La Dehesa de Don Saturnino, mientras que caracoles a la bourguignone y ostras de Arcachon se sirven en el diminuto Bi-Arritz.

L'Ñ es un descubrimiento en la calle de San Miguel. Es un bar estrecho, algo incómodo, pero en el que no es preciso leer la pizarra: basta con ponerse en manos de Marcos Román. Él va sirviendo las exquisiteces regadas con vino de Alicante y adobadas con la explicación de rigor. Saliendo del casco viejo encontramos Jugolandia.

La ruta pop-rock

La práctica totalidad de los locales permanecen abiertos durante todo el año. Eso sí, en invierno hay que elegir cuidadosamente el momento de la visita, siempre mejor los fines de semana. Tras el tapeo, lo suyo es tomar la primera copa sin salir del casco viejo. Los jóvenes benidormeros suelen llevar a los visitantes nacionales al pub La Sal. En verano se forman largas colas frente a esta carpintería reconvertida en animada sala con altillo y buena música. Dj, monologuistas y buen colegueo también se dan cita en el Kentucky Disco Pub, con ventanales sobre el mar. Por la tarde se celebran conciertos los sábados y monólogos los domingos.

Donde siempre palpita la noche es en las terrazas de la playa de Levante. De día, abiertas al aire libre cual bares de cervezas y zumos; de noche recibiendo a una joven clientela con ganas de liarla parda (y finalizando en las discotecas de la carretera). Junto al café bar Moai, de estimable decoración, abre el Ku Lounge Cafe, cuyo nombre y decoración tanto remiten a Ibiza. Los jueves es estandarte chill out y los viernes se explicita lo último en peinados y estilismo en la fiesta La Pelu. Para los domingos se reserva la fiesta Karma, donde no faltan cachimbas, así como comida y música de la India.

Un fiestón de house y gogós se vive en el Penélope Beach Club. Los jueves tiene lugar la Noche de la Mujer, con copa y bombones de regalo, así como un strip-tease masculino. A cual más sugerente es su carta de cócteles: Virgen viciosa, Espuma erótica, Sex on the Beach... La marca Penélope, precisamente, nació en Benidorm hace 42 años.

El Heart Break es esencia rock and roll anclada en la cultura motera. En este american bar playero se programa, como mínimo, un concierto diario (www.hbhspain.com). Además, los sábados el espectáculo está servido: alternan el virtuoso guitarrista Rafa Raposo y la gogó Yasmina Jurado.

En el Quién es quién de Benidorm no puede faltar el dueño del Fratelli Fashion Bar. Salvatore, siempre de punta en blanco y ejerciendo de italiano seductor con deportivo en la puerta, atiende en su piano bar derrochando saludos, tocando instrumentos, bailando con alguna cliente y lo que se tercie.

Quien haya visto la película Los fabulosos Baker Boys entenderá La Cueva Musical. Un local donde a medianoche se concentran los músicos de los hoteles y demás locales benidormeros para compartir con la clientela jazz y blues. Se facilitan instrumentos a los espontáneos.

Lo que no hizo la oficina de turismo de Sitges, lo ha llevado a cabo la de Benidorm: un estupendo folleto turístico, llamado Benidorm Open, donde figuran los locales gays y su ubicación en el mapa. Mercury goza de ambiente para todas las edades y Dreams abunda en un divertimento kitsch apto para heteros.

Excursiones por la Marina

Este mes de febrero una gran mancha blanca teñirá la Marina alicantina. Y es en el valle de Xaló/Jalón donde más y mejor se disfruta de la floración del almendro. Donde mudan el gris y el ocre por el blanco y el rosa. Para el próximo día 7 se ha organizado una ruta senderista guiada (11 kilómetros/4 horas, 3 euros) para contemplar los almendros en flor tomando como punto de partida el Ayuntamiento de Alcalalí. Para el día 14 está prevista otra excursión del mismo tenor, esta vez cicloturística, de Alcalalí a Parcent (12 kilómetros, 5 euros). Quien no disponga de bicicleta puede alquilarla por 10 euros en Aestas (678 04 51 04; www.aestas.es).

Xaló/Jalón no hay que perdérselo durante el rastro de los sábados para aprovisionarse de miel y embutidos. Los vinos se prueban con porrón en la Cooperativa Valenciana Virgen Pobre de Xaló.

El calor de caldera de barco propio del verano alicantino aconseja dejar las caminatas para estas fechas. De mañana, ya sin miedo a los rayos solares se puede llegar desde Xalò/Jalón hasta la sierra de Bernia y aparcar en los restaurantes de Pinos para emprender así la ruta a pie al Forat. Tras unos 50 minutos de subida se alcanza un orificio en la cresta que invita a atravesar en cuclillas 20 metros de forat (agujero) sólo en parte artificial cuyo fin no era otro que vigilar la costa sur. A una altura de 850 metros se otea Sierra Helada, Altea y Benidorm.

Aparte de los artistas y artesanos de Altea, nadie debería dejarse la ruta a pie desde L'Alfàs del Pi al faro de la punta del Albir. El viajero no puede por menos que congratularse por la peatonalización de estos 2,3 kilómetros sin desnivel que abrazan la bahía de Altea. Al atardecer uno se beneficia de la manera en que la luz dorada golpea el peñón de Ifach.

