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Repóker de ases ‘indies’ para el Primavera Sound 2016

Cinco ejemplos de música pop contemporánea que en algunos casos ya son clásicos y que, por su importancia y protagonismo, sobresalen como cabezas de cartel

El lider de Radiohead Thom Yorke, en un concierto en París, el 24 de mayo.
El lider de Radiohead Thom Yorke, en un concierto en París, el 24 de mayo. AFP

Cinco ejemplos de música pop contemporánea para un repóker de nombres que en algunos casos ya son clásicos y que, por su importancia y protagonismo, sobresalen como cabezas en un cartel que un año más vuelve a congregar a los grupos y artistas más novedosos del momento.

Radiohead. Crisol de sonidos nuevos y estilos pretéritos, factoría de estrategias, defensores de un misterio hoy difícil de mantener, Radiohead le dieron, antes que nadie, significado al concepto de rock para el siglo XXI, y aunque han inspirado a numerosas nuevas bandas, todavía no conocen a quien les haga sombra. Su último golpe maestro se titula A Moon Shaped Pool, y retoma formas sonoras menos jeroglíficas que las utilizadas en los discos previos, una opción más para huir de esa autoindulgencia en la que continuamente el quinteto evita caer. Hay quien predice que quizá el final del grupo esté cerca –suponiendo que hoy en día los grupos de música pop puedan terminarse del todo alguna vez- , así que volverán a reinar al Primavera con el halo enigmático con el que se revisten desde hace tanto, y que ha contribuido a hacer de ellos una de las últimas grandes bandas de rock.

LCD Soundsystem. James Murphy apareció en escena en el momento apropiado, principios de los 2000, para reivindicar una serie de referencias sonoras que nadie parecía echar de menos. LCD Soundsystem incorporaron corrientes como el punk funk y recuperaron la filosofía vanguardista de la música disco mutante que a finales de la década de 1970 se fraguó en discográficas como Ze y Factory. Fusionaron todo eso con krautrock, house, minimalismo y trance y, con solo tres álbumes se convirtieron en imprescindibles, para despedirse en 2011. Por supuesto, nadie dudó ni un minuto que alguien como Murphy no tardaría en volver a la acción. Y aquí los tenemos de nuevo, un regreso esperado pero sobre todo, necesario puesto que Murphy ha creado un sello artístico a partir de referencias que en su día abrieron nuevos caminos, haciéndolas visibles para una generación completamente nueva.

PJ Harvey. Uno de esos nombres que sientan cátedra, una artista con categoría de clásica que de los retos creativos ha extraído las claves de su relevancia artística. Una mujer, en definitiva, destacando apasionada e intensamente en un mundo dominado por hombres. PJ Harvey se presentará en el Primavera con su reciente último disco, The Hope Six Demolition Project, gestado alrededor de sus viajes junto al fotógrafo Seamus Murphy, a Kosovo Afganistán, Washington D.C, a zonas en las que el infortunio se ceba con las víctimas de las contiendas, ya sean estas bélicas o económicas.

Un disco más universal –en todos los aspectos, en el melódico también- que su predecesor, el aclamado y premiado Let England Shake (2011), revalidando a su autora una vez más, más de dos décadas después de su debut, como una de las artistas más importantes con las que cuenta el rock contemporáneo.

Animal Collective. La nueva psicodelia que desde diversos puntos del globo –Australia, Inglaterra, Estados Unidos- va dejando su caleidoscópico rastro en el pop actual está en deuda con Avey Tare, Geologist y Panda Bear, el trío neoyorquino que tomó como punto de partida obras maestras de Beach Boys y Syd Barrett para terminar de escribir el capítulo contemporáneo del género, ese que ineludiblemente implica el uso de elementos electrónicos. Música pop experimental, densa y cerebral que en ocasiones amenaza con volverse impenetrable. Una posibilidad que el trío parece haber evitado en Painting With, un álbum que es también su obra más accesible hasta la fecha.

Así y todo, Animal Collective mantienen alto el perfil que les convierte en sinónimo de grupo de culto en una era en la que los grupos de culto son algo completamente diferente de lo que fueron hasta no hace mucho. En su caso, lo son por seguir explorando un territorio musical propio, ajenos a los airados debates entre adeptos y renegados que se generan a su paso en el mundo virtual.

The Last Shadow Puppets. Como no todo puede ser vanguardia ni compromiso ni experimentación, el dúo formado por Alex Turner y Miles Kane aportan otro tipo de cuota estelar al festival. Los británicos TLSP poseen el atractivo que concede el ser un dúo compuesto por dos estrellas que gravitan en órbitas distintas. Juntos ofrecen una aproximación al pop de la década de 1960 que, después de su segundo álbum, ya no se conforma con reproducir lo que les gusta de ella. Con Kane, Turner hace cosas que no haría con los Arctic Monkeys; con Turner, Kane emula las posibilidades creativas más aventuradas de su admirado Paul Weller. Como siempre, el resultado hay que medirlo en logros musicales y los cosechados por Everything You’ve Come To Expect, aunque no alterarán la faz de la música actual, sí que aportan unas cuantas canciones deliciosas para compensar la sobredosis de luto a la que nos está abocando 2016.

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