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El Black Friday mueve Barcelona

Más de 2.000 comercios harán descuentos, algunos hasta el lunes

Cartel de descuentos en una tienda de Barcelona.
Cartel de descuentos en una tienda de Barcelona.A. Garcia

El Black Friday ha dado este viernes el pistoletazo de salida en Barcelona a la campaña navideña 2015, con gran afluencia en las calles y centros comerciales. El sector se ha volcado este año en esta jornada de descuentos de origen estadounidense, que por segunda vez se celebra en la capital catalana. Más de 2.000 comercios se han sumado a la iniciativa impulsada por la agencia de comunicación Cromek System frente a los 400 que participaron en 2014.

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Lejos de las largas colas de clientes que pasan la noche en vela en Estados Unidos esperando a que abran los grandes negocios para aprovechar las ofertas, el Black Friday ha arrancado flojo en Barcelona. La asistencia a las tiendas esta mañana era mayor a la de un viernes cualquiera a esas mismas horas, pero con pocas bolsas colgando de los brazos de los potenciales clientes.

Los comerciantes, sin embargo, se mostraban positivos. En El Corte Inglés de plaza Catalunya, una veintena de personas esperaba a que fueran las 9.30 para echar un vistazo a los descuentos, según explicaba un trabajador. "Cuando abrimos suelen haber unas cuatro o cinco que vienen a comprar algo en el supermercado antes de ir al trabajo y hoy, había más de 20. Se ve que es por el Black Friday porque la gente no viene normalmente antes de las diez de la mañana para comprar joyas", comentaba señalando la sección de joyería, donde unas seis personas se repartían entre los diferentes puestos haciendo consultas a las dependientas. En la planta de moda joven, una empleada aseguraba que el efecto de la campaña se notaba: "Hemos tenido una semana muy floja, pero hoy sí estamos vendiendo".

En pequeños comercios como Collective, una tienda de ropa y monopatines en la calle de Valldonzella, existían dudas sobre los beneficios del Black Friday. "Pensé que iba a ser más heavy, pero no ha sido gran cosa. La gente ha estado viniendo los últimos días a echar un vistazo y diciendo que vendría el viernes a comprar. Así que creo que todo lo que vendamos entre hoy y mañana equivaldrá a lo que no hemos vendido durante toda la semana", afirmaba un dependiente. 

A mediodía eran más notorios los efectos de la gran campaña publicitaria y mediática que se ha desplegado este año para anunciar que España se sumaría en masa al Black Friday. En el centro comercial Glòries, negocios como el centro de depilación Única agradecían la afluencia de personas. "No nos ha servido para que haya más gente, pero sí para darnos a conocer porque muchos que pasaban han entrado a informarse. Y también es verdad que algunos clientes regulares han esperado para venir hoy y así recibir los bonos de sesiones que estamos regalando", explicaba una empleada. No solo el comercio ha rebajado sus precios, también restaurantes, farmacias, peluquerías, gimnasios, hoteles y tiendas digitales han participado de una jornada que algunos extenderán hasta el próximo lunes.

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Locales como los de Zara y Stradivarius del Portal del Àngel estaban llenos desde media mañana. Muchos se acercaban a las zonas más comerciales "a ver qué hay", sin expectativas precisas de compra. Como Albert y Belén, de 21 y 20 años, que cerca del mediodía seguían con las manos vacías pese a haber visitado tres tiendas. "Es que lo que nos gusta no está rebajado y los descuentos que hemos visto son normalillos, tirando para bajos", afirmaba ella.

En Stradivarius, Carla y Sofía, de 18 y 19 años, vivían la el Black Friday con entusiasmo. "Trabajamos en Bershka, así que tenemos un descuento adicional del 25% en todas las tiendas del grupo (Inditex)", aseguraba Carla, que antes de las once de la mañana ya había gastado 60 de los 150 euros que pensaba destinar al Black Friday. "Déjala, que ha ido solo a una tienda hasta ahora", añadía su amiga, que planeaba dar rienda suelta a la tarjeta y devolver el sábado lo que haya adquirido de más.

El viernes posterior al día de Acción de Gracias es esperado cada año por millones de estadounidenses para hacer las compras más cuantiosas del año debido a los grandes descuentos que ofrecen todas la tiendas del país. Las estampidas que se producen a las entradas de los comercios en esta fecha incluso se han cobrado alguna víctima, como el empleado de Walmart que falleció en 2008 aplastado por una horda de compradores en Long Island y otras que cuenta el sitio web Black Friday Death Count.

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