Por último, la fortaleza natural de Castell de Guadalest se puede apreciar de una manera diferente desde el Barco Solar (636 03 79 10; www.seacleaner.com/guadalest, 5 euros). En 2009 empezó a navegar por el pantano de Guadalest este barco de pasajeros pionero en el mundo al estar accionado autónomamente con energía solar. Zarpa a diario salvo los sábados.

El paseo de la playa de Poniente, de Carlos Ferrater y Xavier Martí, ha conseguido revitalizar la imagen de Benidorm
El paseo de la playa de Poniente, de Carlos Ferrater y Xavier Martí, ha conseguido revitalizar la imagen de BenidormROSA FUSTER

24 colores juguetones

"Hemos transformado la idea convencional de paseo marítimo como barrera al mar en un espacio lúdico y para la contemplación; es casi como una fiesta en medio de Benidorm". Son palabras del arquitecto Carlos Ferrater, quien, junto con Xavier Martí Galí, ha firmado el paseo marítimo de Poniente, "gran parque bisagra entre el Mediterráneo y la ciudad". Son 1,2 kilómetros de líneas alabeadas, peraltadas, que forman ángulos de entre 45 y 60 grados de inclinación y que se entrelazan. La finísima cáscara de hormigón blanco semeja la curva de una ola con la sensualidad que le conferiría Oscar Niemeyer.

Todo el paseo constituye un impacto arquitectónico amoldado a la topografía; presenta subeibajas imperceptibles, como si caminásemos sobre un cordón dunar, circunstancia que se percibe nítidamente observándolo en paralelo desde el coche.

Todo causa sorpresa. El nivel superior es un conjunto de plazas y espacios lúdicos que se lanzan en voladizo sobre el mar. Predominan las líneas depuradas en las escaleras rampantes y de peldaños rematadas con barandillas transparentes tipo arpa: los lugares quizá de mayor impacto visual. Hay también caminos alternativos; es un paseo versátil y dotado de islas de vegetación autóctona y pavimento del país que ya le ha valido (y eso que está recién inaugurado) el prestigioso Premio de Cerámica e Interiorismo que otorga la Asociación Española de Fabricantes de Azulejos y Pavimentos Cerámicos

(ASCER). Los bancos, como serpientes largas, están dotados con sillas fijadas pensando en los paseantes de más edad, y el nivel inferior, que exhibe una sugerente iluminación nocturna, se recorre sobre una pasarela de madera amoldada al paramento. Un color, dos, tres... hasta 24 sirven de referencia cromática. Quedamos en el sector rojo, en el añil... dicen los usuarios.

Guía

Dormir

» Villa Venecia (965 85 54 66; http://www.hotelvillavenecia.com/. Plaza de San Jaime, Benidorm). Hotel boutique de cinco estrellas que ocupa una situación privilegiada sobre el rompiente. Tarifa Día de San Valentín vigente tres fines de semana de febrero, 320 euros (habitación doble con cena gran gala, spa y brunch).

» Hotel Deloix Aquacenter (965 86 90 70; http://hoteldeloix.com/). El mismo arquitecto del exclusivo Sha Wellness Center de L'Alfàs del Pi, Carlos Gilardi, firma este cuatro estrellas alejado de la playa pero con estupendo circuito termal. Tres noches de habitación doble y desayuno, 176,27 euros.

» Hotel Bristol Park (966 80 32 32; http://www.onasol.es/). Clásico hotel de playa de tres estrellas, céntrico y rehabilitado en 2007. Doble con desayuno, 46,56.

Comer

» Art a la Cuina (965 86 63 16). Avenida Marina Baixa, local 5. Benidorm. Basilio Corral ha logrado un alto nivel gastronómico con su cocina de mercado. Menús de 30 euros (con vino y agua) y 55 (sin bebidas).

» Kataria Gastronómica (966 83 13 72). Avenida Mediterráneo, 13. Benidorm. Óscar Marcos apuesta por las recetas tradicionales actualizadas y con algún toque japonés. Menús de 26 y 35 euros (bebidas aparte).

» La Cuina de Ponent (966 80 70 63). Santander, 18. Benidorm. Cocina mediterránea a cargo de Miguel Ángel Ávila. Estupendos entrantes y arroces melosos. Menú del chef, 22 euros (bebidas aparte).

» Venus Albir (966 86 48 20). Playa del Albir, L'Alfàs del Pi. Restaurante ecológico con tienda y apartotel familiar. Menús 11,23 y 15,51 euros.

Moverse

» Centauro rent a car (966 83 01 59; http://www.centauro.net/). Alquiler de turismo en Benidorm para tres días a través de Internet (15% de descuento), 70 euros.

» Excursiones marítimas Benidorm (965 85 00 52; http://www.excursionesmaritimasbenidorm.com/). Una vez en la isla se incluye visión submarina. En febrero hay salidas al menos martes y jueves. Ida y vuelta, 12,50.

Información

» Turismo de Benidorm (965 85 13 11; http://www.benidorm.org/turismo/).

» Turismo de la Costa Blanca (965 23 01 60; http://www.costablanca.org/).

» Turismo de la Comunitad Valenciana (www.comunitatvalenciana.com).

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