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El Eibar luce palmito ante el Athletic

El conjunto armero minimiza a un rival agotado con un ejercicio ordenado y valiente

Gorka Pérez
Sergi Enrich lucha un balón con Beñat y Etxeita.
Sergi Enrich lucha un balón con Beñat y Etxeita.J. E. (EFE)

Hay momentos en los que el espejo refleja lo que el corazón anhela. Más todavía cuando se viene de un disgusto y aun hay restos de agonía en el rostro. Al Eibar le ocurrió ante el Athletic. Se vio más guapo que su vecino rico y estiloso, ante el que pudo lucir su nuevo look, una especie de mezcla de mono de trabajo con pajarita. No tuvo ni que remangarse el conjunto de Mendilibar, apenas los primeros cinco minutos, tras los que ofreció un ejercicio de orden y convicción que acabó con un Athletic perdido, que no sabía de qué vestirse, y al que le está costando más de la cuenta integrarse en la nueva colección.

EIBAR 2; ATHLETIC, 0

Eibar: Riesgo; Capa, Dos Santos, Ramis, Antonio Luna; Escalante, Dani García; Keko Gontán, Adrián (Arruabarrena, m. 77), Saúl Berjón (Juncá, m. 74); y Sergi Enrich (Borja Bastón, m. 83). No utilizados: Irureta, Verdi, Pantic y Eddy,

Athletic: Gorka Iraizoz; Bóveda, Etxeita, Laporte, Lekue (Susaeta, m. 46); Elustondo, Beñat; De Marcos, Eraso (Aketxe, m. 61), Ibai Gómez (Sabin Merino, m. 46); y Aduriz. No utilizados: Rico, Herrerín, Sola y Gurpegi.

Goles: 1-0. m. 33. Saúl Berjón (de penalti); 2-0. M. Adrián;

Árbitro: David Fernández Borbalán (Comité andaluz). Amonestó a los locales Escalante, Dos Santos, ; y a los visitantes Ibai, Laporte.

Incidencias: 5.509 espectadores acudieron al campo de Ipurúa

Consiguió el Eibar ahogar al Athletic por su vena interior sin necesidad de recurrir a la sobrepoblación. Ni Beñat ni Elustondo fueron capaces de retener la pelota el tiempo suficiente como para poder adivinar si las sombras que observaban a su alrededor respondían a dos, tres o cuatro sujetos jadeantes. Aun así, la superioridad física del conjunto armero fue tan notable como que jugar con calor siempre le va mal a los rojiblancos. Es un fenómeno de la naturaleza tan desconocido por los lares del norte que no hay manera de hacerle frente.

Sin embargo, al conjunto de Mendilibar le ve valió como pila alcalina para seguir insistiendo una y otra vez. Lo padeció especialmente Lekue, un diestro que defiende por la izquierda y que, por lo tanto, padece todas las complicaciones del mundo a la hora de acomodar el cuerpo cada vez que le encara un rival. Se aprovechó bien de eso Keko, una de las 14 incorporaciones del equipo guipuzcoano para esta temporada, aunque la novatada mayor, por pensamiento y ejecución, la protagonizó Laporte. El central francés, de 21 años, tiró un recorte en la parte izquierda del área grande cuando Enrich le acechaba a medio metro. Ocurrió lo que sucede el 99% de las ocasiones, que la jugada salió mal para el defensa. El delantero del Eibar le arrebató la pelota y cayó al suelo al sentir el agarrón del rojiblanco. El penalti lo transformó Saúl Berjón tras engañar con acierto a Iraizoz.

Aunque los goles no siempre condecoran méritos, en este caso el Eibar vio recompensado su ímpetu físico. También destacaron la delicadeza de Adrián y Escalante, dos jugadores de tobillo ágil que mezclan bien con tanques como Capa o Berjón. Una base sobre la que Mendilibar trata de asentar un proyecto babeliano que ya conoce la largura del campeonato y lo complicado de su resolución final.

Berjón celebra su gol ante el Athletic.
Berjón celebra su gol ante el Athletic.Javier Etxezarreta (EFE)

Sin chispa ofensiva, con Aduriz ausente, y Eraso dando vueltas sin encontrar el rumbo, Valverde introdujo a Susaeta y Sabin Merino, dos jugadores de banda que también encallaron en medio de las corrientes eibarresas. Aunque la pujanza física es un valor de rápida caducidad, el Eibar supo acomodarse a la ausencia de la pelota enrollándose alrededor de su zona central y dando vía libre a sus creadores para lanzar el ataque sin necesidad de perderse por el camino. Gracias a un gran pase de Escalante Keko pudo hacer el segundo gol del partido tras tirar un buen desmarque pero al que no dio buena resolución ante Iraizoz. Sin embargo, poco después el portero del Athletic no pudo detener un remate de cabeza de Adrián en un saque de esquina. La pelota cogió altura y pasó por encima de la cabeza de Iraizoz, que aunque se estampó contra el poste no llegó a desviar el balón.

La losa fue tremenda para un Athletic, cansado, y que a pesar del empuje, producto de la necesidad, siguió sin averiguar por qué zona cojeaba el Eibar. Cerrado el espacio aéreo Aduriz, jugador de buena cintura y pie preciso, no incomodó en ningún momento a los centrales guipuzcoanos. Tampoco la entrada de Aketxe y el movimiento de banda de De Marcos, que pasó del extremo derecho al lateral izquierdo para generar superioridad, sirvieron de solución. El que se llevó el balón al agua fue el Eibar. que lució palmito con gallardía ante el Athletic y todo Ipurúa. Es lo que tiene jugar con el guapo subido.

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Sobre la firma

Gorka Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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