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Siempre robando
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El penaldo

La principal característica del penaldo es que ocurre antes de que Cristiano caiga; se empieza a ejecutar por si las moscas

Manuel Jabois
Cristiano protesta en el partido ante el Eibar.
Cristiano protesta en el partido ante el Eibar.Alvaro Barrientos (AP)

El penaldo es una familia de las caídas en el área que suele protagonizar Cristiano Ronaldo. No es un penalti exactamente, pero puede serlo. Y si es penalti puede ser pitado o no: en cualquier caso siempre es un penaldo.

Suele haber varios en cada partido, y ayer en el del Madrid contra el Eibar se produjo uno muy llamativo. Llamativo es un decir: no hay penaldo que no sea llamativo, y si no lo fuese no sería penaldo, sino otra cosa. El penaldo consiste en miradas de desconcierto, aspavientos y desplome espiritual, una especie de señalamiento divino del que se concluye “¿por qué a mí?”.

El penaldo de ayer ocurrió cuando Bale centró un balón y Cristiano, dispuesto a rematar, se precipitó contra el césped. Fue penaldo sí o sí, eso lo vio todo el mundo, ¿pero fue penalti? La repetición demostró que también: el rival desequilibró a Cristiano. El árbitro no lo pitó, y Cristiano siguió con la escenificación del penaldo, que se produce igual si no le hubiesen hecho penalti. Incluso si se lo pitan a veces sigue aleteando en el suelo, y el árbitro, que ya no sabe qué hacer, expulsa al defensa.

El penaldo consta de varios actos que se pueden percibir en la caída de Ipurua. En primer lugar, Cristiano se mueve buscando un lugar desde el que rematar, después observa dónde está su marcador y finalmente lanza una mirada al árbitro, diciéndole con los ojos: “Me van a hacer un penaldo”.

La principal característica del penaldo es que ocurre antes de que CR caiga; el penaldo se empieza a ejecutar por si las moscas, y luego ya no lo para nadie. Hay ocasiones en que Cristiano protesta mentalmente antes de que el posible penalti se produzca, creando una atmósfera de penaldo en el estadio. En una ocasión un compañero tuvo que detener a Cristiano cuando éste se dirigía hacia el árbitro a protestarle un penaldo que aún no se había producido, pues no se había sacado el córner.

Hay que decir que, a fuerza de costumbre, el lugar en el que menos caso se hace a los penaldos es el Bernabéu. En los estadios rivales todo el mundo se pone como una moto, sea el penaldo penalti o no, y así es muy difícil que se pite algo. La práctica del penaldo, por eso, está generando más frustraciones a Cristiano que ventajas. Muchos árbitros han asimilado erróneamente que un penaldo nunca es un penalti, y en cuanto ven a Cristiano por los suelos se ponen a mirar a otra parte. Esto es aprovechado por los rivales, que ven en la entrada de CR al área una oportunidad para arrearle, como si ese territorio fuese un punto ciego de las cámaras de seguridad.

Urge incorporar el penaldo al reglamento.

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Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

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