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CSQP quiere prohibir las donaciones a las fundaciones de los partidos

La formación promoverá una proposición de ley en el Parlament para llevarla al Congreso

Carlos Orquín
Coscubiela y Rabell, la semana pasada en el Parlament.
Coscubiela y Rabell, la semana pasada en el Parlament.Albert Garcia

Catalunya Sí que es Pot quiere formalizar la idea compartida en los últimos meses de prohibir en todo el Estado las donaciones de empresas a las fundaciones de los partidos políticos. El portavoz del grupo en el Parlament, Joan Coscubiela, ha registrado esta mañana un escrito en la Cámara al que espera que se adhieran el resto de fuerzas. El trámite sería aprobar una proposición de ley y llevarla al nuevo Congreso de los Diputados, una vez pasadas las elecciones del 20-D.

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La coalición de la izquierda alternativa en Cataluña —Iniciativa, Podemos, Esquerra Unida i Alternativa y Equo—, continúa con su estrategia de mostrar una gran actividad parlamentaria para evitar la imagen de “hibernación” que, según Coscubiela, sufre la Cámara por el bloqueo de la investidura de Mas. La formación quiere liderar una iniciativa que, según reconoce en su escrito, cuenta con mucho respaldo de la opinión pública. La financiación ilegal de los partidos ha llegado en muchos casos a través de sus fundaciones, después de que las normas limitaran el acceso de las donaciones directamente a las formaciones políticas. Para evitar las corruptelas, Catalunya Sí que es Pot propone que el Parlament lleve al Congreso una proposición de ley para modificar la norma que regula este asunto y el código penal.

Los cambios legales

La ley que regula la financiación de los partidos se aprobó en 1987. Desde entonces, ha tenido tres reformas que, hasta el momento, no han impedido que hayan florecido casos de corrupción. El primer nivel de regulación admitía donaciones anónimas (no había que detallar ante ningún organismo el nombre del donante) condicionadas a que no superaran los 60.000 euros anuales y que el dinero no procediera de empresas que contrataban con la administración pública. El anonimato de las donaciones permitió amplio margen para incumplir la ley sin peligro de ser descubierto. De hecho, después de varios escándalos en la década de los 90 —el caso Filesa, que afectó al PSOE o el caso Naseiro del PP—, la ley fue sustituida por otra en 2007.

A partir de ese año se prohibieron las donaciones anónimas y las de empresas privadas, aunque se subió la cantidad anual que podrían aportar los donantes —todos ellos personas físicas e identificables— hasta los 100.000 euros. Esta restricción a las donaciones de partidos abrió la puerta a la financiación por la vía de las fundaciones.

En marzo de 2015 otra modificación extendió la prohibición a las personas jurídicas y bajó a los 50.000 euros la donación permitida a partidos. En la misma reforma se incluyó también en el Código Penal el delito de financiación ilegal.

Los cuatro ejes principales de la propuesta son: prohibir directamente las donaciones a las fundaciones, reducir a 100.000 euros la cantidad que una persona física puede hacer tanto a los partidos como a las fundaciones y entidades vinculadas, la obligación de comunicar al Tribunal de Cuentas cada donación superior a 6.000 euros y el endurecimiento del Código Penal para castigar más la práctica de la financiación ilegal.

“Las donaciones a los partidos y las fundaciones son la causa de las peores cosas que han poasado en los últimos años”, ha dicho Coscubiela, citando sobre todo a Mas y el caso del 3% en Convergència Democràtica de Catalunya. “De las autopistas sin coches y los kilómetros de AVE de más, se desprende que el mecanismo de financiación de los partidos es el responsable de obras que no responden a necesidades, sino a intereses”, ha añadido el portavoz.

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La intención de Catalunya Sí que es Pot puede encontrarse con una dificultad. La Cámara no puede tramitar proposiciones de ley hasta que esté constituido el Gobierno y las comisiones parlamentarias. Por eso, Coscubiela es consciente de que el trámite “puede ir para largo”, ha reconocido. La idea de la formación es entonces, que mientras no se pueda tramitar la propuesta, los partidos suscriban un pacto en el que rechacen públicamente aceptar donaciones en sus fundaciones. El Congreso vota cada primer martes de cada mes las proposiciones de ley que le llegan desde las cámaras autonómicas. La idea es que en enero pueda debatirse y que entre en vigor —en caso de aprobarse—, en el verano de 2016.

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Sobre la firma

Carlos Orquín
Periodista especializado en política, trabajó en la redacción de Barcelona de EL PAÍS y, después, en diferentes proyectos de televisión -en La Sexta, TV3, La2-, y radio en SER Catalunya. Actualmente, concentrado en la comunicación institucional y política, lo que compagina con comer a tiempo completo y escribir a tiempo parcial en El Comidista.

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